Braulio Luna juró no enamorarse de nadie, pues el amor no era algo en que quisiera confiar. Pero cuando se dio cuenta de sí, ya estaba colado por Georgina.
Georgina Vega tenía tantos problemas que no tenía tiempo para el amor, y cuando Braulio aparece en su vida buscando tener su atención, ella se decide a ignorarlo por completo, pues, además, Braulio era justo el chico de quien no debe enamorarse.
Sin embargo, aunque ambos se negaron, los dos cayeron en ese absurdo juego, para descubrir que en el amor, como en la vida, las cosas siempre pueden ir peor. El amor que odiaban, y al que temían, era mucho peor de lo que imaginaban.
Pero en la vida no todo es drama y tragedia. Si uno no se rinde puede obtener también cosas buenas. Pero... ¿será que Braulio quiera pelear por Georgina?, ¿será que Georgina quiera luchar por Braulio?.
Solo leyendo y cantando lo descubrirás. Porque la historia que a continuación cuento, tiene por trama 15 bellas canciones.
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NOTA DE LA AUTORA
La trama de esta historia tiene de trasfondo quince canciones que le dan título a cada capítulo, y que intentan apegarse un poco a la letra de la canción, o al menos al mensaje que interpretamos mi hermana Karla y yo.
Karla es una fanática de la música pop, y conoce en serio todas las canciones del género, así que, cuando se me ocurrió la idea, supe que era un trabajo que sí o sí ella podría hacer, y lo hizo maravillosamente.
Pero no solo me dio una lista de canciones, se sentó conmigo varias noches a diseñar la trama y hasta me ayudó con los nombres, luego de eso yo solo debí escribir respetando los acuerdos a los que llegamos.
Y así nació NOS CANTA EL AMOR, que debía tener catorce capítulos, pero, en agradecimiento a ella y su amor por uno de los personajes secundarios, escribí un quinceavo capítulo con una de sus canciones favoritas.
«Lanzaste la moneda, fuera cara o fuera cruz ganabas como quiera»["Un disparo al corazón" Ricky Martin]-BraulioLo único bueno de ser el heredero de la corporación de modas en que trabajaba mi padre, eran las incontables fiestas en que la pasaba rodeado de bellezas dispuestas a lo que fuera para tener una oportunidad en la empresa.Ellas se acostaban conmigo como si yo fuese capaz de hacer algo más por ellas que no fuera darles placer de una noche.«Ilusas»Ni porque escuchaban tantos rumores sobre mí se hacían una idea de lo que estaba esperando de ellas y lo poco que ofrecía a cambio.O tal vez lo sabían. Tal vez todo el mundo sabía que yo era un completo idiota que nació bendecido con riqueza económica, y que solo podía ofrecerles amor de una noche y uno que
«Aunque te conozco poco, ya te quiero mucho»[Río Roma]--Braulio—Si te demanda por acoso no voy a intervenir —sentenció mi hermana que, de nuevo, decoraba su oficina con las flores que yo le había enviado a Georgina. Ella siempre las rechazaba diciendo que estaban dedicadas a la persona incorrecta, incluso el mensajero había comenzado a llevar los ramos directamente a la oficina de Elizabeth—. Tienes que parar esto, soy casada hijo de Dios, y no quiero malentendidos —dijo Elizabeth que ya no tumbaba mis pies de su escritorio.Hacía semanas que procuraba mantenerme con los pies en el piso, para así pensar con más claridad. Pero no funcionaba.—Liz, ella ni siquiera me mira —informé apesadumbrado algo que ella sabía, pero que necesitaba desahogar, y Elizabeth era mi confid
«Lo puedo imaginar pero no sé cómo se siente»[Jesse & Joy]--GeorginaDesde que lo escuché insultarme —sin razón alguna— en mi primer día de trabajo en la presidencia de su empresa, me decidí a ignorarlo. Él parecía una persona problemática, y problemas eran lo que a mí me sobraban. No lo necesitaba y no lo quería, pero él me quería a mí.Intenté ignorarlo, pero no me fue posible. Él era de las cosas que no se pueden ignorar, de las que, aún a kilómetros de distancia, llaman la atención. Braulio poseía una poderosa luz que atraía a horribles alimañas y almas sedientas de cualquier cosa que no sea oscuridad, yo era de las segundas. Y creí que él jamás se fijaría en mí, pues de las primeras
«Digo que te amo, que no puedo estar sin ti porque te extraño»[Marco Di Mauro ft. Maite Perroni]--—¿Qué estás haciendo? —preguntó el hombre que despertaba al movimiento en su cama.Braulio abrió los ojos para encontrarse con la espalda desnuda de Georgina, que estiraba sus brazos al cielo, permitiéndole apreciar muchos de sus huesos marcando sus pocos músculos y su delicada y suave piel.Sonrió al recordad que, apenas unas horas atrás, la mujer de su vida se había convertido en su mujer.—Debo ir a casa a cambiarme para ir a trabajar —dijo Gina después de bostezar y devolver los brazos a sus costados.Entonces, pasándose la camisa de Braulio por el cuerpo, se puso de pie.Viendo a amada dispuesta a irse, Braul
«El destino no nos quiere ver pasar»[Sebastián Yatra]--Braulio—¿Quieres qué te acompañe? —pregunté a la mujer de mi vida que ponía un par de mudas de ropa en la pequeña maleta que se llevaba a España el fin de semana.—No es necesario. Me paso todo el día y toda la noche en el hospital, es desgastante. No quiero eso para ti —dijo regalándome una sonrisa y un beso.«¿Por qué tú puedes protegerme incluso del cansancio y yo no puedo apoyarte en tu pesar?»Una pregunta que contuve para no hacerla enojar. A ella le molestaba que me metiera en su vida y yo había decidido que respetaría su situación familiar. Esa fue la condición que puso para vivir conmigo.A pesar
«Puedo ver tu sombra en la luna cuando mi memoria te alumbra»[Jesse & Joy]--GeorginaCuando me fui de su casa sentí que mi corazón murió. Pensé que todo el dolor de soportar la soledad a la que me había desacostumbrado se quedaría para siempre conmigo. Pero, al verlo llegar al aeropuerto, al escucharle decir tan hermosas palabras y al recuperar mi lugar al que volver, pude volver a sentirme un poco viva.Y es que entendía perfectamente su enojo. Yo lo estaba excluyendo de una parte importante de mi vida. Pero me estaba protegiendo. Nunca me gustó sentirme vulnerable, sus miradas de compasión lastimaban mi ego, y mi ego era lo único que podía rescatar después de haber tenido que pasar por tanto. Solo mi orgullo me quedaba para demostrarle a la vid
«Pero pase lo que pase y aunque otro me acompañe en silencio te querré tan solo a ti»[La oreja de Van Goghy Abel Pintos]--BRAULIOElla me estaba haciendo demasiada falta y, en el fondo, sabía que ella también me estaba necesitando; aunque fuera tan orgullosa para no admitirlo. Ella no era tan fuerte como quería aparentar, ella necesitaba quien la apoyara en esos horribles momentos y yo lo sabía.En esa creencia fui a Madrid a buscarla, pero ella estaba siendo consolada por alguien que no era yo.De lejos la vi llorar tan destrozada como nunca la había visto. Se veía vulnerable y desprotegida, se mostraba indefensa ante alguien que no era yo y eso me molestó. Pero deduje que algo malo había ocurrido, Gina se mostraba realmente
«Ni tú tienes la culpa de que yo no sepa el tiempo regresar, y no pueda las cosas acomodar, ni borrar el pasado, ni los besos que has dado»[Río Roma]--Georgina caminó hacía la puerta de entrada con Braulio caminando tras de sí. Al llegar a la entrada de su departamento abrió la puerta.—Sal —pidió al que la miraba con mucha confusión.El entrecejo de Braulio se frunció y comenzó a reclamar.—¿Por qué diablos me echas de mi departamento? —preguntó molesto y, posándose tras de él, Gina lo empujó hasta el pasillo.Una vez que ambos estuvieron fuera del departamento Georgina cerró la puerta.—¿Cuál es tu departamento? —preguntó la joven al que seguía ba