Nathan
Entro al gimnasio y busco con la mirada a Alberto el cual está en una esquina hablando con Javier, me acerco a ellos y el primero me fulmina con la mirada.
—Llegas tarde, —me dice serio.
—Asuntos que atender, —respondo con una sonrisa de lado— ¿Comenzamos? —Cuestiono.
—A la caminadora, —ordena como siempre, ruedos los ojos y tomo mi reproductor, coloco mis audífonos y voy a la máquina para comenzar mi rutina desde que llegue a Centroamérica.
En unos días es mi segunda pelea y es contra la cobra, no sé quién es pero dicen que es una bestia en el ring, así que debo tener cuidado sino quiero terminar hecho mierda contra el suelo.
(...)
— ¡Más fuerte! —Grita Alberto sosteniendo el saco de box. Doy dos puñetazos más fuerte provocando que él se tambalee&mda
Nathan—Ahh... Nathan... Por... Favor, —jadea Ximena en protesta cuando detengo mis embestidas provocando que no llegue a su orgasmo.— ¿Qué quieres cariño? —Pregunto divertido mientras acaricio su vientre ya un poco abultado y no me había dado cuenta. Muevo mis caderas y ella gime, está muy sensible porque cada vez que está por llegar a su orgasmo me detengo por unos minutos pero debo admitir que ha sido difícil porque estoy a punto de explotar en cualquier momento puedo sentir como la parte baja de mi abdomen cosquillea, listo para liberar mi semen dentro de mi mujer— ¿Volverás a burlarte de mí? —Interrogo deteniendo mis movimientos y pellizcando sus pezones.—No, —gime y yo sonrío para comenzar a embestirla rápido mientras estimulo su clítoris, Ximena no tarda mucho en tener su orgasmo pero esta vez tuvo u
Nathan—Joder. —Gruño al sentir que mi cabeza explotara en cualquier momento, intento levantarme pero tengo que volver a recostarme porque mi cabeza me está dando vuelta. Siento como si una manada de elefante hubiera pasado por esta. Despacio abro uno de mis ojos y giro un poco mi rostro. Abro ambos ojos al ver una cabellera rubia, frunzo el ceño e intento recordar que diablos hice a noche. Me levanto de la cama y esta vez me tenso al vislumbrar mi cuerpo desnudo y el de la desconocida igual— ¿Qué coño hice a noche? —Murmuro tomando mi ropa interior y colocándomela.La mujer despierta y es la misma que me acoso en el gimnasio.—Buenos días, guapo, —murmura cubriendo sus pechos con la colcha. La miro serio mientras me cruzo de brazo.— ¿Qué coños haces en mi habitación? —Pregunto, ella arquea una de sus cejas
XimenaFroto mis ojos mientras me levanto para ir a la cuna de Nicolás el cual llora por atención.—Shh... ¿Qué pasa pequeño? —Cuestiono en un susurro mientras lo cargo para ir con este hasta un cómodo sillón donde saco mi pecho y el desesperado succiona de este calmando sus hipidos.Sonrío mirando a mi pequeño el cual ya tiene un mes de nacido, acaricio su cabello negro como el mío mientras que abre sus ojitos tan parecido a lo de su padre, suspiro recordando que ya son diez meses alejada de Nathan sin saber nada de él.Desde que me fui con mi madre a Phoenix a la casa de mi difunta abuela materna la cual falleció hace unos meses atrás dejándome como heredera de su centro de spa y dos hoteles que tenía.Mi madre y yo no estamos haciendo cargo de todo pero ahora que di a luz no he tenido tiempo para ayudarla...
Ximena—Este precioso está listo, —murmuro cuando termino de colocarle un gorro a Nicolás quien hace algunos pucheros mientras extiende sus brazos para que lo cargue, Nico ya está más grande y tiene sus seis meses de vida— ¿Quién es lo más bello de mami? —Pregunto tocando su cabello negro mientras que él sonríe mostrando sus encías.—Ximena se te hará tarde, —anuncia mi madre entrando a mi habitación.—Ya estamos listo, —le digo tomando a Nicolás en brazo y luego agarrando un pequeño bolso con todo lo necesario para mi pequeño, miro a mi madre quien está un poco nerviosa desde hace unos días y aún no me dice el porqué de sus nervios tampoco he preguntado, pero ya me da curiosidad saber.— ¿Se podría saber por qué tan nerviosa? &
Nathan—Comenzar de nuevo, —susurro mirando a Ximena esta asiente—Esta bien, —murmuro después de unos minutos en silencio, creo que es mejor comenzar de nuevo a perderla para siempre.Toc... Toc…Ximena y yo miramos hacia la puerta a la joven parada la cual me mira para luego mirar a la mujer frente a mí.—Ximena, disculpa que te moleste pero Paola me mando a decirte que Nicolás ha despertado, —anuncia la chica.—Gracias Ingrid en seguida estoy allá, —murmura y la chica asiente para luego irse y dejarnos solos, Ximena me mira y parece meditar lo que dirá— ¿Quieres verlo? —Pregunta con suavidad.—Sí, —respondo yendo hacia un pequeño banquillo donde está mi ropa, quito la bata quedando desnudo y puedo sentir la mirada de Ximena sobre mí, sonrío, me colo
Ximena—Ya verás cómo hago que cambies de parecer, —comenta para cargarme y caminar conmigo hasta mi habitación, me deja en el piso mientras yo me giro y hecho mi cabello aún lado dejando libre mi cuello, Nathan se coloca detrás de mí y baja mi cierre para dejar un beso en mi nuca luego de que mi ropa cae al suelo.Quedo solo con mi tanga frente a Nathan mientras escucho su respiración un poco pesada, sus manos se colocan en mi vientre mientras que me pega más a su cuerpo provocando que sienta su dureza pegada a mis nalgas. Gimo cuando sus labios succionan la piel sensible de mi cuello, su mano se desliza por mi abdomen hasta introducirla dentro de mi tanga, sus dedos separan mis labios mayores para luego hacer presión con el pulgar sobre mi clítoris, el cual estimula de lado a lado.—Dios, —gimo cuando lo toma entre sus dedos y lo pellizca, Natha
NathanSalgo de la entrevista que tenía con los periodistas de Fox y voy directo a un camerino que prepararon para mí. Entro y tomo una botella de agua para luego salir e irme de este lugar.Saco mi teléfono, le envió un mensaje a Javier diciéndole que me fui y a los minutos me responde diciendo que me quiere mañana a las seis en el gimnasio, respondo con un simple Ok y detengo un taxi. Le entrego la dirección de una tienda erótica que busque por internet y el taxista solo conduce sin decir nada.—Son 37.25 dólares, —anuncia cuando llegamos a mi destino, le pago y bajo del auto colocándome uno lentes de sol y la capucha de mi abrigo por si hay periodistas cerca, entro a la tienda y me quito la capucha.—Buenos tardes señor, bienvenido a SexLove ¿En qué le puedo ayudar? —Pregunta un chico
XimenaLlegamos a su habitación en el hotel a las cuales muy pocas veces he entrado, miro todo con determinación y no puedo negar que la decoración es elegante pero también con ese toque de hogar, me giro para mirar a Nathan quien no deja de mirarme mientras camina hasta mí.—Ahora si puedo terminar lo que empecé, —comenta tomando mi mano y llevándome al sofá donde hace que me acueste para luego levantar mi vestido y bajar mi braga—Delicioso, —susurra mirando mi coño para luego acercar su rostro a ese lugar, jadeo al sentir su lengua recorrer mis pliegues para luego hacer presión sobre mi clítoris, me es inevitable no alzar mis caderas para encontrar su boca la cual se encarga de succionar, lamer y morder algunas parte de mi sexo.Sus lamidas y mordidas hacen que me contraiga, que grite y gima su nombre. No se detiene en ningún momen