Irina quería pensar que no se había vuelto loca. El hombre que toda la semana se había esforzado por supuestamente reconquistar a su sobrino no podía estar coqueteando tan abiertamente, en pleno pueblo tan pequeño como aquel ¿verdad? ¿Y con aquella omega? Quiso pensar que no y se acercó un poco y si, no había dudas. Cuando el alfa alzó la cabeza con una sonrisa lo vio gracias a las luces de la calle.
Ese definitivamente era el desgraciado.
***
Julian estaba tranquilo tejiendo sentado en el sofá de la casa cuando la puerta se abrió y cerró con un sonido estruendoso. Su tía entró casi corriendo hacia él y lo agarró de los hombros. Sus ojos estaban inyectados en sangre.
-¿Qué pasa?- Julian no pudo evitar que el tejido se cayera de sus manos. Su tía era una persona difícil pero pocas veces se descontrolaba de aquella manera.
-Escúchame bien Julian. Ese alfa imbécil, que ni siquiera se puede llamar el padre de tus hijas es un verdadero imbécil. Así que ni se
Julian abrió los ojos lentamente. Sus párpados se sentían pesados al igual que todo su cuerpo. Intuitivamente se llevó la mano a su barriga preocupado de que las cachorritas que se formaban allí les hubiera ocurrido algo. Para su alivio su barriga estaba intacta y no dolía. Eso era bueno, pero ¿Qué había pasado?...Ahora recordaba.El empujón, la caída el miedo y...y...unos brazos a su alrededor que lo envolvían protectoramente. Y allí estaba él vacilando nuevamente cuando se suponía que debía retroceder. ¿Por qué la sombra de Madox lo perseguía? Al parecer no había sido una buena idea haberlo llamado. Nunca esperó nada de él, pero el alfa parecía muy empeñado en estar a su ladoEntonces...¿Por qué había estado con aquella omega?Apretando sus labios e intentando calmarse comenzó a enderezarse en la cama encontrando que su mano estaba siendo agarrada con los dedos entrelazados. Una cabellera rubia descansaba sobre el costado de la cama. El rostr
El rostro de Madox, a diferencia de lo que esperó Julian fue de duda y después se puso pensativo.-¿Omega?- inclinó la cabeza y su cabello cayó a un lado.-La misma omega que me empujó por la escalera ¿Vas a negar que no tuviste nada con ella? Si hasta hablaron cuando me atrapaste- Julian se secó las lágrimas dejando que un sentimiento incómodo lo llenara.-Ohhh, esa loca- pronunció- Pues no, no pasó nada con ella. Reconozco que dejé que se me acercara, pero le dije que estaba comprometido y sería futuro padre que ya no me gusta las mujeres que le abren las piernas a cualquiera. Si vieras la cara que puso. Se siente extraño rechazar a una mujer después de todo, pero no se sintió mal- le sonrió.En cambio, el rostro de Julian estaba sumamente serio.-Pajarito, no me mire así ¿Crees que te engañaría? Nunca antes te he mentido. Ni una sola vez. No estaría con nadie ahora y menos ahora que estás esperando mis cachorritas ¿No confías en mí?-Julian neg
Madox no podía creer lo que veían sus ojos. Delante de él estaba su pajarito, no, sus pajaritos porque ya sentía que aquel par de bolitas que crecían dentro de él, eran también suyas. No pudo evitar que su pecho comenzara a latir, pero automáticamente los nervios lo invadieron.-Señor, señor- la voz de una de las encargadas lo llamó- Necesita pasar a la pista--Cállese- Madox se giró y le gruñó. Estaba muy temperamental en ese momento y en un dilema mental. Tenía que concentrarse en lo más importante que no era precisamente su viaje de regreso.La mujer palideció más mantuvo la boca cerrada y bajó la cabeza. Era una simple beta haciendo su trabajo, solo se había encontrado con un alfa con sus problemas un poco ido de las manos.Madox se giró de nuevo hacia Julian y soltando su maleta se acercó a él, lentamente, sin aun creerse que él estaba ahí. Delante de él. Tan chiquito, tan hermoso, tan maduro. Si, maduro, porque después de sentarse a analizarlo, lo
Si había una cosa que Julian sabía muy bien era que no tenía la menor intención de volver con Nolan, por lo que había preparado minuciosamente su plan desde días anteriores. Verificando que el alfa no estaba cerca salió del camarote de ellos escondiendo en una pequeña bolsa con lo único que necesitaba los documentos de Madox.No le importaba el contenido. Más bien, no quería saberlo. Madox era como era, pero al menos no creía que estuviera en algo ilegal. Y más conociendo a Nolan.Salió caminando por el pasillo con paso rápido y centrado en su objetivo. No negaría que estaba temblando. Sentía que sus manos estaban húmedas y pegajosas y estaba cubierta de una ligera capa de sudor frío. Si tenía miedo y mucho.Cuando había ideado ese plan había muchos contras y razones para que no se cumplieran. La primera era qu
Aidan se removió en la cama ante el sonido taladrante a su lado. Gruñó con su garganta y se acurrucó más contra el pecho fuerte que estaba delante de él. Aun así el sonido no cesó.-Tranquilo- la mano de Dominic acarició su cabeza y al fin hubo silencio. Aidan volvió a dormirse aspirando las feromonas de su alfa.Dominic sonrió y encendió la pantalla. Quién demonios llamaba a esa hora de la mañana. Era el día libre de ambos y después de trabajar durante toda la semana simplemente habían querido dormir. Ni siquiera habían hecho el amor. Solo se habían bañado al volver a se habían acostado. Pero por supuesto siempre había alguien que perturbaba su tranquilidad.Pero al ver el nombre de Madox en la pantalla su molestia bajó un poco.-¿Oye, has visto lo hora que es?- dijo en voz baja acomodando
Aidan se levantó tras un leve sonido que veía de afuera de la habitación. Se sentó en la cama y se acomodó el cabello hacia atrás quitándolo del rostro. A su lado Julian dormía plácidamente. Al parecer sin preocupaciones, aunque Aidan se imaginaba que estaba cansado de los últimos acontecimientos. Después de todo, tratar con un alfa no era cosa de juego. Y menos uno como Madox.Con cuidado se levantó de la cama y pasó por el baño antes de salir. No fue sorpresa encontrar la espalda esta vez cubierta de su alfa dentro de la cocina. Él había sido considerado dado que tenían visitas y no era bien visto que un alfa se estuviera exponiendo teniendo una pareja. Y más uno como Aidan. Aunque extrañó el cuerpo casi desnudo de su pareja solo cubierto por un bóxer negro cocinando en las mañanas. Así cualquiera se despertaba de b
Madox le había dicho que la llevaría a unos lugares especiales, pero Julian no tenía la menor idea de a donde sería. Él no daba detalles aunque tenía una enorme sonrisa en su rostro. Tenía que reconocer que le gustaba que el alfa le prestara atención. Pero no como antes.Madox siempre era atento con sus parejas, no importaba si era una aventura de una noche o alguna cita que durara una semana. Seducía tanto con sus acciones como con sus palabras. En eso era eficiente. Por eso Julian nunca le había exigido más de su atención. Temía que si lo hacía el alfa lo dejaría de lado, como lo había hecho con algunas que si se había atrevido a pedir más de lo que él les daba y no habían terminado bien.Él era un alfa impredecible. Nunca se sabía cómo iba a actuar y eso era lo que le daba miedo. Además, que era impos
Aidan tomó la mano que le ofrecía su alfa para bajarse del auto delante del restaurante más caro de toda la ciudad. Como cuando tu alfa te quiere demostrar que tiene dinero y mucho. No lo criticaría, era parte de su naturaleza dominante ser así y más cuando estaban cortejando.Porque si, Dominic lo estaba cortejando en serio, y además sabía las intenciones de por qué lo había llevado allí. Lo conocía bastante bien y no era precisamente un alfa disimulado, y mucho menos su amigo Madox que casi lo gritó para toda la casa antes de salir esa misma mañana. Pero él no iba a arruinar su sorpresa.Estaba de muy buen humor después de preguntarse cómo le había ido a Julian y esta le había comunicado diciendo que le había ido de maravilla en todo el trayecto. Madox resultó un enamorado empedernido después de todo y alguien que l