Narrador

Leandro quería declinar a la invitación que les hizo su padre, el sabía muy bien que sus intenciones no eran las mejores, pero sinceramente no hallaba una excusa lo suficientemente válida para desistir de la comida.

—Leandro...necesito

Dijo Stephen, el abogado y amigo de leandro ingresando a la oficina sin siquiera tocar, como si fuera un enviado del cielo, el hombre de cabello castaño y ojos avellanas, miró a los tres presentes, y supo enseguida que leandro y su padre en el mismo lugar, no eran la mejor combinación que podía existir

—¡Disculpen! por lo que veo están ocupados, así que regreso luego

El hombre lucia apenado por la abrupta interrupcion, así que se excuso y cuando estuvo a punto de salir de la oficina, leandro vio a su amigo como su única salida, entonces antes de que este avandonara el lugar, lo llamo y enseguida le hizo una seña para que lo liberará del compromiso, al cual no quería asistir

—Pensándolo bien...

Stephen se detuvo, fingiendo recordarse de algo

—vie