Daisie estacionó su coche al borde de la carretera y llamó a Freyja hasta que alguien abrió la puerta de su coche desde afuera. Daisie se quedó mirando a la mujer que entró en el coche y se sentó en el asiento del copiloto. "Tú...".

"Solo me cambié el peinado, ¿y ya no me reconoces?". Freyja se quitó las gafas de sol.

Daisie sonrió al instante. "¿Realmente te hiciste permanente en el pelo?".

Ahora que podía verla mejor, el pelo rizado le quedaba mejor a Freyja que el pelo negro, largo y liso que solía llevar.

No era un rizo exagerado, pero desprendía un temperamento suave, maduro y salvaje.

El coche circulaba despacio por la carretera, y Daisie conversaba de muchas cosas con ella. Durante ese tiempo, hubo momentos en los que deliberadamente sacó el tema de Colton y se dio cuenta de que a Freyja se le congelaba la expresión y miraba hacia otro lado. "¿Es así? ¿Se hizo cargo de la empresa? Me alegro".

Daisie la miró. "Freyja, ¿pasó algo entre ustedes?".

Su expresión era un poco rí