Ximena
Me remuevo en la cama buscando el calor de Nathan pero despierto al no sentirlo, despacio abro mis ojos y miro su lado vacío. Me siento en esta y luego me levanto para recoger la camisa del boxeador la cual me colocó, camino hasta el baño, cepillo mis dientes.
Cuando salgo por la puerta de la habitación entra Nathan cargando una charola, me da una sonrisa y coloca todo sobre la cama.
—Buenos días, —me dice acercándose a mí para dejar un casto beso sobre mis labios.
—Buenos días, —murmuro con una sonrisa para acercarme a la charola que trajo.
—Me encargue de preparar el desayuno, —anuncia y observo lo que preparo: chocolate con leche y pan tostado con huevo revueltos.
—Rico, —susurro mirándolo de arriba hacia abajo, esta vestido con uno Jean y un abrigo de cuello negro mientras que sus pies lo lleva descalzo.&
Ximena—Debes evitar hacer fuerza, —me dice la doctora después de que salen los resultados del bebé, miro a Nathan el cual tiene su rostro serio y en ningún momento me mira.—Yo me encargare de que no haga fuerza, —responde este por mí.—Bien. —Es lo último que dice la doctora. Salimos del consultorio y Nathan camina a varios pasos alejados de mí, suspiro y decido quedarme callada hasta que lleguemos a la casa.Cuando estamos en el estacionamiento Nathan me abre la puerta del copiloto, entro y el cierra la puerta para luego ir al lado del piloto, me coloco el cinturón de seguridad y Nathan pone el auto en marcha.(...)Duramos unos 38 minutos para llegar a la casa, Nathan desde que llego se encerró en el gimnasio y yo decidí subir a la habitación a recostarme un rato mientras que Fabiola está en su habitació
XimenaTermino de atar mi cabello en una cola para luego tomar la laptop y acostarme en la cama para abrir el Skype en la laptop y llamar a Nathan quien ya tiene cuatro días fuera de casa y ayer fue su primera pela por lo tanto hoy tiene el día libre para recuperarse de los golpes.Espero unos segundos en lo que Nathan toma la llamada luego aparece su rostro en la pantalla.—Hola amor, —suelto con una sonrisa la cual se borra al ver algunos moretones en su cara y una pequeña bendita en una de sus cejas— ¿Estás bien? —Pregunto preocupada.—Estoy bien cariño, —responde—Deberías ver al otro, —añade dándome una sonrisa— ¿Qué tal todo en casa? —Pregunta.—Todo bien, —respondo observando más a fondo su rostro logrando notar sus ojeras—Amor ¿Seguro estás bien?
NathanEntro al gimnasio y busco con la mirada a Alberto el cual está en una esquina hablando con Javier, me acerco a ellos y el primero me fulmina con la mirada.—Llegas tarde, —me dice serio.—Asuntos que atender, —respondo con una sonrisa de lado— ¿Comenzamos? —Cuestiono.—A la caminadora, —ordena como siempre, ruedos los ojos y tomo mi reproductor, coloco mis audífonos y voy a la máquina para comenzar mi rutina desde que llegue a Centroamérica.En unos días es mi segunda pelea y es contra la cobra, no sé quién es pero dicen que es una bestia en el ring, así que debo tener cuidado sino quiero terminar hecho mierda contra el suelo.(...)— ¡Más fuerte! —Grita Alberto sosteniendo el saco de box. Doy dos puñetazos más fuerte provocando que él se tambalee&mda
Nathan—Ahh... Nathan... Por... Favor, —jadea Ximena en protesta cuando detengo mis embestidas provocando que no llegue a su orgasmo.— ¿Qué quieres cariño? —Pregunto divertido mientras acaricio su vientre ya un poco abultado y no me había dado cuenta. Muevo mis caderas y ella gime, está muy sensible porque cada vez que está por llegar a su orgasmo me detengo por unos minutos pero debo admitir que ha sido difícil porque estoy a punto de explotar en cualquier momento puedo sentir como la parte baja de mi abdomen cosquillea, listo para liberar mi semen dentro de mi mujer— ¿Volverás a burlarte de mí? —Interrogo deteniendo mis movimientos y pellizcando sus pezones.—No, —gime y yo sonrío para comenzar a embestirla rápido mientras estimulo su clítoris, Ximena no tarda mucho en tener su orgasmo pero esta vez tuvo u
Nathan—Joder. —Gruño al sentir que mi cabeza explotara en cualquier momento, intento levantarme pero tengo que volver a recostarme porque mi cabeza me está dando vuelta. Siento como si una manada de elefante hubiera pasado por esta. Despacio abro uno de mis ojos y giro un poco mi rostro. Abro ambos ojos al ver una cabellera rubia, frunzo el ceño e intento recordar que diablos hice a noche. Me levanto de la cama y esta vez me tenso al vislumbrar mi cuerpo desnudo y el de la desconocida igual— ¿Qué coño hice a noche? —Murmuro tomando mi ropa interior y colocándomela.La mujer despierta y es la misma que me acoso en el gimnasio.—Buenos días, guapo, —murmura cubriendo sus pechos con la colcha. La miro serio mientras me cruzo de brazo.— ¿Qué coños haces en mi habitación? —Pregunto, ella arquea una de sus cejas
XimenaFroto mis ojos mientras me levanto para ir a la cuna de Nicolás el cual llora por atención.—Shh... ¿Qué pasa pequeño? —Cuestiono en un susurro mientras lo cargo para ir con este hasta un cómodo sillón donde saco mi pecho y el desesperado succiona de este calmando sus hipidos.Sonrío mirando a mi pequeño el cual ya tiene un mes de nacido, acaricio su cabello negro como el mío mientras que abre sus ojitos tan parecido a lo de su padre, suspiro recordando que ya son diez meses alejada de Nathan sin saber nada de él.Desde que me fui con mi madre a Phoenix a la casa de mi difunta abuela materna la cual falleció hace unos meses atrás dejándome como heredera de su centro de spa y dos hoteles que tenía.Mi madre y yo no estamos haciendo cargo de todo pero ahora que di a luz no he tenido tiempo para ayudarla...
Ximena—Este precioso está listo, —murmuro cuando termino de colocarle un gorro a Nicolás quien hace algunos pucheros mientras extiende sus brazos para que lo cargue, Nico ya está más grande y tiene sus seis meses de vida— ¿Quién es lo más bello de mami? —Pregunto tocando su cabello negro mientras que él sonríe mostrando sus encías.—Ximena se te hará tarde, —anuncia mi madre entrando a mi habitación.—Ya estamos listo, —le digo tomando a Nicolás en brazo y luego agarrando un pequeño bolso con todo lo necesario para mi pequeño, miro a mi madre quien está un poco nerviosa desde hace unos días y aún no me dice el porqué de sus nervios tampoco he preguntado, pero ya me da curiosidad saber.— ¿Se podría saber por qué tan nerviosa? &
Nathan—Comenzar de nuevo, —susurro mirando a Ximena esta asiente—Esta bien, —murmuro después de unos minutos en silencio, creo que es mejor comenzar de nuevo a perderla para siempre.Toc... Toc…Ximena y yo miramos hacia la puerta a la joven parada la cual me mira para luego mirar a la mujer frente a mí.—Ximena, disculpa que te moleste pero Paola me mando a decirte que Nicolás ha despertado, —anuncia la chica.—Gracias Ingrid en seguida estoy allá, —murmura y la chica asiente para luego irse y dejarnos solos, Ximena me mira y parece meditar lo que dirá— ¿Quieres verlo? —Pregunta con suavidad.—Sí, —respondo yendo hacia un pequeño banquillo donde está mi ropa, quito la bata quedando desnudo y puedo sentir la mirada de Ximena sobre mí, sonrío, me colo