Hace un rato que Ethan se fue a jugar golf, por lo que decidí revisar mi laptop a ver si ya mi programa ha logrado desencriptar otro archivo. —Mmm, parece que esto va a tomar más tiempo del que yo creía, evidentemente la persona que se encargó de encriptarlos lo hizo muy bien... Dejo que mi programa siga trabajando y enciendo la TV, paso canales y no hay nada interesante, hasta que encuentro Food Network, y observo como preparan un cheesecake de fresas. —Ummm de solo verlo se me hace agua la boca... Jamás he Sido amante del dulce, pero ese efectivamente me había provocado, imaginé su olor, su sabor, estaba antojada, así que baje rápidamente a la cocina y le pedí a Simón que me preparara uno, y que adicional me hiciera un tiramisú, para cuando estuvieron listos me los devoré sin pensarlo y con cada bocado me sentí en la gloria; sin embargo, luego me sentí fatigada y con muchas náuseas, quizás era la cantidad de azúcar que había comido, así que subí a mi habitación e intenté rec
Estoy en shock, pero entiendo que Linda me dijera todas esas cosas, yo tengo gran responsabilidad en la muerte del señor Jeremías. Intento correr tras de Linda, pero alguien me detiene… es Joe... —¿En serio?, ¿vas a ir detrás de ella después de haber matado a su padre? —No te equivoques Joe, pueda que gracias a mí ustedes llegaran a nuestra vida a joderlo todo, pero yo no he matado a nadie. Aquí los únicos asesinos son ustedes y lo van a pagar... —¿Que pasa?... Pregunta Alexander, mi cuñado, mientras observa con cara de odio a Rosalía y a Joe, juraría que se estaba controlando para no explotar, pues podía ver cómo apretaba sus puños con fuerza. Seguidamente, llega Sebastián, Anthony, Annie, Roberto, Fernando, Antonia, mi padre y Samanta. Rosalía y Joe, al verse emboscados, se retiran —Nada Alex, no te preocupes, iré a buscar a tu hermana... —Espera Ethan, No creo que sea conveniente, deberías dejarla estar un momento sola. La conozco y tú también, para saber que ahora
—Hola, lo siento, no soy Linda. Mi nombre es Eva... No puedo evitar sentir una gran decepción, creí que por fin encontraría a mi esposa, pero, ¿un momento?, esa chica dijo mi nombre... —Disculpa, pero, ¿cómo sabes mi nombre? —Linda dijo que vendrías... abre la puerta de la cabaña... -¿quieres pasar? Me levanto y entro a la cabaña, es pequeña y acogedora, me hace recordar un poco la casa de playa donde Linda y yo estuvimos hace unos meses... —Toma asiento, te serviré algo de tomar... —Disculpa, ¿Eva?, ¿cierto? (asiente), podrías por favor decirme, ¿dónde está mi esposa? Suspira —Está bien, pero toma asiento. Déjame voy por algo y en un momento estoy contigo... Pasaron cinco minutos exactamente, y juro que fueron los cinco minutos más eternos de mi vida... —Muy bien Ethan, toma... dice mientras me entrega un sobre blanco… —¿Qué es esto?... pregunto e intento abrirlo, pero ella me detiene... —No lo abras aún, por favor. Deja primero que te explique... —Pues
—¿Mi esposa?, ¿Cuando?, ¿cuando los llamó?... Mi padre intenta responder, pero el sonido del micrófono evita que lo haga. Es Rosalía que empieza a hablar —Estoy encantada de recibirlos esta noche. Para mí y para las empresas Winstor's Company e Interprise Optimus es un gusto...bla bla bla... Mientras la escucho me siento en la mesa en la que está una parte de mi familia, necesito averiguar cómo es eso de que Linda los llamó... —Papá, dime, ¿cuando los llamó Linda? —No comas ansias, querido… Dice mi suegra, que estaba a mi lado y no me había dado cuenta... —Señora Bretania, me disculpo, no quería incomodarla… —Tranquilo querido, no me incomodas, por el contrario, me agrada mucho que estés a mi lado, así aprovecho para agradecerte todo lo que has hecho por mí y mi familia... Lo que me dice, hace que me avergüence, pues para ser sincero, hace muchos meses que deje de visitarla... —¿Que dice?, Pero si más bien la he dejado de visitar, siento que los he abandonado y le p
—Linda estás aquí, por fin estás aquí... Es imposible evitar que los ojos se me llenen de lágrimas, tanto tiempo esperando este momento... Ella se limita a arrojarme una media sonrisa, que me hace sentir nuevamente vivo, para luego seguir enfocada en Rosalía, de quien me había olvidado por completo —entonces Rosalía, ya te dije que yo te voy a ayudar, así que baja esa navaja... Dice Linda con una mirada feroz... —tú, tú eres la verdadera culpable de todas mis desgracias, malditaaaaa... Rosalía se gira para atacar a Linda con la navaja, pero aprovecho que queda a mis espaldas y la cojo por detrás inmovilizando sus manos y quitándole la navaja... —los odiooooo, los odioooo... Gritaba una y otra vez... Linda se acercó a ella para decirle... -sí, tienes razón, soy yo, la culpable de todas tus desgracias. ¿Que se siente haber tenido todo lo que un día soñaste y que te lo quitarán de la noche a la mañana?... Rosalía se safa de mi agarre y cae sentada en el piso, parece desconc
—¿Estás segura de que es tiempo de regresar Linda?... Pregunta Damián muy preocupado —más que segura, Damián, llevo casi un año alejada de mi familia, planeando todo esto que está pasando, cuando pedí tu ayuda mientras estaba en Nuqui, sabías perfectamente que este momento llegaría, no entiendo ¿por qué ahora te preocupa tanto? —claro que me preocupa, después de todo lo que me contaste que fue capaz de hacer esa mujer, no puedo sentirme tranquilo para nada... —es justamente por eso que me has ayudado todos estos meses a delatar a esos delincuentes, a borrar mi rastro y a acusar de todo a Rosalía. Ya es hora de que regrese... Él me mira frustrado y empieza a caminar de un lado a otro... —¿qué pasa?, Siento que pasa algo más, además de tu preocupación por Rosalía. Háblame, dime, ¿qué es? Suspira... Me toma de las manos... —es que no te quiero perder... Me suelto de su agarre... —¿de qué hablas? Se rasca la cabeza, respira frustrado varias veces y me dice —yo me
Luego de entregar a Rosalía a la policía, he intentado hablar con Ethan, para contarle que es padre. Sin embargo, él solo quería que pasáramos tiempo juntos y evadía la charla, el problema es que para cuando quiso hablar, mi valentía por primera vez había desaparecido. Tenía pánico de como reaccionaría, y, ¿si no me perdonaba, por haberselo ocultado?, o peor aún, si nos rechazaba. Las pocas veces que hablamos del tema siempre dijo que no estaba seguro de querer ser padre, y si por eso, ¿ya no quería estar con nosotros?... Tengo miedo... —cariño te extrañé tanto... Dice mi madre, que no deja de abrazarme y besarme... —mami, lamento haberme ido así, perdóname... Digo entre lágrimas... —no te preocupes, lo importante es que ya estás de vuelta, mi niña... Una de las cosas que más extrañaba eran los abrazos de mi madre, y los de mi padre, que ya no podré disfrutar. Se me hacía el corazón chiquito de estar en la casa y no verlo ahí, pero durante muchos meses me costó superar s
—Ethan apaga esa alarma, es domingo... —si, lo es y también es la boda de Sebastián y Annie, amor, y tú eres una de las damas de honor y yo soy el padrino. Quedamos en que estaríamos temprano en el hotel para acompañar a cada uno de los novios... Es cierto, hoy se casa Annie y Sebastián, y debemos estar con los respectivos novios para el tema de las fotos, que nos arreglen y maquillen. Con lo que odio levantarme temprano los domingos, pero es la boda de mis mejores amigos, tengo que hacer un esfuerzo en su día especial. Modo zombie me siento en la cama y observo el reloj que está en mi mesita de noche... —carajos, Ethan Optimus, son las 4:30 am, quedamos en estar con ellos a las 8:00 am... Me vuelvo a tirar contra la almohada —lo sé, pero a las 6:00 vienen los niños a meterse a nuestra cama como todos los días, y una vez pasa eso, no tenemos tiempo para nosotros... Abro un ojo. —¿a qué te refieres?... Veo que está de pie frente a la cama —me refiero a que ser padr