Andrew Cuando mi asistente me informó en dónde estaba viviendo Maddie con sus padres me desconcertó, no me gustaba que ella estuviera quedándose en un lugar así y mis ansias por ir a verla solo crecieron al mismo tiempo que algunas dudas empezaron a pasar por mi mente. —Resérvame un boleto de avión hacia Londres para mañana.— Le ordené a mi asistente, ya no iba a perder más tiempo. —Señor, disculpe mi intromisión, ¿pero quien se encargara de los negocios aquí? — preguntó desconcertado.—Voy a hablar con mi padre primero y luego te informo los detalles. — después de decir esto, colgué la llamada. Ahora vendría la parte difícil, como explicarle a mi papá que tenia que irme y dejar todo tirado aquí por un tiempo y que ni siquiera sabía exactamente por cuánto, porque reconquistar a Maddie podría tardar demasiado y yo no pensaba volver hasta lograrlo. Sé que tenemos otros negocios en Londres de los que podría encargarme, pero allá no soy necesario como aquí, porque ya ti
Maddie Me sentía completamente agotada, había tenido que conseguir un trabajo al igual que mamá y papá también encontró algo, pero seguíamos debiendo mucho, en realidad era como si lo que le dimos antes no hubiera ocurrido, porque ahora se debía lo mismo gracias a los intereses. Esos aprovechadores cobraban un 30% de intereses y simplemente la deuda solo seguía acumulándose por más que nos esforzáramos en pagarla. Tampoco había sido fácil él tener pesadillas constantes y el corazón roto, porque seguía extrañando a Andrew. Sin embargo aún así, debía levantarme para ir al trabajo y apenas terminé de arreglarme, salí para comer algo antes de irme. De repente el timbre sonó y mamá se apresuró a abrir, mientras yo solo seguía comiendo mi cereal de espaldas a la puerta. —Andrew, ¿Que estás haciendo aquí? — escuché preguntar mamá y mi cuerpo se tensó por completo al mismo tiempo que mi corazón empezaba a latir desbocado, pero no me atreví a voltear, no podía moverme, no podía enfr
Andrew Tener frente a mí a Maddie de nuevo me había confirmado lo que ya sabía, yo simplemente no podía vivir sin ella, el solo verla de nuevo se había sentido como si hubiese estado muerto y solo con su presencia había vuelto a la vida. Mi pulso estaba demasiado acelerado y mi cuerpo solo quería aferrarse a ella para nunca soltarla. Pero lamentablemente a ella verme no le estaba resultando tan agradable y me dolía demasiado verla llorar. Más cuando se veía más vulnerable que nunca, ella parecía no estar descansando bien, tenía ojeras y parecía haber perdido peso, lo cual me preocupa mucho. —El problema es que no puedo creerte Andrew, en mi cabeza quedó grabado como tú me ignorabas cuando tenías a Isabella cerca, como la celabas frente a mí sin importar nada, como te enfurecías al saber que ella estaba con Alexander y yo me sentí tan devastada cada vez, tan insegura de confrontarte porque tenía miedo de que confirmaras tu amor por ella porque aún yo no estaba lista para dejarte
Maddie En el momento en que Andrew entró mis ojos se abrieron de par en par y me puse nerviosa, mucho más cuando caminó directamente hacía mí con el ceño fruncido. Pensé que se había ido, él no debería estar aquí. —¿Estás trabajando aquí? ¿Por qué? — Cuestionó conectando sus ojos con los míos. —Porqué quiero, ahora vete, no puedo perder el tiempo hablando con personas, solo clientes. — Musite asegurándome que mi jefa no me estuviera viendo. —Esta bien, entonces, ¿Qué precio tiene este vestido? — Cuestionó Andrew tomando un vestido del perchero a su lado. —Andrew eres hombre, no tienes porque comprar ropa de mujer, vete ya por favor o me causaras problemas. — Dije ansiosa, yo no podía perder este trabajo. No es que ayudara demasiado a pagar la deuda, pero sería peor no tener nada y eso nos dejaría en una situación mucho más peligrosa. —Si tengo una razón para comprar este vestido y muchas cosas más, hay una hermosa mujer que me tiene completamente hechizado y quier
Maddie —Si, él apareció hoy aquí de repente, yo no sabía que vendría, pero lo hizo e insistió en invitarme a cenar para que hablemos, acepté y por eso ahora mismo está aquí conmigo. — Me apresuré a explicar incómoda. Sabía que para Ethan el hecho de que esté cerca de Andrew nuevamente después de todo no debería agradarle ni un poco, mucho menos cuando él quería que nos viéramos también y aunque yo le había dejado claro que no había posibilidad entre nosotros, no quería hacer nada que pudiera lastimarlo de ninguna manera porque Ethan había sido demasiado bueno conmigo. El ceño de Andrew se frunció al escucharme, mirándome con la mandíbula apretada, pero permaneció en silencio. —Entiendo, ¿Estás pensando en darle una oportunidad y regresar con él? — Cuestionó Ethan con voz tensa, tomándome por sorpresa y yo no tenía ni idea de que responder. Aún yo no estaba segura de si podría darle una oportunidad a Andrew, pero la opción estaba puesta sobre la mesa porque él no dejaría de
Andrew —Me estoy muriendo de ganas por besarte Maddie. — Susurré mirando esos hermosos ojos verdes que se habían vuelto una parte muy importante de mi vida, al mismo tiempo que se me hacía cada vez más difícil no devorar sus deliciosos labios rosados, estaba haciendo todo uso de mi autocontrol en este instante. Los ojos de Maddie se abrieron un poco más y sus labios se separaron ligeramente y su silencio lo tomé como un silencioso si y la besé. Necesitaba este beso desesperadamente. Me aferré a su boca como un desahuciado que necesitaba de agua para no morir y podía sentir como si estuviera tocando el cielo en este instante al besarla de nuevo. Mi corazón estaba latiendo desenfrenado, podía sentir como mi miembro se endurecía queriendo perforar mi pantalón, pero de pronto Maddie me empujó, separándose de nuestro beso y la miré nervioso. —No puedes besarme cuando quieras Andrew, acepté cenar contigo, pero no puedes hacer lo que se te plazca, si vas a actuar de esa manera d
Maddie —Señor Smith, yo puedo poner todo lo que tengo a nombre de Maddie hoy mismo si ella lo desea, así que si, por supuesto que estoy dispuesto a casarme con ella sin ningún prenupcial mañana si Maddie está de acuerdo. — Aseguró Andrew sin un ápice de duda y sentí como mi corazón se detenía antes de empezar a latir con más fuerza, sus palabras conmoviéndome profundamente. Él tenía ya mucho dinero y acciones a su nombre, casarse con alguien que tiene tan poco como yo si un prenupcial era una completa locura, pero al mismo tiempo podría verse como un acto de amor ciego y desinteresado. Y esto último era lo que me estaba haciendo ilusionarme, haciéndome creer que tal vez él si me amaba de verdad. —Quiero hagas algo para demostrar que estás hablando en serio, porque no voy a creer en simples palabras. — Replicó mi papá.—Basta, él no tiene que demostrar nada papá, yo no quiero casarme con Andrew y tampoco estoy interesada en lo que él tiene, por favor no te metas en esto. —
Maddie La cena de ayer con Andrew al igual que el resto de la noche había sido perfecta, cada momento se había sentido mágico y yo me sentía tan bien que me olvidé de todo lo que me preocupaba en ese momento, disfruté cada segundo. No puedo estar segura de si lo nuestro pueda funcionar, pero después de ayer tengo ganas de intentarlo, de darnos otra oportunidad, aunque también tengo miedo. Aún así desde que desperté no he podido dejar de pensar en él, mucho menos después de su mensaje deseándome un lindo día y diciéndome que se muere por verme de nuevo, pero hoy no lo veré. Tengo un compromiso con Ethan y además necesito tomarme las cosas con calma y pensar bien cualquier decisión con respecto a Andrew y verlo hoy no le ayudaría a mi buen juicio. Había quedado en verme con Ethan en una cafetería a pocas cuadras de mi lugar de trabajo y apenas terminé mi turno me apresuré hasta ahí. Al entrar mis ojos lo encontraron de inmediato sentado en una mesa y viéndose tan bien como s