Por mi mente intentaba encontrar alguna manera de explicarle a este pequeño que Liam y Maggi, habían muerto, que ya no estarían a su lado, pero no encontraba la forma de hacerlo.― Anthony… Liam y Maggi ya no podrán verte ― comenzó explicándose Milton.― ¿Pod qué?― Porque ellos se fueron al cielo. Ahora se volvieron angelitos que nos cuidan, ¿sabes? Mi mamá también es un angelito, como ellos.― ¿Y quen me va cudar adoda?― Nosotros cielo, para eso tienes una mamá y un papá. Para que cuidemos de nuestro hermoso bebé, prometo que nunca más nos vamos a separar.…Llegamos a casa de Heidi, y nos dirigimos al cuarto, preparé el baño y junto con Jake, bañamos por primera vez a nuestro hijo, él se divertía mucho con nosotros.Necesitaba compartir mi felicidad, por lo que le comenté a Jake, y me dijo que le llamara a mi hermano.― Ve, Ness. Yo cuido de Tony.Tomé él teléfono y marqué el número de Stefano .― Nessy, ¿cómo estás?― Hola, Ed. Aquí estoy, con mi bebé en brazos ― respondí, emocio
Narra Beatriz.Finalmente llegó el día. Por fin nos dirían si nuestro pequeñito o pequeñita sería compatible con Mía. Miles de dudas me atormentaban, y esperaba que ese examen diera positivo y fuera nuestra salvación; quería que mi princesa se curara sin tener que recurrir al maldito que donó el esperma para que pudiera tenerla conmigo, porque padre, nunca lo fue. No se preocupó por ella, a lo mucho creo que lo único que puede haberle angustiado fueron las responsabilidades que le impondría Gerard. Pero ahora era mucho más fácil para mí, el no era su padre, era solamente un donante de esperma, donación que pagué demasiado cara: mucho sufrimiento, aunque nada comparado con lo que le tocó pasar a Ness.― Cielo, vamos a desayunar ― llamó Stefano desde la cocina.― Termino de vestir a Thommy y vamos.― Bueno, pero no demoren…recuerda no hacer mucho esfuerzo, Bells.No terminó de pronunciar esas palabras que ya lo tenía a mi lado ayudándome a cambiar al pequeño.― Stefano : estoy embaraza
Narra Milton.Esa mañana desperté temprano, no podía creer que compartía la cama con la mujer que amo y con el pequeño más hermoso y tierno que he podido conocer.Tony, poco a poco fue abriendo sus ojitos y me miró fijamente.― Hola, campeón ― saludé bajito, para no despertar a Nessy.― Hoda…― Sh, no hagamos mucho ruido, así no despertamos a mamá, ¿vale?― Chi― ¿Quieres que te muestre un regalo que te compré? ― pregunté, un poco emocionado.― ¡Chi!― exclamó, agitando sus bracitos.― Ven aquí, campeón ― lo tomé en mis brazos y comencé a caminar hacía donde se encontraba mi maleta.Revolví las cosas, buscando uno de los tantos paquetes y se lo entregué en sus manitas.― Toma, este es para ti.― ¿Y para mami hay segalo?― preguntó.― Mmm… No traje ninguno para mami, pero podemos ir mas tarde y tú elijes el suyo, ¿quieres?― Chi, segalo pada mami munita.― Si, un lindo regalo para la mami más hermosa. Ahora abre tu obsequio, campeón.― Waoooooooooooooo, gachias…― De nada, pequeño. Ahora
Narra Alisson.Desde hace dos días, todo estaba muy raro por aquí. Para empezar, Beatriz se encontraba muy relajada, pese a que su bebé no era compatible con Mía. Después, Stefano y Jhon conversaban mucho más que de costumbre, y mi marido llegaba tarde todo el tiempo a casa. Cuando le preguntaba la razón, él sólo decía: “Mi preciosa hada, estoy trabajando en un caso muy importante y la verdad es que una vida depende de que esto salga rápido, es por eso que me demoro tanto. Pero te prometo que en pocos días más, disfrutaremos mucho tiempo en familia”.Jhon nunca me había mentido y la verdad es que no sabía si me encontraba más sensible debido al reciente parto o era por esas extrañas actitudes, pero presentía que algo me ocultaba, y tenía miedo sobre que podría ser.Otro tema que me tenía preocupada, era mi hermana. En ocasiones, tenía ganas de asesinar a Bertha; no comprendía por qué razón se encerraba en su burbuja y no permitía que nadie supiera lo que le pasaba. Después de anuncia
Narra EsmeraldaCuando escuché lo que Nessy decía, sencillamente no podía creerlo. Mi pequeña tenía un hijo, mi chiquita que tanto había sufrido había tenido un bebé, un hermoso niño del que nos había ocultado su existencia.Me sentía decepcionada, no de ella… de mí. Seguramente le había fallado como madre, de no ser así, ¿por qué razón mi pequeña no me podía contar todo lo que le tocó pasar?Todos caminaron al comedor, pero yo necesitaba pensar… ¿Tan mala madre era? ¿Qué hice mal con Bertha? ¿Por qué ella no confiaba en mi, cómo mis otros hijos? Sin darme cuenta, ya tenía mis mejillas cubiertas por las lágrimas.―Esmeralda ¿estás bien? ― preguntó Beatriz, que tampoco se había movido.Tan sólo la abrace y lloré en sus brazos.― ¿Qué sucede, Esmeralda?― ¿Tan mala madre soy, Beatriz? ¿Por qué Nessy nunca confió en mí? ¿Qué hice mal para que ella me ocultara todo lo que vivió?― Esmeralda: no hiciste nada mal. Lo que pasa es que Ness tenía miedo. Ella los admira, pero es tanta su admira
― Hace unos días, presentamos una demanda por violación a una menor en su contra, y además realizamos los trámites para comprobar que Mía y Anthony son hermanos. Estamos tratando de acelerar al máximo esto para que en cuanto la documentación esté disponible, ustedes puedan proceder ― contestó Jhon.― ¿Proceder en qué? ― preguntó Emmanuel, saliendo de su estupor.― Tony es compatible con Mía. En cuanto Jhon solucione el tema legal, podremos realizar el trasplante a mi hija ― contestó Beatriz.― Esa sí que es una bendición. No solo se agranda la familia; además, todos estaremos bien ― acotó mi marido, mientras se levantaba para abrazar a Beatriz y a Nessy.― Bien. Creo que ahora que está todo aclarado, debemos organizar una fiesta para celebrar a mi nuevo sobrino ― dijo Alisson. ― Y mamá, deberíamos salir cuanto antes para comprar todo para decorar el cuarto de Tony, y comprar ropa y juguetes…― Alisson… espera un momento. Hay otro anuncio que queremos hacerles con Nessy. Sé que no es l
Narra Stefano .Beatriz había partido del hospital desde hace poco más de media hora. Ahora me encontraba en la habitación de Mía, contándole un cuento. La niña estaba agotada, pero intentaba mantenerse despierta cuando estábamos con ella, alegando que nos extrañaba mucho y que nos necesitaba.Recibí un mensaje a mi móvil. Era de Beatriz, por lo que lo abrí rápidamente.*Cariño, ya estoy en casa… voy a darme un baño y luego dormiré un rato. ¿Cómo sigue Mía?Sin dudarlo le respondí de inmediato:*Recién terminé de leerle un cuento. Ahora está descansando un poco mientras le canto… duerme, nena. Te amo.No supe exactamente cuánto tiempo pasó, hasta que el teléfono de la habitación sonó.― Señor Magno. El señor Hale lo espera en recepción.― Gracias ― respondí amablemente.― Princesa: vino el tío Jhon. Iré a verlo y en un rato regreso, ¿Sí?― Bueno, papi. ¿Viene Charlotte con él? ¿Y tía Alisson?― No lo sé, cielo. Ahorita veo y si pueden les pido que te visiten, ¿bien?Mi niña asintió y
Narra Beatriz.Luego de la cena en casa de los Magno, decidimos a casa, ya era tarde y al otro día quería ir temprano al hospital a ver a Mía.Mientras Stefano acostaba a Thommy yo lo esperé en la cama solo con ropa interior y cubierta por las sábanas.― ¿Tienes calor, nena? ― preguntó.― Mh, tengo un antojo… nene ― traté de decir lo más sexy que pude, aunque con esta figura no creo haberlo logrado.― ¿Y qué es lo que se le antoja a mi mujer? ―preguntó mientras se acercaba gateando por el colchón, lo agarré de la solapa de la camisa y lo besé apasionadamente.― Tú eres lo que se me antoja ― susurré sobre sus labios.― ¿Es… estás segura, amor? ― tartamudeo, inseguro.― ¿No quieres hacer el amor conmigo? ¿Ya no te gusto? ― dije, haciendo un puchero, y es que era lógico que ya no le gustara, estaba gorda y fea.― No es eso, cielo. Muero de ganas de hacerte el amor. Pero no quiero hacerles daño ― se explicó, mientras acariciaba mi vientre― Stefano , cielo: no nos harás daño. Pero ya no