Maisie salió del coche, se paró en el jardín y se dio cuenta de que las malas hierbas habían estado creciendo por todos los macizos de flores del jardín.

La cerradura de la puerta tenía programado el acceso mediante huella dactilar. Ella entró en la sala después de desbloquear la puerta con su huella dactilar. Todos los muebles estaban cubiertos con un paño a prueba de polvo, y las paredes y los candelabros parecían nuevos.

En ese momento recibió una llamada de Nolan, la cual contestó: "Pareces muy desocupado, ¿eh, señor Goldmann?".

"¿Dónde estás?".

Maisie abrió el marco de la ventana francesa. "Adivina”.

Nolan sonrió mientras entraba al jardín. "¿De verdad quieres que adivine?”.

Maisie estaba de pie en el jardín, mirando el paisaje marino a lo lejos. "Eres muy listo. Deberías ser capaz de adivinarlo".

Él resopló.

Maisie se quedó atónita cuando escuchó los pasos físicos que llegaban a través de la llamada, y eran muy claros.

Una silueta eclipsó su cabeza en silencio, y la esbe