Adam y Melody regresaron a su ciudad natal, ahí ya los esperaban Alma Marcos, Grace y el abuelo en la vieja mansión. Melody había invitado a Linda unos días, cuando llegaron se instalaron en sus habitaciones, Melody ayudó a Adam con sus masajes y habló con él terapeuta para aprender lo necesario y ayudar a Adam. El por su parte estuvo visitando la construcción para ayudar a William con el proceso, Linda conoció a Ronald era el hombre encargado de la empresa mientras los Fonseca estaban en la capital. Estaban saliendo desde hace algunos meses. El caso de las canciones robadas era la noticia del momento, uno de los abogados más prestigiosos de la capital tenía el caso, Manuel estaba en serios problemas, había más de un testigo y demandas en contra de él, gente a la que le robó sus canciones. Esto también detonó conocer la identidad de Melody, era hija de una gran compositora que desapareció hacía ya años. Se enteraron que estaba muerta y en el juicio Melody habló sobre los robos y ma
Jim bajó del taxi, llegó a la casa donde había vivido muchos años, entró, no estaba su nana, fue a la cocina y tomo un vaso de agua, Frunció el ceño al escuchar ruido en la segunda planta, subió las escaleras dejando su maleta en la sala. Al subir el ruido era más y más fuerte había música con volumen alto. Jim llegó hasta la puerta de la habitación de su madre, se escuchaban risas y carcajadas de dos personas. Jim abrió la puerta encontrándose una horrible imagen. Su madre estaba teniendo sexo con el que decía ser su amigo. La mujer al verlo se levantó. “Jim porque no me avisaste que volvías”. Jim observó al chico era su amigo y mucho más joven que su madre también miró alrededor había botellas de cerveza y drogas en la mesa. Jim entendió todo y recordó muchas cosas, dándose cuenta que su madre era adicta. El chico se vistió sin decir nada. Jim miraba a su madre “Jim no es lo que parece, nosotros…” Jim se acercó al chico y lo tomó desprevenido golpeando su rostro. “¡Jim!”.
Sacó su teléfono e hizo una llamada, pero mandaba directo al buzón. Desde la televisora en el tercer piso Jim observaba a la chica se veía indefensa desde donde estaba. Los productores hablaban y hablaban, pero parecía que Jim no los escuchaba, Álvaro se acercó para ver lo que Jim. “¿La conoces?”. Jim negó. “Me encontré con ella en el pasillo”. Álvaro regresó a su lugar y siguieron con la junta. La chica llegó a su departamento, era temprano al entrar observó una maleta. Frunció el ceño, su novio Paul estaba sentado en la sala, al parecer esperándola. Ella dejó sus llaves y su bolso. “¿Te vas de viaje?”. Él se levantó de forma desinteresada mirando a la chica despectivamente de arriba abajo. “Alondra me voy, aquí terminamos. Ella extrañada preguntaba. “¿Qué? ¿Por qué?”. Paul se burló. “Tienes semanas ignorándome, entre tu trabajo y tus clases ya no pasamos tiempo juntos”. “Pero lo hago por el bien de los dos, mientras tú consigues trabajo”. El recrimino mostrando su alreded
Jim terminó su vaso y bajó directo a la pista. “¡Oye! ¿A dónde vas?”. Le gritó uno de los chicos que estaba con él en la mesa junto con todos los demás.. Se adentro en la pista de baile mirando fijamente a la chica que se movía al ritmo de la música, su baile era muy sensual, llevaba un vestido corto rojo entallado y unos tacones negros. Jim sonrió al verla moverse parecía que estaba algo desubicada y reía mucho. Llegó hasta ella y empezó a moverse a su ritmo, Alondra al sentirlo detrás se giró y lo lanzó lejos. “¡Aléjate amigo!”. Jim sonrió más atraído por la chica. “Si somos amigos ¿Por qué debería alejarme?”. Alondra ladeo su cabeza y se carcajeó cubriéndose la boca. “Es cierto”. le gritó entre tanto bullicio. Jim volvió a acercarse y bailar con la chica, Alondra ya no objetó y siguió el ritmo de Jim. Bailaron durante un rato y Jim disfruto tocando y rozando el cuerpo de la chica con el suyo, un olor a vainilla se impregnó en su nariz, la chica usaba un perfume exquisito.
Esto está fuera de todos sus principios nunca se aprovecharía de una chica borracha, pero Alondra era tan linda. Alondra al principio no respondió, pero después de saborear los dulces labios se acercó más abrazando su cuello. Jim la levantó para recostarla en la cama y siguió besándola. La ropa empezó a desaparecer, las caricias eran intensas y dulces a la vez, Alondra cerraba sus ojos al sentir el placer que Jim le proporcionaba en su zona más íntima con su boca, mientras sus manos jugaban con sus pezones. Jim terminó el suplicio haciéndola llegar y volvió a sus labios besándola, se posicionó directo para entrar haciéndolo muy despacio y observando la mirada de la chica. Ella trató varias veces de quitarle el antifaz, pero Jim se negó tomando sus manos y colocándolas encima, volvió a su cuello castigándola con pequeñas mordidas. Hizo que ella terminara de nuevo para después acabar llegando a su punto máximo… Alondra quedó rendida en sus brazos, él estaba recostado mirando el
Terminó la entrevista, Álvaro le pidió que se presentará el lunes a trabajar, Alondra agradeció y salió de la oficina estaba feliz, pero al mismo tiempo muy desconcertada de quien sería su nuevo jefe, el gran artista Jim, era muy famoso y ella estaría cerca de él, se le ofreció el trabajo de aprendiz de diseño, estaría bajo la tutela del diseñador que se encargaba de la ropa de Jim. Una semana después… Alondra terminaba una chaqueta café con adornos que Jim usaría en una presentación en televisión. La había realizado con gran esmero y dedicación. Alondra la levantó y sonrió al ver su resultado. “¡Es perfecta!”. Jim había estado vigilándola desde que entró a trabajar, Álvaro ya había notado esto, se acercó preguntando. “¿Te gusta la chica?”. Jim nervioso negó. “No… yo solo quería ayudarla”. Álvaro se río de la respuesta de Jim y siguió su trabajo. Alondra llevó la chaqueta al camerino de Jim. Ella la colgó en el perchero con mucho cuidado acariciando su trabajo y observando por
Después de terminar su descanso, Alondra regresó a su trabajo, Jim miraba por la ventana desde el sillón del estudio. Sacó su teléfono haciendo una llamada. “Hola”. Melody que llevaba una pequeña bebe de meses cargada en sus brazos caminaba por la cocina de su casa. “¡Hola Jim! ¿Cómo te va? ¿Qué tal tu descanso?”. Adam se acercó besando la mejilla de Melody y cargo a la pequeña hablándole cariñosamente. “Hola princesa, llegó papá”. Se alejó para que Melody pudiera hablar. Adam se sentó en la sala donde estaba otro niño de unos cuatro años atento a la televisión, Adam puso a la bebe en su regazo haciéndole compañía al pequeño al que le revolvió el cabello. Jim desde el otro lado le dijo. “Melody hice algo que no debí… Yo no sé qué hacer”. Melody miró la sala y a su familia desde la cocina, sacaba ingredientes del refrigerador para hacer la comida. “Dime que pasa”. Jim empezó a explicarle todo. En estos años seguía amándola, se rindió al verla muy feliz con Adam, tenían una he
Jim llegó sentándose a su lado, ella al verlo rodó los ojos limpiándose las lágrimas. “¿Usted de nuevo? ¿Qué quiere?”. Ella no entendía porque Jim estaba en todas partes. Jim se rascó la punta de su nariz. “Solo pasaba por ahí y te vi”. Alondra entrecerró los ojos. “¿Y en el centro comercial también fue una coincidencia?”. Jim asintió apretando los labios. Ella se acomodó en la banca sin querer discutir más, Jim observó el folleto en sus manos y frunció el ceño. Lo tomó leyendo y mirándola. “¿Esto?”. Ella lo vio por un momento y sin ganas de contestar le dijo. “Voy a dar mi bebe en adopción”. Jim estaba indignado y no sabía por qué. Ella no entendía porque se abrió con Jim. “No pudo criarlo, apenas y tengo trabajo. Tengo muchas deudas que me dejó mi ex novio y apenas tengo para comer imagínese con un bebe”. Jim la miro. “Pero... ¿Y el papá? ¿Es ese tipo del centro comercial?”. Alondra negó. “No”. Se hizo un silencio incómodo y ella se levantó despidiéndose. “Adiós nos vemos e