A Nolan le ardían los ojos, pero estaba tratando de mantener las cosas bajo control y la besó con vacilación. "Sí, así que necesito castigarte".

Maisie podía sentir el pelo corto en su cuello, y los fuertes brazos del hombre levantándola. Se abrazó con fuerza a su cuello para mantener el equilibrio y pasó un rato emocionante en el umbral de la puerta.

Bajo el cielo nocturno, la luz del armario brillaba tenuemente sobre la piel clara como el cristal de Maisie, con el cabello esparcido sobre la almohada como algas negras.

Alguien abrió la puerta del dormitorio. Maisie abrió lentamente los ojos cuando sintió que el colchón se hundía un poco. Nolan se sentó en el borde de la cama y le tocó la cara. "¿No vas a cenar?".

Maisie se dio la vuelta y dijo con la voz ronca por la restricción: "Tengo sed".

Nolan agarró de la mesa el vaso de agua que había preparado para ella.

Ella se incorporó y bebió de un trago, pero se atragantó porque bebió demasiado rápido y escupió agua por toda la cami