Maisie miró a la mesa mientras decía: “Solo me di cuenta de la diferencia en Nolan después de pasar un tiempo con él. Aunque es mandón, calculador y se pone celoso a menudo, a veces es lindo y tonto. Sin embargo, cuando mi vida está en peligro, hace todo lo posible por protegerme a costa de su propia vida. Nunca dejaré ir a un hombre que me quiere así".

La Señora Hathaway miró hacia la puerta en silencio.

Como si Maisie finalmente sintiera algo, giró la cabeza y luego se quedó inmóvil.

‘¿Nolan? ¿Desde cuándo está aquí? Un momento, si está aquí, ¿¡significa que escuchó todo lo que dije hace un momento!?’.

La Señora Hathaway se rio entre dientes y dijo: “¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar descansando ahora mismo? ¿Corriste hasta aquí porque te preocupaba que le hiciera pasar un mal rato?”.

Nolan apartó la mirada de Maisie. Había una pizca de vergüenza en su rostro, pero se obligó a calmarse. "Abuela, ¿cuándo se te puso el cabello tan gris?”.

La Señora Hathaway sabía que Nolan tení