En ese momento, Nolan no sonó tan provocador como antes de perder la memoria. Su expresión no cambió en absoluto mientras la miraba fijamente con sus ojos profundos. No emitió ningún pensamiento primitivo, sino que sonó extremadamente serio.

El corazón de Maisie dio un latido al sentir un aumento de la temperatura a través de las palmas de las manos que estaban apoyadas contra su cuerpo. Esto significaba que él ya estaba a punto de perder el control.

"Nolan, no...".

Sus labios rozaron su oreja como si fuera un beso. "No puedo hacer nada mientras no recuerde una m*erda, ¿no?".

Maisie se quedó sorprendida.

El cálido aliento que él exhaló la envolvió en una turbulencia, y las líneas de la sonrisa que se encontraban en las comisuras de su boca se hicieron más profundas. "¿No te encanta provocarme?".

Maisie frunció los labios con fuerza; sus orejas y sienes estaban tan cerca que ella ya no podía fingir estar tranquila.

“Zee”, le susurró Nolan al oído, hechizándola, “eres mi esposa y