Es un nuevo día y no me siento muy bien, me arreglo y bajo con mi madre.

—Aquí esta tu desayuno.

—No mami, no tengo hambre ahora, compro algo en la cafetería de la escuela.

—Está bien, pero comes.

—Sí, ¿nos vamos?

—Solo voy por mi bolsa y ya.

Me llevo como siempre a la escuela y paso lo de todos los días, solo que hoy al entrar al salón no estaba Said en el asiento de siempre, ahora estaba ahí Aron.

Said estaba sentado en el asiento de atrás, tome asiento y estaba Aron con una sonrisa, no sé qué le pasa a este chico.

—Hola —Dijo Aron con una sonrisa muy grande.

—Hola.

—¿Estás bien?

—Porque todos me preguntan eso.

—Bueno, te ves muy pálida.

—No me pasa nada.

Se que fui un poco grosera, pero estoy muy estresada y sé que él no tiene la culpa de nada, pero y lo que más me preguntan es si estoy bien, y mi respuesta siempre va a decir que si, por que es obvio que no quiero preocupar a nadie, no me siento b