En el hospital…

Leila salió de la sala con su celular y se dirigió a la escalera para hacer una llamada. "Willie, no te preocupes. La abuela ya confía en mí. Haré que tu padre vaya a recogerte en cuanto pueda volver a la mansión Vanderbilt”.

“Espera, ¿cuánto más debo esperar? ¡Ya no quiero quedarme aquí!”.

Willow odiaba vivir en una casa de alquiler barata.

'Si hubiera sabido que esto sucedería en ese entonces, no habría irritado a papá de esa manera. ¡Al menos, vivir en la mansión Vanderbilt es mucho mejor que este lugar de mala muerte!’.

Al notar que Willow estaba de muy mal humor, Leila dijo pacientemente: “Lo sé, Willie, la venganza es un plato que se sirve frío. Mientras podamos soportarlo, siempre habrá una manera de encargarnos de esa p*rra”.

“Debes saber que esa p*rra ahora tiene información sobre mi vida antes de convertirme en la señora Vanderbilt. ¡Nosotras sufriremos de verdad si volvemos a fallar esta vez!”.

Willow solo podía calmarse a sí misma sin importar lo ansi