Ashley despertó y comenzó a palpar con sus manos al sentir que Alexis no estaba. Decidió levantarse, cambiarse de ropa e ir a buscarlo. Bajó hasta la cocina, ahí estaba su mama y abuela.

- Te has levantado algo tarde querida – dijo su abuela sonriendo.

- Me he quedado dormida – dijo Ashley y la abrazó para saludarla.

- Vamos, siéntate a desayunar, hice tu comida favorita – dijo Mónica sirviendo el desayuno sobre la mesa.

- Gracias, mamá –  Ashley tomó asiento. Al ver el desayunó que le preparó su mama se alegró mucho, pues eran huevos cocidos con tocino y jugo de naranja su favorito. Al terminar preguntó algo apenada - ¿Han visto a Alexis?

- Se despertó muy temprano hoy y te ha dejado un recado “vendrá con una sorpresa para ti” – dijo Mónica.

- Ese muchacho es un caballero, ya no los hacen como antes – dijo su abuela tomando asiento al lado de su nieta.

- ¡¿Sorpresa?! ¿Qué sorpresa podría ser?

En ese momento el