[AZUL]
Tengo mis ojos cerrados, estoy recostada en el sofá del consultorio de Victoria en mi segunda sesión con ella — Azul, comencemos la sesión hablando de lo que me dijiste la ultima vez. ¿Por qué dices que no crees en el amor? — Pregunta refiriéndose a lo que hablamos en la primera sesión y quedamos en profundizar hoy.
Los recuerdos de Fernando y yo juntos pasan por mi mente. Recuerdo lo felices que éramos, la forma en que nos amábamos, su sonrisa, sus manías... y después lo poco que duro mi felicidad. Estos recuerdos hacen que las lágrimas instintivamente salgan de mis ojos — Nunca nadie me amo, y cuando alguien lo hizo y yo lo ame de la misma forma... lo perdí... — Confieso y me siento en el sofá mientras que un llanto desesperado se apodera de mí. No puedo evitar ponerme así cada vez que pienso en el asco que fue mi v
[SANTIAGO]Estamos partiendo rumbo al aeropuerto para ir a Los Ángeles, y no puedo dejar de pensar en lo diferente que se ha comportado Azul en estos días. Si bien aún sigue reacia a nuestra cercanía ya no me esquiva tanto, nuestras últimas dos clases de ingles han sido bajo mucha menos tensión que la primera donde apenas me acerque a ella ya la incomodaba. Jorge es quien nos está llevando al aeropuerto y una vez que llegamos al aeropuerto rápidamente bajamos nuestras maletas y entramos para hacer el check—in y todo los protocolos de seguridad que ya son habituales. Una vez que nuestro vuelo es llamado, subimos al avión, nos sentamos en nuestros asientos en primera clase y minutos después este despega.Llevamos varias horas de vuelo entretenidos leyendo y escuchando música hasta que la observo y puedo ver que está nerviosa —¿Qué te sucede? ¿Estás
[SANTIAGO]Después de nuestra conversación, no he podido dormir absolutamente nada en todo lo que resto del vuelo; ella en cambio aun no ha despertado y ya el avión esta aterrizando en el aeropuerto internacional de Los Ángeles. Me da lástima tener que hacerlo porque realmente se ve sumamente en calma durmiendo, pero debo despertarla.— Azul... Ya estamos llegando. — Le digo a su oído mientras acaricio su mano.Ella se despierta un poco asustada y gira su rostro haciendo que sus labios queden frente a los míos. Al darse cuenta de que estamos tan cerca ella abre sus ojos ampliamente y me mira. Primero me mira a los ojos, pero después observa mi boca, y yo estoy haciendo un esfuerzo sobre humano para resistir las ganas que tengo de besarla. Con mucho esfuerzo me acomodo nuevamente en mi asiento sintiendo su mirada sobre mí.— Gracias... —《¿Gracias? &i
[AZUL]Santiago me envuelve en un abrazo que me transmite protección, pero que al mismo tiempo me hace temblar de pies a cabeza. Está vez sus labios no me han provocado miedo; sino que, por el contrario, me han hecho sentir lo mismo que sentía junto a Fernando. Sé que Victoria me dijo que no debía pensar en que olvidaría a Fernando si sentía lo mismo con Santiago, pero mi mente me juega en contra.Siento los dedos de Santiago quitando las lagrimas de mis mejillas y es un acto que realmente me toma por sorpresa. Me siento un poco mejor en el banco donde nos encontramos y lo observo. Él no me dice absolutamente nada, solo me lanza una media sonrisa.—Perdóname— Le digo avergonzada.— ¿Por qué debería perdonarte? — Me pregunta en lo que yo siento casi como un susurro.— Por ponerme de esta forma. Seguramente debes estar creyendo que so
[SANTIAGO]Estamos llegando al hotel y el viaje en el taxi ha sido en absoluto silencio. Yo no he hablado por que simplemente sus besos me han dejado literalmente temblando. Sus labios son como la miel y realmente me encantaría besarlos muchísimo más, pero sé que me debo tomar las cosas con calma junto a ella. Si bien nos hemos besado, aun no tengo muy claro que es lo que han significado esos besos para ella. Le he dicho te quiero, pero Azul no ha dicho palabra. Comprendo que tiene miedo y el solo hecho de pedirme que la bese ha sido un gran paso de su parte.Llegamos a las puertas de nuestras habitaciones y no sé como despedirme de ella. 《¿La beso? ¿La abrazo? ¿O simplemente le digo adiós?》 Ella me mira y me da una media sonrisa — Santiago, no hagamos de esto algo tan incomodo. Hagamos lo que nos nazca en el momento, debo aprender a volver a empezar. — Sugiere y su última frase hac
[Azul]Abro mis ojos y no tengo ni idea de donde estoy. Está todo oscuro intento moverme, pero no puedo 《¿Qué sucedió?》 No me acuerdo de absolutamente nada; mi último recuerdo es estar reunida con Carlos, Alejandro y Samuel, el abogado de Alejandro. Muevo mis manos intentado deshacerme de lo que me impide moverme, pero no lo logro. Tampoco puedo gritar ya que mi boca está tapada. De pronto escucho un teléfono timbrar a lo lejos y escucho algunas voces.—¡Es otra vez este tal Santiago! ¿Qué hago?¿Contesto? —— ¡No! —Son dos hombres, pero no reconozco sus voces.— Voy a buscar al jefe para ver que quiere que hagamos con la niñita esta…—— Voy contigo... —Oigo una puerta cerrarse fuertemente y esta es mi oportunidad... necesito salir de aquí. Acerco mi cabeza a mi hombro he i
[SANTIAGO]Estoy en la ambulancia con Azul, y el nivel de adrenalina en este momento es muy alto. Los paramédicos están intentando estabilizarla, pero está sangrando mucho. Uno de los dos hombres que la tenían secuestrada le ha clavado un puñal en su estomago y aun no se sabe que daños a causado y yo siento que podría morirme si algo le sucede.En pocos minutos, llegamos al hospital, me bajo se la ambulancia y rápidamente ellos bajan a Azul y la llevan a la sala de emergencias y aunque intento ir con ella, los paramédicos me piden que espere en la sala de espera mientras que la atienden.Estoy demasiado nervioso caminando en círculos en este lugar, estoy muy angustiado y de pronto Roger entra a la sala donde yo estoy esperando.— ¿Cómo se encuentra Azul? — Me pregunta colocando una mano sobre mi hombro.— No lo sé, estuvieron int
[SANTIAGO]Llevo más de dos horas sentado a su lado esperando a que despierte, a que me diga algo, mirándola a los ojos, podría quedarme mirándola toda mi vida es absolutamente preciosa. Las enfermeras han pasado por la habitación para asegurarse de que estuviera bien y se los agradezco muchísimo. Roger por otra parte ha sido muy bondadoso conmigo y me ha traído un café para hacer la espera más amena, pero se ha tenido que marchar, aunque me ha dicho que regresaría en unas horas. Tengo mi cabeza apoyada sobre la cama, sigo sujetando su mano como lo he hecho en todo este tiempo hasta que de repente puedo sentir como su mano se mueve. Levanto mi cabeza rápidamente y allí esta ella abriendo sus ojos lentamente.—¡Mi niña! ¡Hasta que al fin despiertas! — Le digo abrazándola y ella se queja ante mi contacto y es que he olvidado completamente su herida.
[AZUL]Abro mis ojos los cuales me arden demasiado y creo que es de la cantidad de lágrimas que he derramado al enterarme que nuevamente me han fallado. Observo a mi alrededor y allí esta Santiago sentado sobre el sofá que hay en la habitación. Parece estar bastante incomodo, miro al reloj y son las 8AM. Intento acomodarme un poco en la cama, pero el dolor en mi abdomen se hace presente haciendo que se me escape un sonido de queja de mis labios.Santiago abre sus ojos y lamento haberlo despertado — Lo siento. — Le digo un poco apenada.— ¿De que hablas? — Me cuestiona un poco dormido.— Que te he despertado.— Explico.— No, no te preocupes que ya estaba medio despierto hace un rato ¿Cómo has amanecido? — Me pregunta con una media sonrisa.— Bastante adolorida y me arden los ojos. — Le explico.— Es que has llo