Eli cabalgó hasta el centro de la ciudad donde había un grupo de personas escuchando al capitán. La bandera del ejército de Lionel, la cual era blanca y con el apellido de la familia Sum escrito en letras negras y un par de ojos verdes en el centro de ésta, ondeaba en la plaza principal de aquella ciudad como señal de la conquista. Todos los ciudadanos escuchaban en silencio el anuncio del capitán Dot sobre las nuevas reglas y lo afortunados que ellos eran al ser gobernados por la gente de Lionel Sum.
Eli observaba a las personas con detenimiento. Era obvio que no estaban de acuerdo, pero no tenían opción, era aceptar el nuevo gobierno o morir.
En la mañana llegaron más hombres de Lionel a preparar todo para el nuevo gobernante. Sería un hombre de confianza de Leonel Sum, de las tierras Nim.
Eli regresó al campamento con un grupo de guerreros incluyendo el capitán.<
Su cuerpo temblaba por causa del frío, el tiempo se estaba acabando y sus recuerdos empezaban a ser confusos.—Eli... —balbuceó tembloroso. ¿Por qué estaba dentro del agua? ¿Cómo llegó hasta allí? Salió del río y escaló por el risco que no era muy alto. Se abrazó a ella hasta suspirar al sentir su calidez—. Debo llevarte... Queda poco tiempo... —musitó con dificultad mientras la cargaba. Miró su rostro fruncido, al parecer perdió el conocimiento alterada.Caminó arrastrando su cuerpo como si no pudiera con su propio peso. Aun así, luchaba para no dejarla caer, como si ella fuera un vaso delicado entre sus brazos.Poco a poco Ulises fue desapareciendo mientras la mañana hacía presencia.***—Ulises, me estoy volviendo loca, amor. —Limpiaba sus lágrimas,
Pasaron varios días y Eli no volvió al bosque. Estaba confundida y aterrada. No sabía si Ulises era real o no, y si lo era, ¿por qué rayos la trató de esa manera? Temía volver y que él le dijera que le gustaba Anya.Fue al pueblo y después de la clase, se sentó en un parque que quedaba en el centro de éste.—El bosque Encantamiento se protege a sí mismo debilitando a quien entra allí, pues tiene mucho qué cuidar. —Una voz conocida la sacó de su ensoñación—. No me mires, haz como si no estuviera hablando contigo. —La chica advirtió.—El polvo de las plantas...—No es alucinógeno. Solo te debilita y te duerme. —La muchacha la interrumpió adivinando su pregunta—. Llega un momento que el bosque te reconoce como persona confiable y te deja acceder sin dormir
Lionel estuvo de mal humor todo el día y nadie se atrevía a acercársele. Eli fue a almorzar con él como de costumbre y se sintió incómoda todo el tiempo que estuvo en la mesa, pues éste no le quitaba la mirada de encima.—¿Hice algo que lo molestara? —Eli preguntó perdiendo la paciencia, puesto que ya estaba cansada de que la observara con reclamo.—No, nada —contestó con voz quebrada.—Es que ha estado de mal humor hoy y no deja de mirarme como si yo lo hubiera ofendido.—Lamento que te sientas de esa forma, Lojan, pero solo estoy frustrado y no sé por qué.—Bueno, es raro que se sienta de esa forma sin razón. —Lo miró con sospecha y siguió comiendo.***Después de cenar, Eli se acostó. Esta vez no iría a ver a Ulises, no
El calor era infernal y los sudores se mezclaban con la sangre sobre su piel. Las heridas picaban y ardían cada vez que las gotitas saladas las mojaban. Estaban rodeados de rebeldes y solo les quedaba luchar para sobrevivir. No entendía cómo ellos se enteraban de sus movimientos en esos días. Ya no podía ocultar su sospecha, debía decirle a Lionel que había un traidor en el campamento.Dos rebeldes se lanzaron contra Eli y de un giro ella los hirió a ambos, quienes cayeron al suelo al instante.La lucha duró varias horas donde algunos guerreros de Lionel fueron heridos y otros muertos, no obstante, lograron vencer a los rebeldes. Atraparon a dos de ellos y los llevaron al campamento.—Los enviaremos a prisión donde le daremos el castigo de santificación. —Jackson sentenció. Los guerreros se lo llevaron en un carruaje conducidos por caballos. Eli decidió s
—Eli... ¿Dónde estás? ¿Por qué no vienes a verme, amor? Eli, espero que estés bien, enana, espero que no te haya pasado nada malo.El chico se acostó sobre la cama, abrazado a sí mismo, luchando con el frío que su falta le provocaba. Estaba solo otra vez en medio de la nada, en una oscura y fría cueva, alumbrada por aquella lámpara.***Un mes después...Eli respiró varias veces y trató de no llorar. Era el momento de su gran aventura, solo esperaba no equivocarse, solo esperaba no estar cometiendo el peor error de su vida.Castillo de la región NimEli fue dirigida a su nueva habitación en el gran castillo. Conoció al padre de Lionel y no le gustó su mirada fría y tenebrosa. Él ya estaba viviendo allí cuando
—¿Embarazada? —Ana la preguntó sorprendida mientras que Eli estaba aterrada ante aquellas palabras. ¿Cuáles eran las posibilidades?—Sí, embarazada. Ya Darian había tenido a su bebé y lo ocultaba de Leonel Sum porque él estaba buscando a un estrella verde para tomar el control. La familia de Darian eran los últimos que quedaban y fueron perseguidos. Entonces Ula y Dan, estrellas verdes puros, escaparon a otro mundo para proteger a su criatura. Ula tenía tres meses de embarazo y le había propuesto a Darian la huida, pero ella se negó y le advirtió que no usara la piedra porque pertenecía a nuestro mundo. Cómo sabes, Leonel Sum se robó a Lionel y lo crio como a su hijo.—¿Crees que Leonel haya matado a Darian? Tiene más de tres años desaparecida.—A veces
—Ulises... —Eli despertó balbuceando su nombre. Se sentó de golpe al verse en la cueva. Era la primera vez que despertaba allí. ¿Cómo era posible? Se paró de la cama y salió al bosque.—¿Ya amaneció? —Miró al cielo atolondrada—. ¿Cómo es que estoy aquí? ¿Dónde está Ulises? —Las lágrimas cubrieron sus ojos y el miedo la azotó—. ¿Qué hicieron contigo, amor?***Eli fue a desayunar después de pasar una hora en su habitación analizando la situación. La impotencia y la frustración de no saber dónde estaba o qué le hicieron estaban acabando con su paz.—¿No le gustó? —Madia, la nueva ama de llaves del campamento, la abordó con preocupación. Era una Señora entr
Tres años y medio atrás.—¡¡ULISES!!«Perdóname, enana... no pude cumplir mi promesa».Una semana antes de la caída por el precipicioUlises estaba temblando. Era un gran descubrimiento y tenía que proteger aquella información a toda costa. Ni siquiera veía aquella casa como segura, si la gente de Kara lo descubría, ese sería el primer lugar donde buscarían. Fue al mercado y compró cabello falso, preparó una peluca y barba negras. Se disfrazó y dejó una carta a su compañera de trabajo, explicándole que tuvo que salir de emergencia y que tal vez no regresaría. Salió disfrazado, compró un caballo y se dirigió a Ming. En la gran casa, ocultó la cura, el neutralizador y l