Después de decir eso, se dirigió hacia la Señora Nera, con una sonrisa, y la miró. “Taylor usa la tanzanita como una gema exquisita. Eso demuestra que usted y yo pensamos que las tanzanitas tienen mucho potencial”.

“Hay muy pocos diseños que utilicen tanzanita en Zlokova. Muchos de los más jóvenes nunca fueron testigos del encanto de las tanzanitas. Si permanece oculta, ya no hay razón para que exista en el mercado”.

La Señora Nera miró fijamente a la joven sincera que tenía delante, pensando en las otras personas que le habían hablado de asociarse para conseguir tanzanita. No la elegían porque vieran su encanto, sino que la preferían por su rareza.

Había una cantidad limitada de tanzanitas que se podían extraer. No quedaría ninguna más en unas décadas, y cuando eso ocurriera, su valor superaría al de los zafiros.

Como los artículos inusuales eran más valiosos, ella no quería desperdiciar una piedra tan preciosa en algo que no tenía sentido. Por eso, siempre ponía condiciones difíc