El rostro del manager, Fred, podía considerarse la encarnación de la frustración, desde que el grupo había subido a la camioneta, empezó con un sermón que parecía interminable, las cosas el día anterior habían parecido muy fáciles, pero el nuevo día llego con una cantidad enorme de titulares que anunciaban el fiasco de la última presentación, y Jeff que había sido nombrado el líder por votación unánime, estaba al lado del hombre tratando de calmarlo.
—No te preocupes, tengo las palabras adecuadas para aliviar este impase.
—No es un simple impase, chicos, empezaran la gira y lo que menos queremos son escándalos como este. —Se podía ver como la vena del cuello saltaba en el hombre, Jeff sonrió un poco tratando de aguantar la risa, le parecía gracioso observar las expresiones de Fred.
—Les gustara lo que diremos, no te estreses, que aún no ha empezado lo más pesado. —El joven líder se acercó con cautela al manager y puso sus tatuadas manos sobre los hombros de este para darle un masaje, acto que acepto como si eso aliviara de verdad toda la situación, Fred era enorme, un aficionado al ejercicio así que tenía músculos firmes y grandes por donde se le viera, pero era muy dócil.
“¿Del 1 al 10 cuál es el grado de rivalidad entre Naseem y el playback” se leía en la portada de la revista Scandall?
—Je, este me gusta. —Dijo Jareth abriendo la revista con rapidez, los demás se acercaron a él para poder leer, Jeff les lanzo una mirada de regaño, el grupo estaba interesado por otras cosas que por los nervios alterados del manager.
Frederick se había levantado muy temprano con un primer objetivo en mente, comprar todas las revistas que tuvieran en su portada el acontecimiento del grupo, quería saber que comentaban, había pasado toda la noche pendiente del bombardeo tan grande que recibía en su teléfono y las redes sociales, la gente podía pasar horas hablando del mismo tema siempre y cuando tuviera tintes picantes y divertidos, a Fred parecía gustarle torturar su mente conociendo todo lo que las personas tenían por comentar de los cinco chicos de Naseem, a diferencia de ellos, que no les inquietaba mucho las palabras de los demás.
—Cuando se bajen, quiero caras lindas, sonrisas amables, saludos y todo lo que los haga parecer chicos buenos.
—Pero si somos chicos buenos. —Repuso Tobías.
—Eso está por ver.
Los cinco pusieron los pies fuera de la camioneta, apenas tocaron la entrada del aeropuerto se vieron rodeados por periodistas y fotógrafos. Ese día, como muchos otros, el grupo se levantó temprano, debían arreglarlos para que se vieran bien en el aeropuerto, tanto ropa, maquillaje y peinado, pero, los cinco tenían una relación especial con el personal que se encargaba de su imagen, a veces era amistad y otras rivalidad, trataban de respetar la elección particular de cada miembro al querer mantener una imagen fresca y con su propio estilo, ninguno quería abandonar su esencia y cuando les propusieron asignarles a cada uno un papel específico en la banda, no lo aceptaron, no eran muñecos.
—Ya saben, sonrisas bonitas. —Dijo el manager detrás de ellos.
Comenzaron a caminar al interior del aeropuerto luego de posar un par de minutos para las cámaras, Jefferson encabezaba el recorrido, había tardado solo diez minutos en elegir su atuendo, iba con una gabardina marrón, una camisa blanca de botones y un pantalón negro de tiro alto, junto a unas botas militar grises, era el único que no llevaba maquillaje, su piel de cierta forma estaba limpia quitando el hecho de que estuviera lleno de tatuajes salvo por la cara, sostenía un maletín con sus cosas personales, los demás se fueron en fila india detrás de él tratando de lucir tan fabulosos como su líder, pero algunos no estaban en su mejor condición.
Tobías tenía mucho cabello y lo lucia alborotado hacia arriba, parecía una rebelde melena de león, su color castaño rojizo brillaba con orgullo siempre, pero esa mañana estaba hecho polvo, se había puesto una sudadera negra y con la capucha oculto que no había dejado que lo peinaran, llevaba un canguro cruzado por su torso con las cosas que necesitaría en el viaje, era el mejor después de Jeff en sonreír, aunque estuviera hecho m****a por dentro.
Detrás de él iba Jeremías, estaba acabado y adolorido, pensaba que ni siquiera tenía permitido quejarse porque había tomado una decisión absurda la noche anterior, llevaba una camisa de cuello alto para ocultar las mordidas de Jareth y un abrigo azul para combinar mejor el atuendo, un jean azul cielo y unos tenis blanco, él si había dejado que lo maquillaran y peinaran porque quería ocultar lo mal que estaba en ese momento, él era de los que se habían tomado tiempo en su presentación.
Harlam iba muy feliz, disfrutaba de la experiencia de estar rodeado de personas interesadas en ellos, se había puesto una camisilla blanca y encima una chaqueta de cuero que le pidió prestada a Jareth, unos jeans con rotos en las rodillas y el cabello con una sutil línea en medio que dejaba caer mechones por su rostro enmarcándolo muy bien, de los cinco era el más pálido y con el rostro más marcado, se detuvo un momento para saludar a un par de chicas que gritaban su nombre, pero Jareth disimuladamente tiro de él para que no se quedara atrás.
El ultimo, como siempre, era Jareth, iba vestido con unos vaqueros, una camisa larga con un enorme estampado de Dumbo, sobre esta un chaleco sin mangas, y el cabello en mullet que caía despreocupado por su frente y nuca, era de los que odiaba que tocaran su pelo y prefería aplanarlo con las manos a pasar un peine por este. Arrastro con él a Harlam para que pudieran llegar al vuelo.
Apenas llevaban un año de carrera y todavía no se acostumbraban a tener tantas personas detrás sacando fotos de cada paso que daban, pero hacían todo lo posible por disfrutar la experiencia.
Mientras aguardaban a salir, el grupo se vio enfrentado a periodistas con mil preguntas sobre el evento del día anterior, ninguno quería hablar, como de costumbre, dejaron la tarea en manos de Jeff, después de todo, era el que mejor me expresaba ante los micrófonos.
—Entonces, ¿Qué nos pueden decir acerca de su actuación en el programa de Daryl Jones? —Una mujer con un maquilla muy fuerte fue la primera en lanzar una pregunta general que abarcaba casi todo lo que queria comentar Jeff.
—Bueno, desde que iniciamos en la música, tocamos siempre en vivo, no nos habían anunciado que haríamos la presentación de la forma en que se haría ese día. Queremos disculparnos con el programa y con Daryl directamente por haber actuado de esa forma, inicialmente… —Hizo una pausa, los periodistas acercaron más los micrófonos, Jeff carraspeo— Nos molestamos un poco y actuamos de esa manera, fue un poco infantil, pero prometemos que, de ahora en adelante, nuestras presentaciones serán experiencias grandes para nuestros seguidores. Y Daryl, la próxima te invitaremos una deliciosa cena…
Las preguntas continuaron y tuvo que lidiar con todo, siendo una persona tan tranquila en ningún momento se alteró, a pesar de que, como era habitual, había periodistas con preguntas guiadas a desencadenar respuestas negativa de ellos.
Por fin la pequeña gira de prensa termino y pudieron subir al avión, cada uno se acomodó en su respectivo asiento y se encerraron en sus burbujas hasta llegar al primer destino.
—Mis chicos hermosos, empezaremos algo maravilloso, se que aman tocar y compartir su música con la gente que los ha estado acompañando desde que se dieron a conocer, yo solo quiero que se diviertan, que lo disfruten, que trabajen… —Fred hizo una pausa, estaba de pie en medio del pasillo del avión hablando con un tono de voz más tranquilo comparado al que uso en el auto, los chicos estaban mirándolo, Fred había aprendido que si los trataba bien ellos le prestaban mejor atención— Y antes que nada, les quiero recordar que no quiero más escándalos, nada de enredos por ahí con chicas, ni alcohol… —El hombre seguía hablando, pero justo cuando toco los últimos temas, hubo una desconexión de la mitad del grupo, solo Jeff y Harlam lo escuchaban.
—Nos has dicho eso el ultimo mes, tenemos claro todos los protocolos para que esta gira sea perfecta. —Agrego Jeff que jugaba con su teléfono entre los dedos.
—No está de más repetirlo, porque, aunque se los he dicho mil millones de veces, aun así, ustedes decidieron que sería divertido hacer el ridículo en televisión internacional.
—Creo que eso ya está en el pasado.
—No para mí, pero los dejare en paz un rato. Así que duerman, aprovechen ese tiempo.
Fred se acomodó en su asiento y el avión se sumergió en un silencio extraño, solo se escuchaba el ruido de las turbinas y el piloto dando instrucciones. Naseem era parte de una empresa enorme con mucho dinero y cuando el grupo exploto de una manera inimaginable, no escatimaron en gastos para que los cinco chicos estuvieran más cómodos, eso incluía el avión privado. Jeff lo consideraba un gasto innecesario, pero con el ultimo acontecimiento que tuvieron en un vuelo normal, sabía que era mejor ir solos.
Estaban dando pasos.
Pasos cortos pero seguros, no querían tambalear mientras trataban de subir, y él, siendo el líder debía dar un mejor ejemplo, pero sabía que estaba rodeado de individuos complicados, tenía muchos años de conocerlos, y podía percibir cuando las cosas no marchaban bien. Miro a Harlam que descansaba en un asiento más adelante, parecía perdido, al igual que todos; ese era su sueño, querían ser artistas y llevar su música a todo el mundo, pero… ¿Por qué sentía ese vacío en el estómago?
Harlam saco su teléfono para poner música en sus auriculares, pero el aparato comenzó a vibrar en sus manos antes de poder hacer algo con él, recibió un mensaje en su W******p, al ver el nombre se mordió un poco la uña de su pulgar derecho.
Kaira.
8:43 am
Por favor, antes de irte, dime que estas bien, no me cansare de pedirte perdón y de decirte que esperare todo el tiempo que necesites para sanar.
Soltó un suspiro, no le respondió, le costaba tanto poder teclear algo y enviárselo a ella, aunque fuera una mentira; oprimió el aparato contra su pecho un momento y apretó la mandíbula, de repente se vio envuelto en las emociones que lo habían atrapado los últimos días y con la gira, estaba tratando de escapar de eso, observo por la ventanilla la gente despidiéndolos, buscando algún rostro familiar que lo hiciera sentir mejor, pero ella no estaba ahí.
La mente de Harlam se llenó de imágenes, recuerdos, trato de desviar sus pensamientos iniciales para no despertar un ataque de pánico, empezó a meditar el recorrido que habían tenido que hacer para llegar a ese instante, donde estaban a punto de iniciar una gira que abarcaba la mayoría de continentes.
¿En que momento Naseem exploto?
I've Been Thinking About You Londonbeat Cinco año antes… Una temporada de lluvias muy helada estaba cayendo sobre la ciudad, Harlam observaba perdido un enorme televisor en una vitrina donde se presentaba un programa de música, tenía el cuerpo cubierto con un impermeable azul y un gorro impermeable, tenía los zapatos mojados y parte de sus pantalones cubiertos por lodo, solo era lluvia, pero hacia tanto frío que no se atrevía a salir sin abrigarse correctamente. —¿No te parece genial? A su lado estaba Jeff, vestido casi igual para esconderse un poco de la tormenta, tenía el cabello húmedo y pegado en la frente, esté se puso frente a la vitrina para mirar como en la enorme pantalla enfocaban a un jurado eligiendo personas para entrar al programa. —Me parece aburrido. —Dijo encogiendo los hombros, miro
El turno en el bar iba desde las siete hasta las cuatro de la mañana que era la hora del cierre definitivo. Después de los ensayos con sus amigos y una buena cena, Harlam corría a cumplir con sus horas de trabajo, era extenuante, pero ya su cuerpo se había acondicionado al ajetreo, en ese establecimiento aprendió cosas básicas para ser un buen bartender, algo que agradecía. El bar tenía días de gloria, pero justo cuando estaban subiendo, llego una semana terrible para el lugar, dos compañeros renunciaron y el jefe estaba estresado buscando personal.—Harlam por favor, dime que tú no te vas a ir también a cumplir tus sueños de adolescente. —El jefe de Harlam era un hombre pequeño pero corpulento, con varias perforaciones en las orejas y tatuajes en todo el cuerpo, se llamaba Abel, estaba caminando de un lado al otro frente a él y su otro compañero, los &u
La noche de vampiros siempre era interesante, participar de ella era una de las cosas que más le gustaba a Jareth, habían trazado un pequeño plan para molestar a Harlam durante la noche, Jeremías les dio la fotografía donde esté se veía como un perfecto vampiro de película y la mandaron a estampar en todas las camisas, por detrás decía “Harlam Cullen”, sabían que no le gustaban esos libros y menos las películas, Jareth no siempre participaba en esos juegos porque eran pérdida de tiempo, pero si se trataba de fastidiar al angelical Harlam, él siempre estaría dispuesto.—Ya deberíamos irnos. —Dijo Jeff que movía los dedos sobre una de las botellas algo intranquilo, Jareth lo miro negando con la cabeza, las dos de la mañana los acosaba. Ya llevaban muchas cervezas encima, Tobías y Jeremías estaban borrachos b
Las noches de licor nunca eran buenas, al menos no en la cabeza sensible de Tobías, intentaba por todos los medios evitar la cerveza pero si estaba cerca de Jareth era imposible negarse, su amigo tenía un no sé qué, que obligaba a la gente a beber aunque no quisieran, después del evento en el bar se sentía avergonzado, supo que había hecho el ridículo varias veces gracias a los cuentos de Jeff, no sabía si iba a tener la cara suficiente para regresar al bar como si nada, aunque era algo simple, no dejaba de darle vueltas al asunto.—Te ves enfermo, ¿Qué te pasa? —Estaba con Jeremías en su casa, eran casi las cuatro de la tarde, los dos compartían un gusto que los demás no conocían, rescataban animales, justo ese día se reunieron para visitar la veterinaria donde habían dejado dos gatos la última vez, deb&iacut
Dos agotadoras semanas pasaron…En medio del caos del día a día, siempre danzaba una pequeña sonrisa en los labios de Harlam, trataba de estar calmado para que todo a su alrededor se desarrollara con esa misma tranquilidad, pero debía afrontar una realidad de la que huía cada minuto que pasaba. Frente a él estaban sus amigos, en silencio, todos mirando al suelo sin saber que agregar para que el ambiente se aliviara, Harlam abrió la boca varias veces pero se arrepintió al último segundo, Jeff llevaba su tercer cigarrillo y estaba claro que Jeremías tenía la mente en otro lado porque no le había quitado ninguno de los cigarros al otro, Tobías de vez en cuando intercambiaba miradas con Harlam, y ahí en el rincón donde siempre se paraba Jareth brillaba una ausencia y soledad que emanaba ese pedazo del garaje provocando escalofríos.—Bueno ya estuvo.
Actualidad…—Ustedes han traído de regreso el rock clásico, aquel que levantaba grupos enormes de personas, ¿pensaron en eso como un concepto o es la música que realmente les nace tocar? —El entrevistador era un hombre joven de al menos treinta años llamado Frank Shor.El grupo estaba sentado alrededor de una mesa grande, el programa se caracterizaba por reunir a los invitados a comer y beber mientras conversaban, era agradable, hasta ese momento se habían sentido bien.—No lo tratamos como un concepto, es lo que somos, desde que nos conocimos descubrimos que teníamos gustos similares en cuanto a bandas, sabíamos por dónde queríamos orientar nuestra música. —Hablo Harlam, durante la entrevista todos habían participado porque esa era la orden de su manager, la gente debía conoc
Cinco años antes… La casita donde vivía Jefferson era hermosa y acogedora, vivía con su madre, una mujer hermosa que se desempeñaba como abogada, la mejor de la ciudad, su padre vivía en otra ciudad a solo dos horas, pero tenía comunicación todo el tiempo con él, Jeff era de los pocos afortunados que vivió en medio de un buen divorcio, sus padres se separaron en los mejores términos y cuando se hablaban lo hacían de excelente forma, incluso bromeaban y sonreían estando juntos, no funcionaron porque los dos tenían sueños diferentes, Jeff siempre había pensado que no fue por falta de amor, porque cuando los veía juntos en el aire se sentía la dulzura y el cariño, pero no pudieron hacer que todo anduviera sobre ruedas, en el medio estuvo él, compartiendo días con su padre y otros con su madre hasta que por fin, el juez le entrego toda la custodia a ella. —Cariño, hoy no podré llegar para la cena, tengo una comida con los del bufete de abogados.
De nuevo en el hospital. ¿Qué tenían que hacer para dejar de llegar a ese asqueroso lugar?Tobías jugaba con el borde de su camisa rasgada para tratar de distraerse con algo, llevaba horas de pie deseando recibir noticias, en una sala donde esperaban otras personas que al verlos solo le contagiaban la sensación de tristeza y estrés, él odiaba los hospitales, todo lo que tuviera que ver con médicos, nunca había estado enfermo como para asistir a esos lugares y los programas que veía eran suficientes para crear en su interior el desagrado, era peor cuando estaba ahí esperando noticias de alguno de sus amigos.La madre de Jeff estaba sentada con la cara escondida entre las manos, el proceso para que atendieran al chico había sido muy lento, no estaban en el hospital donde trabajaba el hermano de Harlam así que no había alguna p