'Es una pena que no pueda escapar de la discordia que ha sembrado con Pearl'.

Dentro del coche…

Nolan condujo el coche de regreso a la mansión Goldmann. Maisie, que estaba sentada en el asiento del copiloto, no dejaba de mirar por la ventanilla del coche.

‘Este hombre no ha dicho ni una palabra. ¿Es algo bueno o algo malo?'.

Cuando él detuvo el coche en el cruce con el semáforo en rojo, Nolan se giró para mirarla, con los ojos en llamas.

Maisie lo sintió todo. Ella giró la cabeza y se encontró con su mirada. "Señor Goldmann, ¿puedo saber por qué me miras así?”.

Él alzó ligeramente las cejas. "¿Necesito una razón para mirar a mi mujer?”.

Maisie esbozó una sonrisa de satisfacción. “Ser tu mujer es un trabajo bastante arriesgado. No creo que podrías decirme eso si esta noche yo fuera la mujer en el cuarto”.

Los ojos de Nolan se volvieron indiferentes y sombríos.

'¿Qué haría yo si la mujer en el cuarto fuera realmente ella? Me temo que mataría a los hombres que la tocaran’.

Él ap