Evelyn Brooks
Un año después del matrimonio.
Orfanato Hermanas de la caridad, en New York.
— ¿Por qué tardan tanto? —pregunté a Jack, él puso su mano en mi rodilla para que dejara de moverla repetidamente, me mordí la uña.
—Apenas lleva unos minutos que salieron, tranquila. —Jack pasó un brazo por encima de mis hombros y me acercó a él, dejando un beso en mi coronilla. —Tranquila…
—Estoy nerviosa, ¿No estás nervioso? —él sonrió.
—Claro que lo estoy, pero debo de mantener a raya esos nervios, amor.
—Yo no puedo, lo juro. Es una emoción combinada con esperanza, miedo, felicidad…
—Te entiendo, yo también estoy emocionado de que nos hayan hablado para la adopción, —apretó con fuerza mi mano.
—Ou, eso duele. —él me soltó preocupado.
Años después Casa en los suburbios de los Brooks-Peterson El agua caía sobre sus dos cuerpos desnudos, las manos de Jack tenían sujetas en lo alto las muñecas de Evelyn, quien se encontraba recargada contra la pared, él rozó los labios de ella, provocando ansiedad. —Bésame…—suplicó Evelyn, levantó su pelvis en busca de contacto, ese movimiento hizo que él sonriera de manera provocativa. —Bésame…—dijo de nuevo, Jack atrapó su labio y lo succionó, provocando un gemido de ella, luego soltó el labio. —No me gusta que me hagan esperar... —Jack soltó las muñecas de ella, se inclinó para levantarla del trasero, rodeó con sus piernas la cintura de él, Jack llevó una mano a su miembro para ponerlo en la entrada de ella. —Vente conmigo…—susurró contra sus labios, luego entró de una estocada en su interior, Evelyn gimió, per
Años después...Boda de JackEvelyn contempló su imagen en aquel espejo de cuerpo completo, se puso el segundo arete y luego se alisó el largo vestido de noche, los nervios estaban a flor de piel, su hijo mayor, ya se había graduado y durante el camino, había conocido a la mujer que caminaría a su lado por el resto de sus vidas.Jack la contempló desde la entrada de la habitación. Su dulce y amorosa Evelyn, había sido hasta la fecha la única mujer que le robaba suspiros, aquellas canas discretas las intentó ocultar al acercarse al espejo mientras las ubicaba.―Te ves hermosa con o sin ellas. ―Evelyn se sintió pillada, miró hacia Jack que sonreía divertido.―No me avergüenzan para nada, solo que...―dejó de evadirse a sí misma, Jack caminó hacia a ella y al
Valentina Brooks PetersonCepillé una y otra vez mi cabello negro, distraída repasando una y otra vez la imagen de mi novio Jasper, con aquella mujer riendo en una terraza de un café en Toronto. Había cambiado su forma de ser hace semanas, y esa imagen, había alertado mi corazón. ¿Acaso se había enamorado de alguien más? ¿Había dejado de amarme? ¿En qué había fallado en nuestra relación? Dejé el cepillo de nuevo en el tocador y miré mi reflejo, presioné mis labios intentando controlar mis emociones, las dudas me inquietaron y esas preguntas sin respuestas solo Jasper puede darme.― ¿En qué tanto piensas? ―escuché decir a mi madre, me volví de medio perfil y vi que ella asomaba su cabeza por la puerta.―En nada. ―sonreí para poder tranquilizarla, pero por su gesto, hab&iacut
Valentina― ¿Terminar? ―el tono de sorpresa de Jasper, me confundió.― ¿Es lo que querías no? Terminar nuestra relación, ―hice una pausa al ver el gesto en su cara. ― ¿No?― ¿Por qué querría terminar nuestra relación?― ¿Tu comportamiento de semanas atrás? ¿La mujer de la terraza en aquel café? Te veías muy divertido, ―presioné mis labios y luego suspiré. ―Lo acepto, me sentí celosa al verte reír de esa manera, hace poco noté que lo habías dejado de hacer a mi lado, entonces…―me interrumpió, sonrió pero no mostró su dentadura. ―Espera, si no quieres terminar, ¿De qué quieres…?―Jasper se inclinó hacia a mí, dejó un beso tierno en mis labios, luego retrocedió para ponerse en una rodilla contra e
En aquella sala de la mansión de los Brooks-Peterson se celebraba la llegada de las gemelas y sus parejas.— ¿Y no se pueden quedar aquí en lo que terminan las remodelaciones de la nueva casa?—preguntó Evelyn a Valentina, ella no supo que contestar de inmediato. —La casa es demasiado grande para tu padre, para mi y tu hermana, además, nos encantaría tenerlos en casa.—A mí también me gustaría, podría hablarlo con Jasper.—Así también veríamos lo de los arreglos de la boda, —Miranda se uni&o
Los dedos de Valentina acariciaron la orilla del velo que tenía caída desde su moño bajo, el maquillaje era perfecto, el vestido era de corte de sirena, en encaje color perlado, dejaba al descubierto sus hombros, las mangas eran 3/4, la tela caía como una cascada hasta la duela oscura de su habitación. "¿Acaso se podría ser más feliz?" se preguntó a si misma al mirarse en el reflejo del espejo.―Esto es prestado...―Miranda la sacó de sus pensamientos al ponerse a su lado y le extendió un collar con un diamante azul cielo. Valentina se sorprendió a tal belleza, levantó su mirada del collar a su hermana.―Pero...―...es azul, y ahora es un regalo. Tienes las tres, prestado, azul y regalado. ―Miranda sonrió emocionada al verla espectacular.―Gracias, hermana. ―iba a abrazarla pero Miranda negó.―No quiero estropear t
Evelyn había enviado al chófer antes de comenzar la ceremonia directamente a la farmacia por varias pruebas de embarazo, tenía que sacarse de dudas si realmente Miranda no estaba embarazada, la emoción la había embargado, pero no quería ilusionarse, las palabra que había dicho de no tener un hijo contemplado en estos momentos, la pusieron triste, pero sabía que algún día, podría tener aún vida para ver a sus nietos de sus gemelas crecer. Los novios cortaron el pastel y la fiesta siguió, Jack se había dado cuenta de la ansiedad que tenía su esposa, tomó su mano y acarició sus nudillos.― ¿Qué es lo que pasa? ―preguntó acercándose a su oído, Evelyn suspiró y luego le regaló una sonrisa, de esas que le encantaban a Jack.―No pasa nada, solo…―Mientes tan mal, señora
Rumbo al hospital, Evelyn no podía dejar de imaginar motivos para que la haya llevado Jeremy, ella rara vez enfermaba, se había ido bien de la fiesta hace horas atrás, ¿Qué es lo que realmente había pasado?―Tranquila. ―dijo Jack intentando tranquilizarla, el chófer manejó cuidadosamente. El cielo no tardaba en aclararse por completo y en aparecer el sol. Jack apretó la mano de Evelyn y ella lo miró. ―Ya llegaremos, no pienses cosas que no son, mi amor. ―susurró.―Lo sé, lo sé, ―se llevó una mano a su cuello, como tic nervioso.Veinte minutos después, el auto blindado se detuvo frente al hospital, Jack y Evelyn caminaron a toda prisa hasta la puerta de URGENCIAS, él llamó a Jeremy y le avisó que estaban entrando para que los encontrara.Jeremy venía despeinado, con el pantalón de pijama, una camiseta y encima un abrig