Al percibir la mirada de Daisie, él giró la cabeza y le preguntó: "¿Qué pasó?".

Ella desvió la mirada y le respondió: "Nada".

Nollace cruzó los brazos y se inclinó más hacia ella. "¿Esa niña eres tú?".

Ella se quedó atónita, pero no dijo nada.

Nollace se rio entre dientes y continuó. “Ella se ve tan adorable. Es más, se parece mucho a ti”.

Daisie lo apartó de un empujón. "Sigamos viendo la película".

Él soltó una carcajada, pero no dijo nada y giró de nuevo la cabeza hacia la película. Reconoció a la niña en cuanto apareció. Le hizo esa pregunta porque quería ver su reacción.

La noche era cada vez más oscura y, cuando terminó la película, Daisie se quedó dormida en el reposabrazos del sofá. Nollace giró la cabeza de lado para mirarla y soltó una risita.

Él estiró los brazos hacia adelante y apartó los mechones de cabello que estaban pegados a su rostro.

Después de eso, se levantó y la tomó en sus brazos.

Su cabeza aterrizó sobre su hombro.

Él llegó a su habitación y la coloc