Abrí los ojos después de lo que pareció una eternidad.

Nunca pensé que tener un hijo seria así de difícil, porque mi parto fue muy complicado. A pesar de que yo quería tener todo de forma natural, cuando llegamos a la sala de partos, mi bebé no salía a pesar de cuanto pujara. Los minutos angustiantes comenzaron a pasar, y decidiendo no arriesgar la vida de mi bebé, los doctores me propusieron una cesárea.

Estaba sola en esa sala de partos, impedí que Iván entrara conmigo, y viéndome en esa situación tan vulnerable, no tuve más opción que aceptar, temiendo por la vida de mi bebé.

Nunca antes me habían hecho una cirugía, ni siquiera para lo más mínimo, así que estaba muriendo de nervios y miedo cuando me metieron a ese frio quirófano, con todos los doctores corriendo de un lado al otro, preparándose para cortarme.

¿Cómo había terminado de esta forma? Solo quería llorar, me sentía tan débil, ahora todo lo demás que había pasado en mi vida era tan insignificante, solo podía pensar en mi h