Por Rocío

Algo tengo en claro, no puedo permitir que él vuelva a besarme, porque le tengo miedo, un miedo distinto, ese miedo de claudicar ante él.

Ramiro es un imán para mí y por más que yo necesite todo lo que él me da… necesito más, necesito su amor, su entrega total, esa que es evidente que nunca me dio, aunque sabe encender mi piel, cada poro de piel vibra por él.

Ahora lo sé, soy una imbécil, nunca lo olvidé.

No quiero nada sin él, pero no podemos estar juntos, su traición fue absoluta.

¿Acaso no se dio cuenta de que yo sólo le pedía amor y que Charo no iba a dejar escapar al excelente candidato que es él?

Perdió mucho en el camino, porque aunque yo hubiese muerto, con ella a su lado solamente perdía.

-Hola amiga.

Dice Karen entrando a mi consultorio.

-Hola hermosa.

Le contesté con una sonrisa.

Charlamos un rato y me invitó a cenar a su casa.

-Karen, ya sabés que…

-Facundo y Ramiro están de viaje.

Acepté y cenamos juntas y recordamos viejos tiempos, de cuando éramos niñas.

Hay t