La nueva serie que Alía estaba realizando trataba de un amor universitario que se desarrollaba mientras el protagonista masculino le era infiel con varias mujeres. Samuel solo estaba concentrado en la actuación de Alía, pues su pequeña parecía un hada con su piel blanca y lechosa y sus labios rosados y jugosos. A pesar de que hacía el papel de una adolescente y no de una mujer madura como en otras series, aquí se veía más natural y la encontraba muy linda.Los dos estaban juntos viendo la serie. Alía quería buscar la mínima imperfección en la serie, pero no lo lograba. El director era uno de los mejores y, sin alardear, también estaba con los mejores elencos.—Alía preciosa, me gusta mucho, y sé que no me dirás más nada de la serie, nena, pero joder, te ves tan perfecta—, dijo Samuel volteando el rostro de su mujer y dándole un beso en los labios, frente y nariz.—La verdad es que me resultó un poco difícil. Son muchos actores con los que no había tenido la oportunidad de actuar y est
Los días no habían transcurrido tan normalmente, pues los dos, con sus trabajos, habían tenido unos días ajetreados. Pues a Alía le había tocado viajar a un pueblo rural, en la serie sus padres son personas de campo, y al verse afectada por el engaño de su novio, fue a ver a sus padres por un tiempo. Samuel estaba muy preocupado por su esposa, aunque la producción de la serie estaba bien financiada, aún le incomodaba cómo estaría Alía. Él también estaba muy ocupado en su oficina, pues estaba tratando de averiguar quién era el imbécil que estaba filtrando la información de sus proyectos.—Alía, ya vamos a comenzar—, dijo el asistente del director. Estaban a punto de comenzar y los actores estaban en sus camerinos preparándose para rodar. —Gracias, señor Chuy, en un momento estoy con ustedes-Alía estaba más que feliz, rodeada del campo y la tranquilidad que daban las montañas y el río que estaba cerca. Se sentía tan relajada y en paz, no pudo evitar pensar en Samuel. Se prometió que l
Los días habían pasado y Alía se encontraba alistando todo para volver a la ciudad. Estaba feliz. Estos días en el campo le habían servido de mucha ayuda para estar relajada. Aunque se había sentido muy cansada por las horas extras que había tenido que grabar, nada le quitaba la felicidad de hacer lo que amaba.Por otro lado, internet entró en caos. Una de las actrices que recientemente había confesado su amor a Samuel había regresado al país. Esta actriz también formaba parte del elenco en el que estaba actuando Alía. Su nombre era Tamy Fiad.Era una morena alta y hermosa, con unos impresionantes ojos negros y cabello castaño. Los fanáticos siempre habían alabado el amor que Tamy le tenía a Samuel, pues ella no perdía la oportunidad para declararse. Siempre había dicho cuánto le gustaba Samuel. Pero solo eran mentiras. Los años ya estaban haciendo efecto en ella y, para pronto tener 29 años, nunca había ganado el premio a mejor actriz.Era una mujer muy arrogante. No le importaba lle
La noche fue una tortura para Samuel, quien estaba más que excitado por Alía, y su mujer no ayudaba mucho, pues había pasado toda la noche sobre él.Cuando Alía estaba despertando, pudo ver esos ojos azules que tanto amaba. Con una sonrisa, lo besó. Lo había extrañado tanto que su corazón estaba latiendo como un loco con solo poder estar a su lado.—¿Cómo estás, cariño?—, preguntó Alía. Estaba feliz de poder volver a estar en casa.—Sabes que te extrañé mucho, cielo—, respondió con una hermosa sonrisa Samuel. Se sentía afortunado de tenerla, abrazarla y poder despertar a su lado.Alía soltó una carcajada, pues sabía que su trabajo no le permitiría estar mucho en casa y más cuando le tocaba viajar para grabar. El corazón se le puso chiquito, pues quería reforzar más su amor con Samuel, quería saber más de las cosas que le gustan, sus hobbies.Alía besó a Samuel, que a su vez estaba tocando la cintura de Alía. Su beso se fue tornando un poco más brusco. Los dos se deseaban tanto.Samuel
La pareja de casados estaba disfrutando de su día con su familia. Habían salido a uno de los mejores restaurantes y los fans de Alía estaban felices de volver a verla. Siempre estaban contentos por la felicidad de ella y siempre rezaban por que estuviera bien. Pero cierta mujer que estaba un poco lejos, viendo la felicidad que debería ser para ella, los miraba con odio. Samuel tenía que ser de ella, siempre soñó con ser la señora Anderson. Estaba loca por Samuel, por su dinero y por su estatus. Quería que todos la miraran como una reina y estaba segura de que haría callar esas bocas de los estúpidos que alguna vez hablaron mal de ella. Con una sonrisa siniestra, se acercó a la pareja.—Hola Samuel, mucho tiempo sin vernos—, soltó aquella mujer. Todos en el restaurante la miraron, pues ser una actriz le daba cierto placer.—Sí… ¿Disculpa, nos conocemos?—, preguntó Samuel. Tamy se quedó en shock, pues siempre pensó que al menos Samuel supiera de ella. Se sintió muy avergonzada y las pe
Los días habían pasado lentamente. Samuel había estado un poco alejado del trabajo, pero aún pendiente del infiltrado. Ya se había informado a la empresa que habían planeado su estrategia y estaban próximos a publicarla. Mientras tanto, Alía había pasado unos hermosos días al lado de su esposo. Juntos habían ido a los lugares que Alía siempre había querido ir cuando tuviera pareja, y ¿quién mejor que su esposo?Ya era lunes y Alía se estaba preparando para volver a las grabaciones de la serie. Su agente le dijo que para este día, la otra protagonista ya estaría haciendo el papel. De cierta manera, esa información la incomodó un poco. Sabía que las cosas con Tamy no iban a resultar tan bien, pero también se dio ánimos. Estaría muy pendiente de los pasos que esa mujer diera. No se confiaría en ella de ninguna manera.—Cariño, me tengo que ir. Trataré de llegar lo más temprano posible—, fue lo que dijo Alía acercándose a su esposo y dándole un suave beso en los labios.—Está bien, mi peq
Todos en el set estaban ansiosos, pues uno de los guardias informó que Samuel llegaría en cualquier momento y que no dejaría salir a nadie. No pensaron que llegarían hasta ese punto; El director estaba temblando, la única que parecía normal era Tamy, pues se dieron cuenta de que la cabeza de esa mujer no estaba bien. Quien también se había recuperado era Alía, pues al escuchar que su esposo llegaría, solo quería correr a sus brazos y refugiarse. Aún le dolía un poco la cabeza, pero no era tan intenso como hace unos minutos. Rápidamente, se dieron cuenta de que Samuel llegó, pues los reporteros que se habían aglomerado en las afueras estaban tomando fotos y haciendo preguntas. Unos pocos se cohibieron al ver el estado en el que venía Samuel, Quien enseguida reaccionó fue Tamy, quien corrió con una alegre sonrisa para abrazar a Samuel. —¡Querido! Qué bueno que estás aquí, no sabes por todo los malos tratos que me hizo pasar el director—. Todos quedaron con la boca abierta. Muchos
Alía, Samuel y Sofía iban juntos en el auto. Samuel estaba muy preocupado, pues después de ver a la amiga de Alía enfurecida y golpeando a Tamy, sintió un placer al saber que su esposa tenía una buena amiga como ella. Después de que Alía sonrió viendo cómo estaba su amiga, tuvo un mareo. Si no fuera porque él estaba a su lado, se hubiera caído. Eso preocupó mucho más a todos. El agente de Tamy no pudo hacer nada y simplemente se fue, dejándola sola. Nadie más le prestó atención. La red social estaba estallando y los principales periódicos ya estaban hablando de la noticia.Amanda, Anthony, Mía y Tomás ya estaban en la casa de la pareja. La madre de Mía estaba muy inquieta. —Mujer, por favor, cálmate. Estabas haciendo que me ponga ansioso—, dijo Anthony, pues su esposa no dejaba de dar vueltas en un mísmo lugar. Él también estaba preocupado por su hija, pero quería tener un poco de calma antes de que ella llegara.Quien iba un poco distraída era Sofía. Estaba pensando en el guapo guard