ClaryssaLos labios de Kaleb eran increíblemente cálidos y suaves. En el segundo en que tocaron los míos, la misma sensación de antes corrió por mis venas. Una extraña fuerza se apoderó de mi cuerpo, y esta vez no luché contra ella, esta vez decidí aceptarla. Simplemente fui con él y acepte lo que podía darme, sin remordimientos. Estuve a poco de morir y quizás todavía estuviera en shock, no lo sé; pero un hombre atractivo deseaba estar conmigo y no pensaba detenerlo.Había aprendido mucho sobre el funcionamiento de las cosas desde que llegué aquí con los tres hombres, y una de esas cosas era no luchar contra la magia de mi amuleto, si este era el precio que tenia que pagar por mis poderes en este mundo, entonces estaba dispuesta a pagarlo con creces. Porqué eso es lo que era la fuerza. Estaba segura de ello. Nunca podría explicar cómo o por qué. Simplemente fue.Mientras una ardiente necesidad me invadía, lo acerqué más, recostandome sobre el heno en el cuál me desperté.Nuestros bes
Llegó mi momento y entonces grité de placer.Kaleb hizo su ritmo más lento, podía escuchar la música, cada nota, cada melodía, y mi danza sensual lenta pero solo un poco. Sonreí cuando me di cuenta de que quería prolongar mi placer el mayor tiempo posible. Y una vez que mi presión disminuyó, se retiró.—De rodillas, mujer— gruñó de manera erótica.Había un brillo depredador en sus ojos que envió círculos de emoción a través de mi cuerpo. Hice lo que me pidió y me puse de rodillas.Él gimió de nuevo.—Dios, mujer, tus curvas son asombrosas _ dijo Kaleb provocadoramente.Mordí mi labio mientras no le quitaba la mirada.—Tan codiciosos— dijo. Podía escuchar la sonrisa de orgullo en su voz.Me reí.—Quizás _ dije con un dejo de arrogancia en mi voz.Él tarareó.—Me gusta _ dijo.Su virilidad estaba más que comprobada, con humor recordé que era un lobo, y se lo que quería. Suspiré mientras mi emoción aumentaba. La piel se me erizó como una gallina, y el acarició a lo largo de mi piel de la
DAMIANCreí haber oído hablar a Claryssa. Respiré aliviado y, en mi prisa por ver por mí mismo que estaba bien, corrí hacia la puerta del molino. Me encontré deseando no haber reaccionado tan apresuradamente. La imagen se grabaría para siempre en mi mente. Junto con el dolor que desgarró mi corazón.Kaleb estaba ocupado besando la cara de Clarys y quitándole la ropa. Resoplé ante la vista. Necesité todo mi fuerza de voluntad para no interrumpirlos. Entonces, me paré afuera de la puerta para esperar a que terminara de agregar sal en mi herida ya abierta. Aunque todavía quería correr allí y sacarle el trasero a Kaleb de encima a Clarys, no lo haría. Iba a hacer lo correcto y esperar hasta que se durmiera antes de confrontar al hombre.Jace tomó el punto del otro lado de la puerta y se rió entre dientes.Lo miré.Me miró a los ojos y se encogió de hombros.—Es bonito. ¿No lo es? _ dijo Jace convencido.Entrecerré los ojos.—Fácil para ti decirlo. Ya la has tenido _ dije furioso.El asint
Kaleb asomó la cabeza por la puerta para ver a estaba Claryssa antes de posar su mirada llena de ira en mí. —Mantén tu voz baja. Puede que esté mejor, pero aún necesita descansar _ me dijo con su voz irritante.— Gracioso. No estabas tan preocupado, ni pensando en eso cuando estabas ocupado con tu trasero desnudo encima de ella —le espeté._ Estás celoso de que me haya elegido a mí, antes que a ti? admítelo gatito, te cabrea que haya preferido al lobo antes que el gato — dijo Kaleb.Mis puños se apretaron a mis costados. Mis uñas se clavaron en las palmas de mis manos.—¡No hace tanto tiempo que estabas parado afuera conmigo en la cabaña de Jace, igual de insensible y celoso de que ella tuviera a Jace primero! ¿Eres realmente tan ingenuo que crees que ella te elegiría a ti? ¿Qué tienes para ofrecerle además de una vida en la carrera? eres un ladrón, No tienes honor, ni nada que darle, salvo angustia y miseria. Como a todas las mujeres que dejaste atrás antes que ella. ¿O no recuerda
CLARYSSAMiré a Damian mientras se alejaba, desapareciendo en el bosque. Tuvo suerte de haberlo hecho. Estaba tan enojada que podía escupir fuego, y derretir los polos. Probablemente también lo habría hecho, si no estuviera tan exhausta y no quisiera quemar lo último que quedaba del resplandor del sexo con Kaleb.Así las cosas, Damian arruinó mi euforia. Empezaba a creer que saboteaba todo lo bueno. Todavía no podía entender cómo creía honestamente que tenía algo que decir sobre mí, sobre mi cuerpo o sobre mis acciones.—Lo siento— dijo Kaleb, acercándose a mí.Gire para mirarlo. Se acercó a mí y me dijo: —No debería haberte dicho esas cosas.—No. No lo hagas— Negué con la cabeza y salí de su alcance. —No te atrevas a poner excusas por él.Kaleb asintió, sosteniendo sus manos en el aire como para protegerse de un ataque de mí... O tal vez solo fue para rendirse. Una señal de que retrocede y me da el espacio que necesitaba, tal vez. Estaba demasiado frustrada para darme cuenta.—¿Cuál
— Necesito ir a buscarlo. Puede que se le metió en la cabeza que de alguna manera soy suya para controlarme— Suspiré pesadamente. En un tono más tranquilo, agregué. — Solo quiero terminar con él e irme a casa.Kaleb frunció el ceño y asintió. —Siento que te sientas así. No es que te culpe por querer ir a casa. Damian se mete en la piel de todos.Resoplé. —Ese es el eufemismo del año _ dije sarcastica.—Es difícil de manejar, pero créeme, se ha ablandado mucho cuando se trata de ti. Probablemente siente lo mismo que yo— dijo Kaleb.—¿Y cómo es eso?— pregunté, la curiosidad como siempre sacando lo mejor de mí.—Me siento muy protector contigo— dijo.Jace entró en el molino. —Yo lo hago también _ dijo Jace también.Sonreí. Mi corazón se hinchó al escuchar esas palabras. — Siento lo mismo por ustedes dos _ respondí sinceramente.El pecho de Kaleb se hinchó y Jace sonrió como un niño pequeño en la mañana de Navidad. Negué con la cabeza y me reí por lo bajo.—Ambos han hecho que t
CLARYSSAAbrí muchos los ojos cuando observe mis manos manchadas de sangre, era la sangre de Damian y yo la habia derramado, nada mas en mi alrededor existia, Damian estaba delante de mi gritandome algo que yo no lograba comprender, me tomo por los hombros tratando de que yo le prestara atencion, pero mi mente se negaga a comprender nada de lo el decia, y luego solo la oscuridad vino sobre mi, apacible y fria como siempre, luche para que no me llevara pero me fue imposible solo sucedio. Estiré los brazos por encima de la cabeza. No tenía idea de cuánto tiempo estuve dormida, pero me sentí más descansada que en todo el tiempo que estuve aquí. Damian estaba a mi lado con una cara alarmante, avivaba una pequeña fogota, estabamos como en una especie de cueva, a lo lejos se podia oir el sonido del agua correr, estaba todo tan escalofriantemente tranquilo.Una vez que me levanté del suelo, bostecé y me estiré nuevamente. Instantáneamente vi a mi alrededor, Damian solo me miraba desconcertad
JACE—¿Qué hacemos ahora?— pregunté mientras regresábamos a nuestros lugares en la pared exterior del molino, cerca de la puerta. Una parte de mí estaba sorprendido de que todavía tuviera claridad. Una parte de mí no lo estaba, y eso fue por Claryssa. Cuanto más tiempo pasaba a su alrededor, más de mi antiguo yo volvía, y siempre estaría en deuda con ella por todo.—Tenemos que hacer guardia— dijo Kaleb —Al menos hasta que Damian regrese.Asentí. — Estoy de acuerdo contigo _ dije _ Pero y si no regresa, Que haremos? _ dije.Rodé los ojos. Eso no era lo que quería decir en absoluto. Pero no importaba. Esos momentos serían cada vez menos frecuentes. Mientras Claryssa se quedara. Mientras ella me escogiera. Pero esa era la espada de doble filo.Kaleb resopló. —Eso es decirlo a la ligera, en parte tienes razon, debemos pensar en un plan, en caso de que ese idiota decida no volver _ dijo Kaleb un poco tenso.Los grillos habían comenzado a cantar desde algún lugar invisible. Una ligera br