Hoy es un día maravilloso en la cuidad. El sol está brillante y el aire se siente cálido.Solo que hay un problema.Hoy me desperté enferma por lo que Sebastián no me dejó ir a la oficina.Me remuevo en la cama sintiendo mi estomago revuelto.- Aquí tiene su té, señora- escucho a Raiza. Bajo la sabana y ahí está.- Gracias- musito.Me siento y agarro la taza con ambas manos.- El señor vendrá luego de su junta. Dijo que si sigue igual para cuando él regresa, la llevará al hospital- comenta.- No es necesario. Seguro me cayó pesada la hamburguesa triple con queso extra y las tres ordenes de papas fritas- de solo mencionarlo, mi estómago se agita de nuevo.- Bien, el té le ayudará a calmar su malestar- menciona antes de irse.Lo bebo poco a poco hasta acabarlo.Me levanto y decido darme un baño.Me coloco con un vestido color rosa entallado de mangas largas, que me llega a media pierna.Me maquillo ligeramente antes de salir de la habitación.- ¿Ya está mejor?- cuestiona al verme en la
- Eres la novia más hermosa- menciona ensoñada mi pequeña hermana Fabiola.- ¿Estás segura de esto? Gabi, no tienes que hacerlo sino quieres- aprieta mi hombro mi mejor amiga.- Todo saldrá bien, Joseline- menciono al verla a través del espejo de cuerpo entero.Suspiro dando una última mirada a mi grandioso vestido blanco.Es entallado y con corte sirena acentuando mis curvas, llevo guantes hasta los codos y el velo es bordado en las orillas.Mi cabello está recogido con un peinado elaborado que deja al descubierto mi cuello y despejado mi rostro que está ligeramente maquillado.Salgo de la habitación junto a Fabi y Joseline una vez que nos informan que todo está listo y el novio me espera.Respiro profundamente antes de iniciar.Es un abrir y cerrar de ojos me encuentro en una amplia habitación en la mansión Hayes.La boda fue sencilla por petición de ambos y la celebración todavía continúa, pero yo decidí subir para descansar, aunque la madre de Jonathan piensa que es porque quiero
Y aquí estaba de nuevo, otro día en la oficina.Trabajo desde hace dos años en la empresa Altamirano.Soy la asistente del dueño y de vez en cuando le ayudo con los diseños. Reviso los documentos que mi jefe debe firmar y los ordeno antes de ir a su oficina.Toco dos veces pero no escucho a nadie del otro lado. Vuelvo a tocar y nada.Es extraño... El señor Altamirano no a salido de su oficina.Me debato entre entrar o retirarme, pero que tal y si ¿necesita ayuda?Suspiro ante ese presentimiento, abro lentamente y lo primero que veo es un cuerpo en medio de la enorme oficina.¡Oh, por el cielo! Es mi jefe.Me acerco a él y observo que todavía tiene pulso, uf, alivio.Llamo a emergencia y una ambulancia llega rápido al edificio.Una vez en el hospital decido llamar a la esposa de mi jefe.- Hola, querida- saluda amable.- Que tal, señora Altamirano. - ¿Sucede algo en la empresa? Es extraño que me hables a esta hora.- Bueno, verá... Estamos en el hospital Center, el señor...- ¡Dios,
- Escuché que el hijo del señor Altamirano va a venir en una semana para tomar el control de todo.- Yo escuché que no quiere saber nada del negocio familiar. - Pues claro, él tiene su propio imperio. Dejó a su familia cuando cumplió la mayoria de edad para fundar su propia empresa- escucho los murmullos de mis compañeras.- Yo digo que debemos darnos prisa. La señorita Vivian necesita los muestrarios de tela- menciono.- Ya habló la jefa. Dense prisa o nos iremos tarde- comenta Damaris con diversión.Jade y Brenda asienten sonriendo y regresan a sus lugares.El resto de la tarde nos la pasamos entre risas y trabajo.Una semana a pasado desde que fue dado de alta mi jefe luego de permanecer dos semanas en el hospital porque su presión no se estabilizaba.La nueva colección de primaria-verano para dama está lista pero a la señorita Vivian no le convence una de las telas elegidas.Salimos de trabajar algo tarde pero veo el auto de Logan en la entrada.Sonrío y corro hasta él quien se b
Luego de tomar una pastilla, ya que todavía me dolia un poco el cuerpo, decidí darme un baño para relajarme.Salgo de la tina una vez que el agua está fría y me visto con un sencillo vestido color azul petroleo de seda con tirantes delgados y de largo me llega arriba de la rodilla.Me maquillo ligeramente y alzo mi cabello en una coleta alta dejando algunos mechones sueltos y solo me pongo bálsamo labial.Iré a ver a mi hermana ya que Joni no vendrá hasta el fin de semana.Se quedará con Taylor en su departamento y yo puedo quedarme con Fabi y Joseline.Antes de salir de la casa escucho mi teléfono vibrar.Frunzo el ceño al no reconocer el numero pero al notar la insistencia, respondo.- ¿Bueno?...- Estoy frente a la mansión, sal- un escalofrío me recorre al reconocer aquella voz profunda e intimidante.- Se...- cuelga sin dejarme protestar.Tomo aire y valor antes de salir.Me sorprendo al ver la camioneta de Sebastián estacionada enfrente.Mi corazón comienza a latir rápido al verl
- No lo puedo creer. Mi padre a buscado tener una reunión contigo por años- comenta Ruben, el hermano mayor de Joseline que acaba de llegar de Londres.Estamos sentados en la sala charlando.Luego de que nos viera en pleno beso, no hubo mucho que explicar sobre nuestra relación, Ruben simplemente sonrío de oreja a oreja.A él no le cae bien Jonathan y no sé la razón, sin embargo, eso fue bueno ya que nos apoya y prometió guardar el secreto.- Seguro no tiene lo que necesito para mi empresa- responde sin soltarme.- Eso tenlo por seguro. Mi padre no a querido avanzar en cuestiones de tecnología pero quería asociarse contigo solo por la popularidad que tu apellido le daría.- Ya veo. Tu padre es el dueño de Ferreira Company- asiente.- Sí, sigue empeñado en hacer las cosas a la antigua. Por eso aún no me quiere dejar a cargo de la empresa. Sabe que haré una revolución en todo- ríe-. Por cierto, como Joseline no esta, vendré más tarde- se pone de pie y lo imitamos.- Puedes quedarte y...
Antes de poder responder escuchamos su teléfono sonar.Hace seña de que aguarde y asiento liberando la respiración contenida.- Dime- responde secamente. Espera unos segundos y lo veo frunce el ceño luciendo molesto-. Bien, que seguridad se encargue en lo que llego- agrega antes de colgar.- Debo regresar a la empresa. Se presentó un problema- menciona mirando algo en la pantalla antes de voltear a verme con seriedad-. Mi guardaespaldas se encargará de llevarte.- No hace falta. Puedo irme en un taxi- menciono incomoda.- No dejaré que te arriesgues a irte sola. Eres mía y debo cuidarte- se pone de pie y me ayuda a pararme.Caminamos hasta la salida y veo dos camionetas iguales y un auto deportivo color rojo.- Señor, ya estamos listos- menciona uno de los dos hombres corpulentos que salieron de la camioneta de enfrente y se acercó a nosotros.- Bien, lleven a... la señorita a su casa- ordena.No sé porqué pero siento un apretón en mi corazón al escucharlo.'Creí que diría que era su
Pov Sebastian...Llegué al trabajo algo distraído. Cosa extraña en mí ya que todo en mi mundo gira en completo orden y de manera funcional sin perder el tiempo.Hoy me puse al corriente luego de estar lejos por varios años.Estaba leyendo los informes y los contratos que necesitan mi firma pero sin poder concentrarme del todo.Suspiro con frustración antes de ponerme de pie y servirme un poco de whisky.Me quedo de pie con una mano dentro del bolsillo de mi pantalón y en la otra mano sostengo mi vaso de vidrio.Observo la vista panorámica que tengo de la cuidad gracias a las paredes de cristal.Dejando que mi mente se dirija a la noche anterior.Luego de un viaje de varias horas, me dirigí a la mansión de mi padre pues era la boda de mi sobrino Jonathan.Un chico de 23 años algo inmaduro, si me lo preguntan.Aunque claro, no todos poseen un intelecto como el mío. Yo a su edad ya tenia mi propia empresa y dirigía las de mi padre, Walter Hayes, un hombre de 65 años, viudo y con cuatro h