Ellos no causaron una escena, tampoco hicieron nada. Si los echaran solo por ser recién establecidos, la gente diría que Taylor desprecia a las nuevas compañías.

“Que esperen si eso es lo que quieren”.

Después de otra hora, el personal volvió a informar, pero la Señora Nera lo ignoró. Cuando llegó la tarde, el personal informó nuevamente, con aspecto derrotado. “No se han ido. Pidieron comida a domicilio. Supongo que planean quedarse aquí toda la noche”.

La Señora Nera no podía quedarse sentada como ellos pensaban hacer. Ella dio la vuelta a su silla de ruedas. "Llévame hasta ellos".

Ella había subestimado la perseverancia de los empleados de la pequeña compañía. Tal vez por eso sentía curiosidad. Quería ver cuánta confianza tenía esta pequeña compañía de joyas.

“Son tan desvergonzados. Se negaron a irse porque la Señora Nera no quería verlos”.

"Tal vez yo estaría muy avergonzado de quedarme".

“Incluso ordenaron comida a domicilio. ¿Creen que esta es su casa?”.

Algunos empleado