"Sí”. Maisie cerró el periódico y levantó la cabeza. "Hoy me voy a la compañía, así que no me quedaré aquí contigo".

"¿Tú también vas a trabajar?".

"Si no, ¿vas a pagar mis facturas?". Ella levantó las cejas con una sonrisa burlona, cogió un vaso de leche que había sobre la mesa, se lo terminó de un trago y estaba a punto de levantarse.

"¿Estás diciendo que no puedo pagar tus cuentas por ti?". Nolan la miró agresivamente.

'¿Soy tan pésimo que hasta mi esposa tiene que salir a trabajar ahora?'.

Maisie no pudo evitar reírse al escuchar esto. Caminó a su lado y se inclinó para mirarlo con los brazos apoyados contra la mesa del comedor, fingiendo sentirse agraviada. "Salí a trabajar porque dijiste que no te gustan las mujeres pródigas. También mencionaste que prefieres a las mujeres inteligentes e independientes".

“¿Yo d-dije eso?”. Nolan frunció el ceño y reflexionó sobre esa declaración por un momento, pero fue en vano.

Maisie presionó las yemas de sus dedos contra sus labios y di