Perdidos en la oscuridad

Los estudiantes seguían a sus dos guías, en medio de la Oscuridad que solo se atenuaba, por la luz de las linternas y algunos orificios que dejaban pasar tenues rayos del sol. Húmedas y rojizas rocas los rodeaban y formaban las paredes de las cuevas.

Mientras caminaba adentrandose en la cueva, Drantor se acercó a Caroline, Arthur que iba de tras de su amiga al verlo se puso serio y aunque el joven se percató, no presto atención, miró a Caroline y dirigiéndose a ella le contó: 

—Sabes Carolina, esta Montaña esta llena de cavernas y pasajes secretos ocultos entre sus paredes.

—¡Fantastico! —Expresó la chica— y ¿tu hermano el gruñón y tú nos mostraran alguno de esos secretos? —Interrogó con ilusión la muchacha.

—Bueno debo consultarlo con el lobo feroz —Añadió Drantor, señalando a Draco —, Pero no creo que haya problema.

Draco, iba al frente del grupo abriendose camino por diversas cavernas, Drantor volvió al lado de su hermano, para preguntar si podrían mostrar al grupo algunos pasajes ocultos, pero antes de poder siquiera abrir la boca y como si hubiese leído su mente, Draco negó:

—No, Hermano eso no lo haremos.

—Pero no necesariamente tiene que ser...

—¡He dicho que no! —Grito Draco, y el sonido retumbo en las paredes haciendo que se desmoronara un poco, 

El grupo detuvo su marcha, Drantor volteó a ver a los estudiantes y ante la mirada de extrañeza de Caroline, le susurró a su hermano:

—Hermano, hay otros lugares que pueden ver y que no tienen gran relevancia.

Draco, no le prestó atención y siguió caminando, llegaron a un paso, donde una roca plana, formaba un peligroso puente, que cruzaba al otro lado y bajo este un abismo oscuro. Drantor indicó, que debían cruzar de dos en dos.

Una vez agrupados, los jóvenes aunque temerosos comenzarón a cruzar y Draco, ya ubicado del otro lado los ayudaba a terminar. Arthur tuvo que hacer pareja con otra chica muy a su pesar, pues la joven temblaba de pies a cabeza. Los últimos en cruzar fueron Caroline y Drantor, la chica estaba aterrada y de pronto hizo lo que nunca se debía hacer cuando se cruza un alto abismo, mirar hacia abajo. Su vertigo fue tal que enseguida resbaló y mientras Drantor le habia sujetado una mano, ella intentaba impulsarse con la otra pero era inútil su brazo le temblaba, Arthur estaba en tensión y comenzó a regresar, para ayudar a su amiga , pero mientras este más se acercaba el puente comenzó a requebrajarse y al sentir que el puente empezaba a ceder, Drantor volteó a ver a Arthur y le grito:

—No vengas o nos caeremos al abismo y será...

Pero Arthur ya estaba muy cerca de donde ellos estaban y el puente colapsó, provocando que los tres chicos, cayeran al vacío de la oscuridad, escuchándose un gran rugido retumbar en la cueva.

El grupo de estudiantes se estremeció y asustados expresaban angustias y algunas chicas tenía lágrimas en los ojos. Draco, con expresión de asco pensó: &Eres un tonto hermano& y entonces, cuando una chica le preguntó si había otra salida, el muchacho sonrió y guió a todos por otro camino hacia el mismo arco por donde habían entrado. los jóvenes al salir de la cueva apuraron el paso, para avisar de lo sucedido.

Drantor caminaba de un lado para otro en la oscuridad, palpando las paredes, buscando una salida de la curva subterránea en la que se habían caído. Caroline y Arthur estaban recostados inconcientes, por el susto de la caída.

Al poco rato Caroline empezó a despertar Aturdida y su primera visión fue la del inconciente cuerpo de Arthur a su lado, se acerco más a él y lo llamó con suavidad, desesperandose más al ver que su querido amigo no despertaba. Drantor, se percató de que la chica había despertado, y tras escuchar los desesperados llamados de esta y evaluando una pared le informó.

—Tranquila Carolina, Tu amigo esta bien solo se golpeó un poco más—volteó a ver a la chica y continuó— intente ayudarlos a los dos, pero no me fue facil.

—Drantor, ¿Dónde estamos? ¿Cómo saldremos de aquí?— Preguntó nerviosa la jóven.

—Caímos a una Cueva subterránea, hay una salida, por aquellas rocas— señalo, una pilas de rocas sueltas que formaban una rampa— Con la ayuda de tu amigo Arturo, la abriremos y podremos salir —Explicó el muchacho.

—Esto es mi culpa, no debí mirar al vacío esa es una regla importante, pero estaba tan nerviosa y ahora estamos los tres atrapados y perdidos—Sollozó Caroline— Lo siento tanto Drantor.

El Chico se acercó a la muchacha y la abrazó, luego le susurró:

—Te prometo mi querida Caroline, que saldremos de aquí.

Se miraron un largo rato, perdiéndose en la mirada del otro. Arthur comenzó a despertar y al ser su primera visión Caroline y Drantor viéndose fijamente, no pudo evitar sentirse molesto y a la vez herido. el joven intentó levantarse, Caroline sintió el ruido y al ver a su amigo, despierto se arrodilló a su lado y pregunto:

—Arthur ¿estas bien?¿no estas herido?

—Algo adolorido, pero bien Caro, aunque me duele un poco la cabeza.

—Me alegra que despertarás Arturo—intervino Drantor, y solicitó— Cuando te sientas con fuerza de levantarte, necesitaré que me heches una mano, con las rocas.

—Si, dame solo unos minutos.

Entre tanto en la aldea, la jefa Danna ya organizaba todo para la búsqueda de los tres chicos, que estaban atrapados en la Oscuridad.