“Alguien viene, suéltame…”.

Maisie le 'rogó' gentilmente, con su hermoso rostro y sus bonitos ojos hipnotizantes.

A Nolan le pareció tierno. ¿Cómo se atrevía ella a provocar un incendio y rogarle que parara? Nadie podría soportarlo.

Él respiró hondo y la abrazó. “No te muevas, déjame abrazarte”.

Maisie no se atrevió a moverse porque sabía que Nolan se estaba conteniendo. Si ella se movía, él podría volverse loco.

“¿Ya terminaste?”.

Solo hubo silencio.

“Nolan, ¿puedo contarte un chiste? Te prometo que te calmarás”.

Ella escuchó un 'Está bien', con un toque de curiosidad en su voz.

“Un terrón de azúcar caminaba hacia el Polo Norte, y cuando llegó allí, sintió mucho frío y se congeló, así que se convirtió en una roca de azúcar".

Nolan se quedó sin palabras.

La mujer continuó emocionada: “Tengo otro. Un repollo empezó a desnudarse mientras caminaba y, después de unos pasos, ¡desapareció!”.

Nolan bajó inmediatamente la cabeza y la besó para que dejara de hablar.

“Maisie, ten