Las cosas estaban tensas en la empresa de los Macedo, ya que de un momento a otro su competencia tenía los planos de los prototipos de los electrónicos que ellos lanzarían para finales de año.

Obvio que Dante ordeno que se bloquearan las entradas de la empresa ya que nadie podía salir de la empresa hasta encontrar al que se atrevió a vender esos planos confidenciales.

Todos estaban angustiados por lo que estaba pasando e igual podían ver como todos estaban siendo investigados sin importar el cargo que desempeñaran en la empresa y hasta habían traído a los empleados que tenían descanso o no habían ido a la empresa por “cuestiones familiares”.

A todos los trabajadores se les reunió en la sala de conferencias de la empresa.

- ¡Esto es un atropello a mis derechos! – se quejaron algunos trabajadores.

- Si no tienes ninguna culpa no debes preocuparte de nada – les contesto Dante, donde algunos se asustaron al verlo así de serio ya que jamás habían visto esa faceta del pelinegro.

- ¡No puede