—¡Hey Ethan!, ¿en que piensas? —Me pregunta Sebastián. Aprovecho que las chicas están en el tocador y le cuento a Sebastián lo que está pasando... —Es que Linda me ha preguntado que, qué siento por ella. —¿Y que le has dicho? —Nada, no sé qué decirle. —¿Por eso has estado evitándola toda la noche? —Así es... —¿Y te parece que está bien lo que estás haciendo? —Es que ni yo sé lo que siento, ¿que quieres que le responda? —Haber hombre, ¿te gusta? —Si, ¿a quien no? —¿Te la pasas bien con ella? —Sí... —¿Te parece hermosa? —Sí... —¿La quieres? —Eso creo... —Entonces, ¡ya está!, ahí está tu respuesta, ¿porque dudas tanto? —No quiero lastimarla, no quiero cargar con ese peso sobre mis hombros, ya te lo he dicho mil veces, yo no soy el hombre que ella necesita. —Y según tú, ¿que necesita? —A alguien que no sea un canalla como yo. —¿Esa es tu excusa? —Que no es excusa. —Si lo es Ethan, ¿y sabes que creo?, que esa chica tiene más cojones que tú.
—Linda, ya llegamos. —Escucho a Ethan decirme mientras me daba unos leves toquecitos en la pierna. Sin darme cuenta me había quedado dormida en el auto, los shots de tequila habían hecho su efecto tardío, en la disco me sentí genial y ahora todo me daba vueltas. —¿Estás bien? —Me pregunta Ethan... —Sí, es solo que creo que los shots hasta ahora cumplieron su función. —Ves, te dije que no bebieras, pero eres terca. Hago un puchero. —Si ya sé, pero no me regañes, ya te ve doble, y ver a dos Ethan enojados no me gusta. —Jajajajaja, eres increíble. —Se baja del auto, abre mi puerta y me saca de ahí cargada. —Déjame ayudarte. —No te voy a mentir, pero podría acostumbrarme a esto. —¿A qué?, ¿a que te cargue cada vez que estés ebria? —A eso, y a que te preocupes por mí. —Le digo con una amplia sonrisa —Lo de preocuparme por ti no es nuevo. —¡Tal vez!, pero antes no lo sabías expresar, solamente gritabas y te comportabas como un Neanderthal, ahora eres Lindo. Al l
—Sebastián, buenos días amigo, necesito que por favor compres muchos ramos de flores artificiales, girasoles y rosas blancas, quiero que compres un arreglo por cada semana que ha pasado desde que me casé con Linda, y por favor envíalas a la oficina de Linda... —Espera, ¿escuché bien?, ¿flores para Linda?, ¿acaso tú y ella? —¿Crees que le enviaría flores si no? —Ok, si quieres contarme... —Por supuesto que no, eso hace parte de mi intimidad. —Pues mira tú, hasta hace poco no te importaba compartir tu intimidad con Anthony y conmigo. —Pero ahora sí, por cierto, toma, (le pasó una tarjeta escrita de mi puño y letra) quiero que los ramos lleguen con esta tarjeta. —Intenta abrir la tarjeta... —Ni se te ocurra, por qué te mato. —Ok, pero no te tomes muy a pecho lo de ser el super esposo, te tiene muy irritable. —Si, como sea. Ahora dime por favor, ¿dónde está Anthony?, no demoran en llegar los inversionistas, además hay algo que me tiene intranquilo aún y es que harem
—Preciosa despierta es hora de ir a trabajar. Escucho la fuerte voz de Ethan que me llama, me despierto y ahí está él, con su pantalón de pijama y su torso descubierto... —¿Sabes que es lo mejor de dormir juntos? —Le pregunto aún medio dormida —¿Qué? —Levantarme y tener está vista. —Si te gusta tanto lo que ves, también puedes tocar. Eso me hace sonrojar. Ethan y yo aún no hemos consumado el matrimonio a pesar de que ahora estamos tan bien, pues la vez que casi pierdo la virginidad, mi suegra nos interrumpió para confirmar lo del cumpleaños de Ethan, que fue hace más de un mes, ahora nos hemos acercado mucho sentimentalmente, pero no de forma sexual y eso creo que es mi culpa, ya que he intentado mantenerme al margen en ese aspecto, y no es por qué no quiera, más bien es por qué me siento muy nerviosa y no sé que hacer, mi inexperiencia me hace sentir que no soy suficiente para él en ese aspecto, ha estado con muchas chicas en su vida, cosa que me enoja cada vez que
Me siento un hipócrita, aquí estoy pidiéndole perdón a Linda por haber Sido un imbécil con ella al haberle reclamado sobre que le gustara Collins antes de casarse conmigo, cuando yo le fui infiel el primer día de casados y ni siquiera he sido capaz de contárselo. Solo espero pueda perdonarme cuando se entere. Una vez todo está arreglado entre nosotros, regreso a mi oficina para ver como sigue Anthony, pues ahí lo deje con Sebastián, después de todo lo ocurrido con Antonia, y antes de venir a disculparme con mi esposa. —Chicos, ¿como va todo?, ¿cómo te sientes Anthony? —¿Como me voy a sentir?, como el mayor imbécil de la historia, acabo de acusar a uno de mis mejores amigos y a la chica que me gusta de haberme estado engañando. —Responde Anthony, mientras se coge la cabeza con las dos manos. —Por mí está bien Anthony, ya está aclarado todo. —Dice Sebastián. —Gracias amigo, pero ¿y Antonia? —Con Antonia la cagaste hasta más no poder, así que deberías hacer algo en grande
No he podido dormir en toda la noche, después de todo lo que me contó Ethan, me asusta, no puedo creer que estemos lidiando con una posible asesina, ¿será capaz de llegar a tanto Rosalía?, no, no la creo capaz, esa mujer no puede tener la sangre tan fría. Suena mi teléfono es mi padre, ¿a esta hora?, son las 5:00 am. ¿Habrá pasado algo?, contesto, y escucho como cantan mi cumpleaños, salgo de la habitación, no quiero despertar a Ethan... «Es cierto, había olvidado por completo que hoy era mi cumpleaños», sin darme cuenta estaba al final del pasillo sentada recibiendo por teléfono todos los buenos deseos que mi familia me deseaba. Luego de un largo rato, siento que alguien me observa, es Ethan, seguramente se asustó al no verme en la cama. Le hago señas para que sepa que en un momento voy. Un largo rato después, por fin se despiden mis padres y Ethan y yo luego de darnos los buenos días decidimos prepararnos. Mientras me arreglo caigo en cuenta que no sé si Ethan sabe de mi cu
...¿He escuchado bien?, Linda acaba de decir que me ama, ¿acaso lo imaginé?, ella de verdad me ama y yo ni siquiera fui capaz de responderle. Es que no tengo claro si estoy enamorado de ella, por ella siento tantas cosas que nunca sentí antes ni siquiera por Rosalía, que me asusta salir lastimado otra vez. —¿En que piensas guapo? —Alguien me susurra por la espalda. —Pero que carajos, como se atreve. —Intento enfrentar a la mujer que se ha tomado semejante atribución, la tomo del brazo. —No puede ser, ¿tú? —¿Me recuerdas cariño? —No quisiera. —Me doy cuenta de que ahí viene Linda. —¡Lárgate! —¿Te da miedo tu esposa? —Me dice en tono de burla y se va. —Intento parecer calmado, pero no puedo creer que justo en este lugar y el día del cumpleaños de mi esposa me encontrara con esa mujer. —¿Quien es ella? —Pregunta Linda. «Genial Linda se dio cuenta de que estaba hablando con ella» —No es nadie. «Vamos Ethan Cálmate, no puedes permitir que Linda note que estás nervioso
Esto es horrible, me siento tan confundida, desilusionada, triste, enojada, son varios sentimientos que no sé cómo explicar, no sé en qué momento pase de tener un cumpleaños maravilloso, al peor día de mi vida. Sigo vagando solitaria por las calles, llueve y hace frío, en este momento solo desearía no haber conocido a Ethan nunca, ¿como pudo hacerme esto a mí?, yo, que solo quería hacerlo feliz, es un mentiroso. ¡Jamás lo voy a perdonar!. Mi teléfono no deja de sonar, es Ethan, eso me hace recordar que mi teléfono aun está enlazado con el de él por medio de mi software, así que elimino el enlace... Llego a un parque, me siento en una de las bancas, mientras las gotas de lluvia golpean mi rostro, de repente vienen a mi mente los recuerdos de la primera vez que Ethan y yo tuvimos un acercamiento genuino, sin discusiones, fue en un parque como este, ese día mis pies se ampollaron y él me cargo hasta casa. Recordarlo me hacía sentirme aún más triste, quizás incluso en esa ocasi