Capítulo 92
Isabella cerró con fuerza los ojos por un momento y luego, al abrirlos, le dijo a Daniel: —Daniel, gracias.

Justo cuando salían del café, Isabella vio a Herman bajar del asiento trasero del automóvil. Dio un paso atrás y sus ojos se llenaron de lágrimas nuevamente.

—Herman—Daniel se adelantó cortésmente para saludarlo.

Herman, vestido con un impecable traje, pero sin gafas, irradiaba la madurez y la seriedad de un hombre de negocios, aunque sus ojos estaban cansados y hundidos, revelando señales de fatiga.

—Isabella, sube al auto—indicó Herman.

Isabella apretó los puños a su lado, recordando las palabras de señor Pérez sobre mantenerse alejada de Herman y la familia Pérez.

Daniel, viendo la situación, se despidió con discreción y se fue.

Isabella miró fijamente a Herman y, finalmente, bajó del escalón para subir al auto con él.

Tenía que aclarar las cosas.

—¿A dónde vamos? —preguntó Isabella después de un breve rato en silencio dentro del auto.

—Estamos llegando—respondió Herman.

El au
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP