Laura encontró a David en su estudio, había pasado solo un día desde lo sucedido con su abuelo y, aunque no se encontraba en el mejor humor, deseaba hablar con él.
El hombre tenía un trago en su mano, sentado en su silla cerca de la ventana, la estancia se encontraba a media luz y música suave sonaba en el lugar. El ambiente tenía algo de romántico, o por lo menos así podría percibirse si David hubiese tenido otra expresión en su rostro.
Tocó la puerta solo para anunciar su presencia, porque de hecho, esta se encontraba entornada dejando que cualquiera que se asomase pudiese mirar el interior sin demasiado esfuerzo. David giró la cabeza de manera perezosa y no cambió su expresión al verla.
―¿Podemos hablar? ―preguntó Laura con cortesía.
David se enderezó en la silla y le hizo un gesto para que continuara.
La pelirroja
Robin entró al restaurante y divisó a Ángela en un momento, le indicó a la anfitriona que lo estaban esperando y esta, al ver a un hombre tan atractivo y con un aura tan dominante, casi empezó a babearse. Poco le faltó para que le creciera una cola y empezara a moverla de la emoción cuando se ofreció a escoltarlo hasta la mesa de la morena.Ángela ignoró por completo los ojos examinadores de la empleada, se puso en pie cuando el rubio se colocó al lado de ella y, con un gesto de obvia familiaridad, extendió su mejilla para recibir un saludo de beso por parte de Robin, que la imitó, de inmediato.―Gracias, señorita ―le dijo a la anfitriona, su voz grave y varonil hizo que se le erizara la piel, ella solo sonrió y regresó a su puesto, sintiendo un hormigueo agradable.La morena soltó una risita, era imposible no notar las reacciones de las persona
David tuvo que viajar fuera del estado como representante de Miller, Co., el estado del oeste donde se llevó a cabo el desarrollo urbano que estaba causando problemas en esos momentos, se encontraba sumido en el caos. Los residentes del lugar, unos cuantos miles, salieron a protestar durante tres días consecutivos, cortando el acceso de varias vías importantes de la ciudad.Lo que empezó como una solicitud para que las autoridades se hicieran cargo, terminó con la amenaza de una demanda por daños. Decenas de abogados se presentaron al juzgado para introducir los distintos casos y clientes a los que estaban representando.Eso lo llevó a estar fuera de su ciudad por casi diez días.Lo que hizo que incluso su celebración de cumpleaños fuese olvidada por completo.Mientras, los problemas continuaban en ambas familias, los escándalos de los Murphy seguían surgiendo, algunos peq
único que se enfocaba era en lo mucho que David amaba a ese niño pero la detestaba a ella aunque era su madre.Sin importar si no tenía sentido y su hilo de pensamiento era retorcido, la pelirroja encontraba a su propio hijo como un obstáculo en el camino para que su esposo la amara, poco a poco, casi sin percatarse, Noah empezaba a ocupar un lugar similar al de Ángela, y eso solo servía para una cosa: desesperarla.Cada día llegaba más rápido a un estado enceguecido, donde no notaba a quién tenía en frente; pero solo perdía los estribos cuando Noah hacía algo, aunque fuese insignificante.No obstante, a pesar de que podía racionalizar eso una vez que recuperaba un poco de su cordura, no conseguía detenerse, no lograba evitarlo.Cada vez que llegaba a esa conclusión, la atacaba el miedo.Había cruzado una línea y parec&iacut
El día más esperado por Jade por fin había llegado. Desde el día anterior estuvieron de celebración, porque decidieron llevar a cabo dos ceremonias y el registro civil.A pesar de que ambas familias tenían raíces chinas y decidieron realizar una boda tradicional, la mayor celebración se llevó a cabo el viernes, en la que Jade entró del brazo de su padre a la iglesia, vistiendo un elegante de diseño exclusivo de Rosa Clará.Ángela estuvo desde el miércoles cumpliendo su función de fotógrafa, capturando los mejores y más íntimos momentos de la pareja. En ese momento, desde su lugar junto al altar en la que le hacía compañía como su dama de honor, realizó un par de tomas del padre y la hija, al igual que de los otros miembros de la familia.La ceremonia eclesiástica fue preciosa, en especial, por l
Ángela sintió la mirada penetrante de Robin sobre ella, sus ojos afilados la seguían con discreción por todo el salón cada vez que se movía para tomar alguna fotografía o simplemente conversar con algún invitado. Si lo miraba a su vez, él sonreía de forma maliciosa, lo que le daba un aire sensual y seductor difícil de resistir.En contraparte, hizo su mejor esfuerzo para prestarle atención a Leo, bailaron varias piezas, compartieron juntos y, exceptuando por los intentos de él por tener gestos un poco más íntimos, disfrutaban bastante de la fiesta.En un punto, el primo del novio la llamó para dar el discurso, primero comenzó él, contando cómo Oscar era un tipo estirado y eternamente soltero hasta que conoció a Jade.―¿Quién iba a decir que se iba a terminar casando con la misma mujer que lo hizo emborracharse
Ángela se disculpó con Leo y se retiró con su cámara para tomar fotos del momento en el que picaban el pastel, durante el proceso Jade anunció que su torta fue hecha por el chef Bachmann y señaló al moreno que, sonriendo de manera amable, aceptó los aplausos de los invitados.Mientras los novios hacían el primer corte y se daban de comer mutuamente frente a todos, Leopoldo fue rodeado de un corro de mujeres de distintas edades. Las más jóvenes le preguntaban si tenía novia o esposa, las mayores elogiaban sus recetas. Ella soltó una risita de burla ante la atención que recibía, porque su amigo no sabía cómo escaparse de sus fans.Tras terminar de sacar las fotos, regresó a la mesa y menos de cinco minutos después apareció Leo con dos platos en la mano.―Se los robé a un mesero antes de que saliera de la mesa principal
A pesar de sentirse cansada no estaba somnolienta, y Ángela estuvo despierta todo el camino hacia la playa. Robin conversó de vez en cuando con ella, pero en general la música fue el acompañante de sus silencios.Aunque el rubio aseguró que su auto podría hacer el trayecto en la mitad del tiempo si se lo proponían, prefirió viajar a una velocidad constante, lo que les permitió disfrutar del panorama.La costa se alcanzaba a ver tras media hora de viaje, y a intervalos, ambos disfrutaban del horizonte nocturnos con la luna creciente en el firmamento. Alcanzaron el nivel de la playa a las tres de la madrugada, Robin dirigió su auto a una de las rutas privadas que se hallaba paralela al camino principal. Toda esa zona se encontraba poblada por enormes mansiones con amplios terrenos, permitiéndole a sus dueños disfrutar del mar sin inconvenientes de bañistas extraños.―
David se bajó del avión y atravesó el aeropuerto con velocidad, no se disculpó con las personas con las que chocó en el camino, lo único que tenía en su cabeza era llegar al pent house y ver a Noah.Estuvo diez largos e insufribles días lejos de él, fingiendo trabajar en resolver el problema de Miller, Co.; cuando en realidad se encontraba investigando información sobre otros casos.Él esperaba que en cuestión de seis meses, máximo, la familia iba a estar tan hundida que el apellido Miller iba a convertirse en sinónimo de fracaso.Apenas se montó en el auto que lo esperaba fuera del aeropuerto, gruesas gotas de lluvia comenzaron a caer.El clima hizo eco dentro de él, David procuraba mantenerse enfocado en la meta final y procuraba no pensar en nada más, ni siquiera en Ángela. Incluso su cumpleaños lo pasó solo, del o