Por Rocío

Creí que todo estaba cambiando, después de tanto tiempo pude volver a atender pacientes.

No había superado la muerte de Gabriel, creo que eso jamás va a suceder, él fue un gran compañero, el hombre ideal, el que me amó sin pedir nada a cambio, lo hizo incondicionalmente, pero puedo decir que nuevamente me encuentro de pie.

Sigo luchando cada día y creí superar todo lo que tenía que ver con Ramiro, con lo que sentía por él, no con el abandono que sufrí.

Pero parecía una broma, maldita broma, del destino, porque él apareció en mi vida y estaba junto a ella.

No quiero recordarlo, no puedo hacerlo.

Él me sacó las ganas de vivir, me abandonó, me dejó a expensas de Charo, puede decir lo que desea, pero ambos me sacaron la sonrisa, la dignidad y casi me sacan la vida.

Cuando lo vi frente a mí, solamente quería salir corriendo, quiero olvidar esos pensamientos que últimamente se adueñaron de mi mente, esos en los que sentía sus labios recorrer mi cuerpo, esos que me gritaban que so