Capítulo8
Me levanté sin querer prolongar la conversación con Luciana, pero ella se arrodilló frente a mí.

—Mariana, te lo suplico, no puedes arruinarlo.

¿Cómo puede decir que lo arruinaré cuando solo estoy compitiendo justamente?

He visto gente sin vergüenza, pero nunca a este nivel.

Me incliné para mirarla.

—Luciana, si tanto te preocupa, ¿por qué no usas el dinero de tu familia para ayudarlo? Aunque los Briones no sean tan ricos como nuestras familias, deberían tener suficiente para conseguir este proyecto.

Me fui sin más, no quería seguir perdiendo el tiempo con tonterías.

Los días siguientes estuve completamente enfocada en el proyecto, sin prestarles atención.

Cuando me di cuenta, hacía mucho que no veía a Santiago.

Tomé un auto del garaje y me dirigí a su casa.

No había nadie en la sala, pero se escuchaba el sonido de papeles en el estudio. Al abrir la puerta, vi a Santiago revisando algo.

Al verme, se levantó emocionado.

—Mariana, tengo una sorpresa para ti.

Me acerqué y me entregó un co
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