"Mi mente está totalmente clara". Zenovia se quedó mirando a Juneau sin expresión. "Papá, todo esto es por tu culpa. Si no fuera por Lisa, no me habría enterado de que estabas engañando a Mamá. Siempre fuiste un buen padre, pero resultó que todo era mentira".

"Zenovia...".

“Lo hice porque Nollace sabe lo que hiciste. Si te expusiera, las consecuencias serían graves. Solo estaba pensando en nuestra familia".

Juneau contuvo la respiración, se veía enfermo y pálido, como si hubiera perdido la voluntad de defenderse.

Zenovia seguía tranquila. "No me culpes. Tu sentencia garantizará que nuestra familia permanecerá a salvo. No te preocupes. Nadie va a descubrir tus secretos. Te conseguí el mejor equipo de abogados de Haniston, y aunque te condenen a prisión, la pena será la más corta posible. Eso es todo lo que puedo hacer por ti".

Ella colgó el teléfono y se fue.

Juneau se quedó en su asiento porque nunca hubiera imaginado que un día caería en manos de su hija. Cuando se lo llevó la