Nolan le pidió que se sentara. Cuando el editor en jefe se sentó, abrió la boca y dijo lentamente: “A mi esposa le encanta la reciente revista de belleza publicada por su compañía, así que me pidió que viniera a preguntar quién editó las ediciones más recientes”.

El editor en jefe se quedó inmovil.

El personal a su lado respondió: "No fue editado por Hec—".

Antes de que pudiera terminar de hablar, se dio cuenta de algo y se calló.

Nolan tomó la taza de té que le entregaron y preguntó. "¿Estabas tratando de decir Hector?".

El editor en jefe esbozó una sonrisa avergonzada. "Sí. El editor de las ediciones recientes de las revistas de belleza era Hector, pero renunció ayer…”.

"¿Renunció? ¿Qué pasó?", le preguntó Nolan mientras tomaba un sorbo de su té.

El editor en jefe suspiró y le respondió: “Honestamente, Hector es bueno. Es serio en su trabajo, y es una persona muy motivada. Por desgracia, estuvo en la cárcel, y eso no va. La mayoría de la gente de la compañía duda de él".

Nola