Él respondió débilmente: “Eres tú. ¡Fuiste tú quien nos envió tras él!”.

“¡No! ¡No fui yo! ¡Yo no fui! ¡Estás mintiendo!”.

La reacción exagerada de Rowena hizo que Titus frunciera el ceño. Empezó a sospechar de Rowena mientras su rostro se ensombrecía ligeramente.

Al ver su reacción, Rowena lo agarró del brazo y continuó: “¡No le hagas caso, abuelo! ¡Él está mintiendo! Nolan es el hombre al que más amo, así que ¿cómo es posible que le haga daño?”.

Nolan intervino con frialdad: “Si no fuiste tú, ¿quién fue?”.

Rowena se llevó la mano al pecho mientras sus ojos se enrojecían y explicaba con histeria: “Nolan, estoy segura de que sabes cuánto te quiero. Aunque fuera a hacerle daño a alguien, ¡nunca sería a ti! ¡Lo sabía! ¡Deben ser las personas de la familia de Armas!”.

Después de eso, se abalanzó sobre la cama y gritó: “¿Quién eres? ¿Por qué mientes y por qué me incriminas?”.

Quincy se apresuró a apartarla. Rowena estaba alterada y ansiosa en ese momento, pero actuaba como si la hub