Los días siguen pasando, y antes de que pueda darme cuenta, termina mi segundo mes del embarazo, y me encuentro a menos de dos meses de mi tan esperada boda.

Toda mi familia había tomado un descanso después del cumpleaños de mi madre, pero con el tiempo pisándonos los talones, teníamos que comenzar a planear la boda antes de que sea demasiado tarde.

Es así que mi madre contrata a varias encargadas de la organización de fiestas y este tipo de ceremonias para bodas, las cuales no tardan en ofrecernos lugares y decoraciones, tengo tantas opciones que llega a ser confuso, sin embargo estoy contenta de poder contar con Alicia y mamá, ellas tienen más experiencia que yo en todo esto, pues las dos ya se han casado…

—Bien, ya hemos escogido lo más simple —dice Alicia después de que organizáramos la comida, la decoración y el lugar—. Ahora viene lo más pesado…

—¿Esto no fue lo más difícil? —pregunto muy sorprendida.

—No… Lo más difícil es la lista de invitados y el vestido de novia.

Yo no plan