Celeste
Estaba junto a Daniel en la mesa de bocadillos, él ya tenía la comida llena de doritos y no puedo evitar reír al ver esa escena, ni siquiera puede cerrar la boca para masticar. En verdad debo aceptar que nunca había pasado tanto tiempo con Daniel, pero hasta ahora me la he pasado muy bien.
—Ángel nos necesita afuera de la escuela—dice Bryan al llegar a nosotros.
—¿Ahora? —pregunta Daniel como puede, por los doritos que ni siquiera lo dejan hablar.
—Me ha mandado un mensaje—comenta enseñando su celular, el cual decía "10-10 Puerta de la Escuela".
—¿Qué es un 10-10? —pregunto y veo a Daniel soltar el plato que tenía en unas de sus manos, quitarse el saco del smoking que tenía y dármelo—¿Qué pasa?
—Es un condigo de policía, significa disputa en curso—dice Bryan también quitándose el saco y dándomelo, lo cual me confunde más—. En otras palabras, Áng
Ángel—Venimos a despejar la mente —La escucho decir a Celeste- No a emborracharte, ni a provocar peleas ¿sí?—Si, si —digo y comienzo a avanzar a la fiesta.—Reglas —Esas palabras me detienen—. Nada de beber whisky, ni vodka, solo cerveza y moderadamente—dice y su voz suena más autoritaria que de costumbre—Baila, habla con quien quieras, pero no busques problemas.—Tranquila yo lo cuido—expresa alguien integrándose a la conversación, era Bryan.—No soy un niño—comento mirando a Bryan—. Pero, ya tengo niñera ahora tu diviértete también ¿Sí? —digo besando la frente de mi prima y retirándome del estacionamiento con Bryan.Al entrar entre las personas, se sentía la euforia y la emoción. Pero en verdad no tenía ánimos, solo dije lo de la fiesta, porque pensé que ella no iba a querer venir y cómo quiera vino. No me ha dejado solo desde que terminé con Gabrie
Ángel—Dime que no es cierto, que es imposible que...yo... estoy alucinando, eso es—dice ella confundida—es imposible que, habiendo trecientas personas en este lugar, cien chicos, más de doscientas chicas—Lo dice analizando sus palabras—. Hayas besado a su novia.Hay un grado de enojo en su voz, lo puedo notar.—Celeste.Es lo único que me sale de mí.—Dime que es mentira que tu no harías eso—dice y noto sus ojos cristalizarse—. Doscientas chicas Ángel y besaste a su novia—Lo dice gritando—¿Me estás jodiendo?Ella se acerca a mí y comienza a golpearme con sus delicados puños.—Te odio, te odio, te odio...—dice y siento como se le quiebra la voz—¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?—No lo sé- Digo tomando sus manos con las mías—Tal vez me gusta, sé que eso me hace un egoísta y un idiota, pero...—Se aleja de mí, l
CelesteNi siquiera sé porque fui a esa estúpida fiesta en la playa, ya me recordé porque Ángel quería ir y no quería que fuera solo, pero joder estamos a media semana de clase y me cuesta levantarme, pero con la poca voluntad que tengo me levanto.Todo lo que pasó ayer fue un error, al salir de mi habitación paso, por la puerta de Ángel, ¿Cómo pudo besar a Isabela? Dice que no lo hace para lastimar a Louis, pero sus acciones dicen lo contrario. Siempre me he repito a mí misma, que en el fondo él es una buena persona, pero creo que el cariño que tengo por él es el que habla.Al bajar a desayunar, mi madre me informa que Ángel ya se ha ido, porque hoy es el primer juego de la temporada de basquetbol y le exigen llegar temprano el día de hoy, en verdad en estos días de juego, no dan muchas clases, pero los estudiantes debemos ir a poyar al equipo.Estoy en mi casillero guardando mis cos
LouisAl abrir mis ojos lo primero que noto es que no estoy en mi habitación, el olor al alcohol y las decoraciones blancas en todo el lugar, me indican que estoy ¿En un Hospital? Veo a mi padre junto a Fernando hablando con unos doctores fuera de la habitación, los veo por la ventana.Trato de moverme, pero me siento muy débil, al tratar de mover una de mis manos, siento que alguien la sujeta, lo que me hace fijar mi vista hacia ahí, me encuentro con Celeste, su cabeza esta recostada sobre la cama.Mis movimientos, la han despertado, su mirada se fija en mí, noto que sus ojos están hinchados y rojos de ¿Llorar?—Has despertado—una pequeña sonrisa aparece en sus labios—¿Estas bien? — En verdad no sé, si lo estoy —Buscaré al doctor.En menos de diez segundos todas las personas, que veía a través de la ventana, están aquí.—Campeón ¿estás bien?—El primero
CelesteMi cuello me duele, abro mis ojos y lo primero que veo es a Louis acostado sobre su cama, se ve tan tranquilo durmiendo, me levanto del sillón donde dormir anoche. No quería dejarlo solo ni un segundo, ayer tuvieron que medicarlo para poder cálmalo, no puedo creer que ayer haya intentado suicidarse, un escalofrió invade todo mi cuerpo, de solo recordarlo en la horilla del edificio.Acaricio su frente solo un segundo y siento una lágrima caer por mi mejilla. El ruido de mi celular hace que aparte mi mano de su frente. No quiero que despierte, creo que necesita dormir y aunque creo que los sedantes aún están haciendo efecto, no quiero arriesgarme, así que salgo de la habitación para poder contestar.—Hola —digo.—¿Celeste estás con Louis? —es mi madre —Tienen que venir al hospital, ahora.—El no puede ir ahora, necesita descansar, p
La verdadera amistad es difícil de encontrar, se podría considerar escasa y en riesgo de extinción, pero si de algo estoy segura, es que por más tormentas que se levanten y huracanes que se presenten; si la amistad es verdadera, sobrevivirá a toda tempestad.En esta ocasión vamos a acompañar a Louis Harris un chico amable, reservado y apasionado por la escuela (Sí, Nerd) y Ángel Anderson este ser carismático, ególatra y egoísta.Estos chicos simplemente son polos opuestos, así que vamos a descubrir junto a ellos en esta pequeña aventura si su amistad es verdadera o si simplemente no son amigos.
LouisLa luz del sol me comienza a molestar, lo cual provoca que abra los ojos, en verdad no tenía muchas ganas de hacerlo. Sí, era el primer día de clases del último año de escuela, en verdad no me emocionaba volver, lo único bueno es que estaba a solo un año de poder asistir a la universidad, al fin podré mudarme a Londres como siempre he querido y poder empezar de nuevo, dejando atrás todos los malos recuerdos de esta ciudad.Ese pensamiento es el que utilizo para levantarme y ponerme de pie.Luego de asearme, me coloco un pantalón jean, una camisa blanca y me miro al espejo; noto mi cabello hacia todos lados, pero no me preocupo por él, mi cabello es medio bipolar, unos días es rubio, otros días es castaño, simplemente lo dejo ser. Me dirigí hacia él comedor mi madre se encuentra desayunando.—Buenos días mi niño.Ya tengo dieciochos años, pero para ella
ÁngelAbro mis ojos y lo primero que viene a mi mente es que hoy comienzo el último año de escuela y no puedo estar más feliz por eso. En verdad no me puedo quejar de mi trayectoria en la escuela, soy el capitán del equipo de básquetbol, lo cual me hace el más popular, además tengo la mejor novia y tengo una familia que me apoya.Haciendo a un lado mis pensamientos, me levanto de la cama y me dirijo al baño, salgo, me pongo un pantalón negro, un poloche blanco y una chaqueta negra, paso un peine por mi cabello, un par de veces y salgo de mi habitación, bajo las escaleras y me dirijo a la cocina. Entonces escucho la voz más irritante del mundo.—Pensaba que no ibas a bajar—expresa esa chica de baja estatura, que ahora no se notaba por estar sentada, era de tez blanca, cabello castaño con pequeños reflejos rubios.Muy diferente al mío que era totalmente negro y oscuro, lo que, si te