Narra Zafiro.
—Gracias por traernos—le dijo Jeremías cuando el auto se detuvo.
—Fue un placer hacerlo, ¿Recuerdas en lo que quedamos?—le preguntó Enrique.
—Por supuesto, estare aquí mismo mañana por la tarde.
Enrique sonrió y lo vio con amor, yo estaba en los asientos de atrás me sentí un poco incómoda y confundida del porque lo veía así.
—Suerte entonces, te veré mañana—le dijo Enrique acercándose a él para besarlo, me quede literalmente con la boca abierta. No era la primera vez que lo veía besándo a otro hombre, vaya hasta lo he visto follando, pero lo que me sorprendió fue la manera tan apasionada que se besaron como si no quisieran separarse.
Poco después salimos del auto. Enrique se marchó y nosotros nos introducimos al bosque.
—¿Qué pasa estas algo misterioso?—le pregunte poco después.
—Te tengo una noticia—dijo con una sonrisa que jamás le habia dicho—. Encontré a mi mate—agregó chillando con un cachorro.
—Me alegro por ti—le dije con un tono amargo porque significaba que ya no los divertiriamos como antes, ya que una vez que se encuentras a tu alma gemela no tienes ojos para alguien más—. ¿Quien es?—le pregunte sabiendo la respuesta.
—Enrique—respondió con una amplia sonrisa, él pertenece a otra manada una mas liberal que la nuestra, ahí aceptarán nuestro amor sin ningún tipo de prejuicio—agregó entusiasmado.
Eso me sorprendió, ya que no creía que existiera una comunidad asi como la que me estaba describiendo. Más cuando era común que nuestra alma gemela fuera del mismo género. Nuestra especie no comprendía ese tipo de vínculo fuera de lo tradicional: Para ellos lo tradiciónal era lo correcto.
—Sabes que tienes todo mi apoyo—le dije—. Pero sabes que eso te meterá en problemas ¿cierto?—comente imaginándome la reacción de nuestra manada y las de sus padres.
—Lo sé, estoy consciente de las consecuencias. Hablaré con mis padre mañana por la mañana, ya que mis planes es irme por la tarde—comentó.
—Pero mañana es la visita de los centellas—pronuncie pensativa del porque quería hacer su anuncio precisamente mañana.
—Es por ello que se los diré mañana, no tendrán tiempo de oponerse o detenerme, no queran hacer un alboroto y que nuestra manada quede mal frente a ellos—dijo comprendiendo su plan.
—Tienes razón. Espero que todo salga bien—le dije llegando a la comunidad.
—Gracias— respondió—. Tu también encontraste a tu mate ¿ no es asi? ¿Por qué lo rechazaste?—preguntó no comprendiendo nada.
—No lo sé, no sentí lo que se supone que debo de sentir cuando nos encontramos—le dije con sinceridad—. Quizas esa unión no es lo mio—agregue sin darle importancia.
—Bueno eso va con tu personalidad, quizás tengas razón aunque la diosa luna nunca se ha equivocado—recalcó él.
Me quedé pensando en lo que dijo. Todavía no sabía la razón por la cual no sentía esas emociones que se supone que debía sentir.
— Buenas noches y suerte mañana—le dije despidiéndome de él.
Ingresé a mi habitación trepando por el árbol que estaba cerca de mi ventana. Me quité mis zapatos y me puse comoda para dormir, poco a poco el sueño me fue venciendo.
***
Desperté a causa de unos gritos que provenían de afuera. Me puse una bata y sali a ver que pasaba. Varios miembros de nuestra manada estaba observando como la madre de Jeremías le estaba gritando. Mis hermanos ya estaban ahí, pero mi padre todavía no. Mi amigo se equivocó, su madre si estaba asiendo un escándalo.
—¡Como quieres que me calmé después de la confesion de nuestro hijo!—le respondió indígnada—. Y todo esto es culpa de ella—mencionó señalándome con rabia—. Nuestro hijo se ha corrompido desde que se hicieron amigos. Todos saben que ella es el pecado encarnado—agregó al momento que mi padre venía del bosque.
—Eso no es cierto madre, ella no tiene nada que ver con mi decisión—me defendió Jeremías.
A pesar de las palabras de su madre, yo me mantenía firme. No le respondí para no caer en sus provocaciones ya que ellos nunca me han querido cerca de su hijo y menos que fuéramos amigos.
—¿Qué esta pasando aqui?—preguntó mi padre en su tono de alfa. Todos guardaron silencio, al escucharlo.
—Padre, hay un problema con los white que se debe resolverse en privado—intervinó mi hermano Fabián.
—De acuerdo, vayamos a mi oficina y los demás vayan preparandose para recibir a los centellas—ordenó mi padre, en cuanto dio la orden todos de dispersaron.
Los White y mi padre ingresaron a la oficina. Estaba nerviosa por lo que podria ocurrir. Fui a mi habitación y me cambié de ropa rápidamente, luego bajé y esperé en las gradas frente a la oficina a esperar que salieran. Minutos después Jeremías y sus padres salieron, cerrando la puerta detrás de ellos me puse de pie y busqué a mi amigo. Él tenía una expresión de tristeza. Sus padres en cuanto me vieron me hicieron mala cara como siempre lo habían hecho.
—¿Qué paso?— le pregunte a Jeremías.
—No me dejaron irme. Tu padre prácticamente me puso a elegir entre dos opciones, la primera implica dejarme en libertad, pero con la consecuencia en no seguirles dando a mis padres ninguna carga de alimento y necesidades básicas para asi matarlos de hambre y la segunda opción es quedarme en la manada y olvidar mi "falta"—comentó.
No podía creer que mi padre lo hubiese puesto a elegir entre esas opciones tan crueles. También me dijo que cuando mi padre se enteró que su mate era un macho de otra manada se lleno de rabia, dijo que no iba a permitir ese acto que rompía toda moral.
—Lo siento tanto Jeremías. Pero esto no se quedará así hablaré con mi padre al respecto—le dije seriamente.
—No lo hagas, no debes tener mas problemas con él—dijo ya conociendo que nuestra relación era tan complicada, pero no podia quedarme asi. Jeremías era más que mi amante era mi mejor amigo y haría cualquier cosa por él.
—De acuerdo te veré más tarde—le dije fingiendo tranquilidad y esperando que se fuera.
Cuando lo hizo, ingresé a la oficina de mi padre.
—Sabía que vendrías—dijo él mirándome desde su asiento.
—No puedes hacerle esto a Jeremías, el tiene derecho a estar con la persona que la diosa luna le asignó—le dije colocandome frente a su escritorio—. No puedes decidir el destino de todos—pronuncie molesta.
—¡Esta es mi manada, y aqui se hace lo que yo ordenó!—exclamó mi padre seriamente—. En cuanto a ti Zafiro, es mejor que no te metas, sabes que no nunca me rectifico en algo cuando tomó una decisión—dijo—. He soportado las habladurias de todos con respecto a la relación vulgar que ustedes tienen porque eres mi hija, pero aceptar ese acto tan asqueroso en uno de mis miembros, ¡eso jamás! ¿ Me oyes?—dijo cambiando su color de ojos, nunca lo había visto tan molesto.
—Es mejor que no le respondas, podrias perjudicar más Jeremías—me aconsejo Elle. En toda la noche y lo que llevaba de la mañana no había aparecido.
Le hice caso y me tragué las palabras que quería decirle a mi padre. Salí de su oficina tirando la puerta detrás de mi.
—¿Donde estabas?—le pregunte a mi loba interior.
—No lo sé, de repente me quede dormida y no desperte hasta ahora, antes del escándalo de los White—respondió.
—Eso es extraño, eso jamás te había ocurrido—mencione.
En ese momento recordé el ardor que sentí en el club en la espalda, me quite la camisa y me miré en el espejo de cuerpo completo que tenía en mi habitación. Una especie de geográfico apareció en mi espalda, era muy pequeño y parecía un tatuaje, quise alcanzarlo pero no pude.
—¡Que rayos en esto!—dije en voz alta.
—No lo sé—respondió Elle.
En ese momento, tocaron la puerta.
—¿Quién es?—pregunte.
—Soy yo señorita, su padre le manda a decir que comience a prepararse que pronto llegarán los centellas y que la espera abajo—me comunicó Penélope.
—¡Gracias!—le dije.
Me olvide por un momento de ese asunto. Fui a ducharme y a prepararme para esa visita comercial que era importante para nuestra manada. Cuando llegó la hora, bajé ya vestida lo más formal y decente posible. Nos desplazamos hacía el exterior de la casa donde esperaríamos al alfa de los centellas y a sus acompañantes. Poco después un par de camionetas se estacionaron frente a nosotros, de estos varios hombres bajaron, entre ellos pude visualizar a Caín el chico que había conocido anoche y que se supone que era mi mate.
Maldeci internamente por esta coincidencia, él era el alfa de esa manada. Elle, al contrario estaba contenta por volverlo a ver. Tuve que controlarla para que no llamará la atención de todos, lo menos que quería era que todos se enteraran de nuestro lazo.
Mi padre les dio la bienvenida y los invito a pasar. Ellos ingresaron y tomaron asiento en las sillas frente al comedor donde una gran festin los esperaba. Pero no transcurrio mucho tiempo cuando Caín le pidió a mi padre hablar con él en privado. Eso me puso un poco inquieta porque era muy pronto Para hablar de negocios asi que supuse que se trataba de otra cosa, solo esperaba que no se tratará sobre mi.Narra Caín.Tomé asiento frente al alfa su nombre era Reymundo.—Queria hablar con usted sobre su hija y por supuesto sobre nuestros futuros negocios—comence diciendo con todo respeto, él era uno de los pocos lobos fundadores que todavía vivian, mi padre también fue uno de ellos, pero murió en una batalla.—¿De mi hija?—preguntó extrañado.—Seguramente no le ha comunicado que ayer por la noche nos conocimos en un club y que desde que ese momento somos mate ¿cierto?—le comenté.—No tenía idea—dijo sorprendido—. Zafiro, es muy impulsiva. Espero que no le haya ocasionado problemas—agregó.—Bueno, su reacción no fue como yo había deseado. Ella me rechazó—respondí.—¡¿Eso hizo?!—dijo sorprendido y con enojo—. Hablaré con ella al respecto—pronunció en el mismo tono—. Me imagino que querar llevárs
Narra Zafiro.Al momento que mi padre pidió hablar conmigo, supe que no era para nada bueno. Lo seguí e ingresamos a su oficina.—¿Me puedes explicar por qué rayos rechazaste a tu mate?—me preguntó en un tono enojado—. Y no te atrevas a negarlo, el mismo Caín me lo ha dicho—añadió.Maldeci internamente, ahora que mi padre estaba al tanto de todo me obligaría a irme con él como lo manda nuestras leyes.—No lo sé padre, simplemente sentí ese sentimiento de rechazo dentro de mi. Sé que no es normal esa situación, pero no pude evitarlo—le respondí lo mas tranquila posible.Su expresión cambió a una más de enojo.—No puedo creer la tranquilidad que siempre tienes para estas cosas. ¿Sabes lo que prosigue en estos casos cierto?—preguntó.—Por supuesto que lo sé y no estoy dispuesta a irme con él—le dije
Narra caíanVeía a mí luna de reojo, su despedida fue algo incómodo. Se notaba que había una tención entre su padre, la manada y ella.—Espero que te guste nuestra comunidad—le dije para hacerle platica.—Si por supuesto—dijo observando la ventana.Quería hablar más con ella, pero no sabía que más decirle, sentía que me alejaba.Minutos después llegamos a la manada, bajemos del auto. Los lobos comenzaron a bajar la carga de alimentos, los omegas se hicieron presentes para guardarla y preparar la ración de está noche. Debía también hacer la presentación oficial de Zafiro como mí mate ante todos, generalmente se hacía con una fiesta de bienvenida, pero no podíamos utilizar la comida que habíamos traído para la celebración, porque nos quedaríam
Narra ZafiroLlegué a lo que ahora sería mí habitación. Me senté en la cama, cerré mis ojos y toqué un punto específico de mí rostro, ese pequeño beso había despertado en mí un fuego intenso. Su olor a césped fresco me estaba encantando ¿Será que estaba siendo la conexión entre nosotros? Quise pensar que solo era cuestión de tiempo para sentirlo, pero no estaba segura.Me asomé por la ventana, dónde pude apreciar las estrellas. Las casas eran muy hermosas unas eran de época y otras un poco modernas al igual que el mobiliario, me gustaba la combinación y creo que las costumbres también eran un poco diferente, recordé las palabras de mí padre y ahora que me encontraba en otro lugar que a partir de hoy sería mí hogar, debía tratar de seguir un comportamiento adecuado
Narra CaínMe sorprendió las palabras de zafiro, sus ojos me indicaba que su loba hablaba en serio. Después del recorrido regresamos a la casa. Mí luna quiso ir a dormir de inmediato, así que la acompañe hasta la puerta de su habitación.—Espero que puedas descansar, la primera noche en un nuevo lugar puede ser incómodo—le dije acariciando su mejilla, sus ojos seguían verde esmeralda, fue ahí que le di la oportunidad a Tye de tomar posición de nuestro cuerpo, quizás una charla entre nuestros lobos pudieran acelerar las cosas entre los dos —. ¿Cómo te llamas?—le preguntó Tye.—¿Elle y tu?—respondió ella a través de zafiro.—Tye—respondió—. Eres muy hermosa, tu olor me lleva a otro mundo—dijo observando sus labios rojos y acercándose aún más a ella. Nuestros cuerpos estaban muy cerca al igual que nuestros rostros.Ell
Narra zafiro.Salí corriendo lo más rápido posible con dirección al río, cuando estuve cerca caminé sigilosamente, escuché las aguas moverse, junto a unos gruñidos, lo que vi me dejó paralizada, era una criatura enorme, de color negro, tenía cuatro patas con uñas afiladas, su piel eran rocosa sus ojos eran rojos fuego, tenía anatomía de un lobo, pero en una manera monstruosa. Sentí en mí espalda de nuevo el ardor que últimamente había sentido dónde cuyo resultado era pequeños tatuajes en forma de geográficos que no entendía.—Ten cuidado al atacar, ese monstruo parece ser fuerte—le dije a Elle, ahora que estaba transformada ella tenía el control de nuestro cuerpo.Está criatura, me vio y se puso en guardia mostrando sus afiliados colmillos, uno que eran mucho más grande que un lobo prome
Narra Caín.Mí luna se veía afligida ante el relato que me iba a decir. Comenzó explicándome que desde que tiene memoria siempre se ha sentido diferente a los demás, que presentía que ella había nacido para un propósito que no era precisamente ser la compañera de vida de alguien. Esto ha provocado que no pudiera sentirse atraída completamente hacía mí por la conexión que teniamos los lobos.También me dijo que no estaba de acuerdo con algunas de las reglas de nuestra especie, para ella cada lobo sin importar si era hembra o macho tenian el mismo derecho de elegir sobre su vida, aunque estás desafiaran nuestros mandatos. Es por esta diferencia de perpectiva, que su padre y ella no se han llevado bien.—Ultimamente en estos días he sentido una especie de entidad dentro de mí que no es precisamente Elle mí loba, sin
Narra Zafiro.Después de ese momento especial dónde me sentí en en otro mundo. Nos despedimos en el medio del pasillo donde nuestras habitaciones estaban.Ingresé a la mía, algo cansada por la caza, me duche limpiando así mí cuerpo de la suciedad, mí herida no me dolía tanto como al inicio, me había quedado dos mordidas al lado derecho de mí cuello, pero cerca del hombro así que lo podía cubrir fácilmente con un suéter. Cuando terminé me fui a la cama donde cerré los ojos con el propósito de descansar, poco después caí en un profundo sueño.Al día siguiente.Desperté por los rayos del sol, está noche sería mí bienvenida a la manada. Estaba emocionada por tal fiesta, más al saber del entusiasmo de los demás por lo que había hecho por ellos. Me levanté, vestí y salí