—¡Apolo!.

El se encontraba golpeando a su tío, la sangre cubría el rostro de él por lo que en un intento de hacerlo entrar en razón lo empujé y el se levantó furioso y se coloca frente a mí con su mano alzada, no demuestro temor por el contrario, me mantengo fría y firmé y molesta por el comportamiento irracional que tiene lo abofeteo dos veces, todo quedó en calma, silencio absoluto

—¿Qué demonios crees que estás haciendo al comportarte como un desalmado asesino?. —estaba indignada porque este no es el Apolo que amo. —¡Cómo puedes comportarte de esta forma tan estúpida!

—Señor Wolff… —una de las empleadas del tío de Apolo lo ayuda a colocarse de pie, volteo a verlo y ella le da una toalla para limpiar su rostro. —¿Esta bien?.

El le tira la toalla en sus manos e intenta acercarse a Apolo pero yo me interponga entre ellos y cabreado me observa esperando que me haga a un lado, pero no lo hice. No me importa si es hombre, no le temo.

—Será mejor