Y así, hasta que llegamos a Guerras de sangre, y justo en el momento que Theo James, aparece, lanza un grito tan fuerte que casi me deja sordo. Francamente no se que le ve, ni que estuviera tan guapo, estoy más guapo yo. Me tuve que aguantar toda la película entre gritos y pellizcos, para cuando terminó la película ambos ya estábamos bastante pasados de copas. —Y ahora tú ¿Qué tienes? Ha ya se, no me digas, estas celoso por mi novio Theo, pero es mio, mio, mio, de mi. Hay ya tengo hambre, iré a calentar la pizza y voy por las cervezas, recoje un poco para hacer espacio ya vuelvo. Trata de brincar mis pies y tropieza con ellos, cayendo con su redondo trasero en mi regazo. —No te muevas, no te muevas —le suplico. —Perdón, perdón, no fue mi intención. Ambos nos quedamos viendo y nos empezamos a acercar lentamente, pero antes de que pueda llegar a su rostro, se levanta sin decir nada. Va a la cocina y minutos después regresa con la pizza en una mano y en la otra un six de cervezas
Amanda¡Madre mía! Si asi tiene los dedos. Tal vez esté más ebrio que yo, o quizás me esté confundiendo con el güerito, no sé, pero yo no lo dejo pasar. Y ni empieces Amanda, porque te conozco, él es tu novio, además es el hombre que has amado toda tu vida, esto está bien.Da dos pasos atrás en cuanto mi espalda toca el colchón, y lo veo sacar por su cabeza la playera.Su blanca piel me derrite por todos lados, sus manos viajan a su cinturón y lo quita en dos movimientos.Sí qué es hábil este muchacho, deja caer sus prendas y lo que veo me deja con la muchacha goteando. No pues con razón el rubio no lo deja ni a sol ni sombra, pero esta noche es solo para mi.Eso que tiene entre las piernas es casi del tamaño de mi antebrazo, y se ve tan besable.Me siento sobre mis chamorros y le extiendo la mano para que se acerque, el sonríe de lado y acepta mi invitación. Se acerca intentando hacerme para atrás, sin embargo, lo detengo y llevo mis manos traviesas a su gran amigo. Mi boca llega
Se separa un poco y sin salir, me gira quedando el debajo mio, acomodo mis rodillas en el colchón y empiezo a cabalgarlo. Mis manos se recargan en su pecho y mi cadera gira, subiendo y bajando sobre su longitud. Sus manos traviesas llegan a mis senos y los aprieta, se acomoda con sus codos y su boca se apodera de uno. Lo muerde y succiona mientras una de mis manos lo toma de la nuca, impidiendo qué se separe. Su lengua lo acaricia después de la gran mordida que me acaba de dar, una delicia qué quiero continuar sintiendo. Su mano libre viaja a mi glúteo y lo palmea fuertemente, mis labios aprietan su agarre en su grosor, y vuelve a repetir en continuas ocasiones. Aumento la velocidad de mis caderas al sentir que una gran ola de placer se acumula en mi bajo vientre. No paro hasta que consigo mi liberación y segundos después siento la suya, que me inunda mezclando sus fluidos con los míos. Me dejo caer sobre su pecho, descansamos un rato, pero el jamás salió de mi interior. Sien
Dominic. No podía seguir callado, desde luego que me di cuenta de su confusión y solo quería disipar sus dudas. Tampoco hace falta que ella me responda con palabras, pues su cuerpo lo hace con acciones. Nos entregamos al placer toda la mañana y por la tarde le preparé de comer. Este es un sueño hecho realidad, uno que tuve desde mi infancia, y que hoy puedo decir que lo he logrado. Sin embargo, necesito contarle toda la verdad, necesito que sepa todo lo que conlleva estar conmigo. Estamos en su cama viendo una película de romance navideño, esto va a ser un gran problema. Cada película que vemos, tiene un "novio" nuevo, y si, ya sé que me paso de celoso pero se supone que solo debe verme a mi. Abrazo una almohada haciendo pucheros y berrinche en el proceso, mientras ve al mentado Nick en pantalla.—Muy guapo y todo, pero como actor, es muy buen modelo ¿No crees?—Si tú lo dices.—No te pongas celoso bebé, tú crees que si uno de mis novios me hiciera caso, estaría aquí contigo.
—No se supone que es tu amigo, pareciera que más que eso, solo busca tu mal.—Lo he considerado. No es normal que insista tanto en querer que yo acepte algo que no soy. La veo que se queda pensativa, pasan varios minutos y es como si se hubiera ido a otro lugar. —Mandy ¿Sigues ahí? Paso mi mano por enfrente de su rostro, pues ya estoy empezando a preocuparme, no responde. De repente se levanta de la cama y corre a su cambiador, se escucha que revuelve algunas cosas y después de unos minutos regresa con un álbum en las manos. —¿Qué es eso? —cuestiono curioso. —Es un álbum de fotos, de nuestra infancia y adolescencia. Es que se me vino algo a la mente, pero quiero estar segura antes de abrir la boca. —Mandy... —trato de decirle algo pero me interrumpe. —Espera, espera. Abre el álbum de fotos y empieza a buscar y sacar fotos, las va acomodando sobre la cama, no se tarda mucho, y por fin termina. —¿Qué pasa? Mandy, me estas asustando —confieso al verla tan concentrada, pues no e
Amanda. Es que era más que obvio, pero como no me di cuenta antes, las señales siempre fueron claras, ahí en la nariz las tenía.Pero quien se iba a imaginar semejante realidad, ahora entiendo porque siempre criticaba todo de mi. Que si los zapatos, que los atuendos, hasta el peinado, y que bueno que nunca dijo nada de mi perfume, porque ahí si me lo deschongaba. Pero que tal me alabó cuando le presenté a Josh, claro, estando con novio, yo no representaba ningún peligro, no es que deberás que fui ciega, ¡Ash! Me da coraje conmigo, porque a esos los identifico luego, luego, yo no sé que me pasó. Y no hablo de todos, si no a los mala leche como Patrick, son de sangre pesada, no como mi comadre de sistemas.Lo peor es que a mi novio, le cayó como bomba enterarse de esto, él tampoco vio nada raro, era su amigo, como desconfiar de él. Dom, se ha ido hace algunos minutos, estoy acostada en mi cama revisando el perfil de mi amiguito, hay Pato, Pato, por eso pisas plano. Me doy cuenta
—Hola, bienvenido, pasa. —Y bien ¿Qué es eso tan importante? —Toma asiento —me indica donde y me ofrece un trago. —Patrick, no dispongo de mucho tiempo. Le doy un pequeño trago a la bebida, y me acomodo en el respaldo, él toma asiento frente a mi. —No te preocupes, no te voy a quitar mucho tiempo, son solo dos cosas. La primera, me llamó tu padre muy angustiado. —¿Qué te dijo? —Que tu madre ha solicitado el divorcio, y que tú la apoyas. La verdad no entiendo como a estas alturas piensa hacerlo, pero lo más más importante, es que me pidió que lo representara. —Estás en toda libertad de hacerlo, a eso te dedicas. Le doy otro sorbo a la bebida, Patrick, me ve atentamente mientras lo hago, por si las dudas, saco mi móvil y le envío un mensaje rápido a Roman. —Perfecto, no quiero que esto cree situaciones innecesarias entre nosotros, somos amigos, aunque tú, estuviste a punto de olvidarlo por un tercero. —Roman, no es ningún tercero, él... —Si, si, si, ya sé, pero aún así. —Si
Dominic. Por suerte la puerta de la entrada es derribada, se escucha un gran estruendo, a los segundos entra Roman.—¿Qué haces aquí? ¿Cómo conseguiste mi dirección?—Patrick, suéltalo.—Estas celoso he, el que se debería ir, eres tú, si tú no existieras Dom, estaría conmigo desde hace mucho.Dice con rabia en cada palabra, siento su agarre más fuerte alrededor de mi pecho y su asquerosa legua en mi espalda.Infeliz, enserio que no sabes en donde te estás metiendo, en cuanto la droga pase te voy a moler.—Enserio, no sabes ni con quien te estás metiendo.—Ja, deja toda esa palabrería, tengo el apoyo de su padre, tú no puedes hacer nada.—Dudo mucho que el señor Dallas, esté de acuerdo con esta barbaridad.—Ese hombre está más preocupado por no quedarse sin ni un centavo, te aseguro que después de que gane la demanda de divorcio, me va a apoyar en nuestra relación.Roman, da pasos cortos sin que el despreciable este, se de cuenta de que se está acercando.—No lo creo, por el contrario