DAMIANCreí haber oído hablar a Claryssa. Respiré aliviado y, en mi prisa por ver por mí mismo que estaba bien, corrí hacia la puerta del molino. Me encontré deseando no haber reaccionado tan apresuradamente. La imagen se grabaría para siempre en mi mente. Junto con el dolor que desgarró mi corazón.Kaleb estaba ocupado besando la cara de Clarys y quitándole la ropa. Resoplé ante la vista. Necesité todo mi fuerza de voluntad para no interrumpirlos. Entonces, me paré afuera de la puerta para esperar a que terminara de agregar sal en mi herida ya abierta. Aunque todavía quería correr allí y sacarle el trasero a Kaleb de encima a Clarys, no lo haría. Iba a hacer lo correcto y esperar hasta que se durmiera antes de confrontar al hombre.Jace tomó el punto del otro lado de la puerta y se rió entre dientes.Lo miré.Me miró a los ojos y se encogió de hombros.—Es bonito. ¿No lo es? _ dijo Jace convencido.Entrecerré los ojos.—Fácil para ti decirlo. Ya la has tenido _ dije furioso.El asint
Kaleb asomó la cabeza por la puerta para ver a estaba Claryssa antes de posar su mirada llena de ira en mí. —Mantén tu voz baja. Puede que esté mejor, pero aún necesita descansar _ me dijo con su voz irritante.— Gracioso. No estabas tan preocupado, ni pensando en eso cuando estabas ocupado con tu trasero desnudo encima de ella —le espeté._ Estás celoso de que me haya elegido a mí, antes que a ti? admítelo gatito, te cabrea que haya preferido al lobo antes que el gato — dijo Kaleb.Mis puños se apretaron a mis costados. Mis uñas se clavaron en las palmas de mis manos.—¡No hace tanto tiempo que estabas parado afuera conmigo en la cabaña de Jace, igual de insensible y celoso de que ella tuviera a Jace primero! ¿Eres realmente tan ingenuo que crees que ella te elegiría a ti? ¿Qué tienes para ofrecerle además de una vida en la carrera? eres un ladrón, No tienes honor, ni nada que darle, salvo angustia y miseria. Como a todas las mujeres que dejaste atrás antes que ella. ¿O no recuerda
CLARYSSAMiré a Damian mientras se alejaba, desapareciendo en el bosque. Tuvo suerte de haberlo hecho. Estaba tan enojada que podía escupir fuego, y derretir los polos. Probablemente también lo habría hecho, si no estuviera tan exhausta y no quisiera quemar lo último que quedaba del resplandor del sexo con Kaleb.Así las cosas, Damian arruinó mi euforia. Empezaba a creer que saboteaba todo lo bueno. Todavía no podía entender cómo creía honestamente que tenía algo que decir sobre mí, sobre mi cuerpo o sobre mis acciones.—Lo siento— dijo Kaleb, acercándose a mí.Gire para mirarlo. Se acercó a mí y me dijo: —No debería haberte dicho esas cosas.—No. No lo hagas— Negué con la cabeza y salí de su alcance. —No te atrevas a poner excusas por él.Kaleb asintió, sosteniendo sus manos en el aire como para protegerse de un ataque de mí... O tal vez solo fue para rendirse. Una señal de que retrocede y me da el espacio que necesitaba, tal vez. Estaba demasiado frustrada para darme cuenta.—¿Cuál
— Necesito ir a buscarlo. Puede que se le metió en la cabeza que de alguna manera soy suya para controlarme— Suspiré pesadamente. En un tono más tranquilo, agregué. — Solo quiero terminar con él e irme a casa.Kaleb frunció el ceño y asintió. —Siento que te sientas así. No es que te culpe por querer ir a casa. Damian se mete en la piel de todos.Resoplé. —Ese es el eufemismo del año _ dije sarcastica.—Es difícil de manejar, pero créeme, se ha ablandado mucho cuando se trata de ti. Probablemente siente lo mismo que yo— dijo Kaleb.—¿Y cómo es eso?— pregunté, la curiosidad como siempre sacando lo mejor de mí.—Me siento muy protector contigo— dijo.Jace entró en el molino. —Yo lo hago también _ dijo Jace también.Sonreí. Mi corazón se hinchó al escuchar esas palabras. — Siento lo mismo por ustedes dos _ respondí sinceramente.El pecho de Kaleb se hinchó y Jace sonrió como un niño pequeño en la mañana de Navidad. Negué con la cabeza y me reí por lo bajo.—Ambos han hecho que t
CLARYSSAAbrí muchos los ojos cuando observe mis manos manchadas de sangre, era la sangre de Damian y yo la habia derramado, nada mas en mi alrededor existia, Damian estaba delante de mi gritandome algo que yo no lograba comprender, me tomo por los hombros tratando de que yo le prestara atencion, pero mi mente se negaga a comprender nada de lo el decia, y luego solo la oscuridad vino sobre mi, apacible y fria como siempre, luche para que no me llevara pero me fue imposible solo sucedio. Estiré los brazos por encima de la cabeza. No tenía idea de cuánto tiempo estuve dormida, pero me sentí más descansada que en todo el tiempo que estuve aquí. Damian estaba a mi lado con una cara alarmante, avivaba una pequeña fogota, estabamos como en una especie de cueva, a lo lejos se podia oir el sonido del agua correr, estaba todo tan escalofriantemente tranquilo.Una vez que me levanté del suelo, bostecé y me estiré nuevamente. Instantáneamente vi a mi alrededor, Damian solo me miraba desconcertad
JACE—¿Qué hacemos ahora?— pregunté mientras regresábamos a nuestros lugares en la pared exterior del molino, cerca de la puerta. Una parte de mí estaba sorprendido de que todavía tuviera claridad. Una parte de mí no lo estaba, y eso fue por Claryssa. Cuanto más tiempo pasaba a su alrededor, más de mi antiguo yo volvía, y siempre estaría en deuda con ella por todo.—Tenemos que hacer guardia— dijo Kaleb —Al menos hasta que Damian regrese.Asentí. — Estoy de acuerdo contigo _ dije _ Pero y si no regresa, Que haremos? _ dije.Rodé los ojos. Eso no era lo que quería decir en absoluto. Pero no importaba. Esos momentos serían cada vez menos frecuentes. Mientras Claryssa se quedara. Mientras ella me escogiera. Pero esa era la espada de doble filo.Kaleb resopló. —Eso es decirlo a la ligera, en parte tienes razon, debemos pensar en un plan, en caso de que ese idiota decida no volver _ dijo Kaleb un poco tenso.Los grillos habían comenzado a cantar desde algún lugar invisible. Una ligera br
CLARYSSAConduje hasta mi lugar favorito, a la cima de un acantilado donde se podía ver el valle Hudson, era un lugar hermosa, con una vista impresionante, tan Pacífico que sentías que allí el tiempo se detenía. Si; era uno de esos lugares a los que escapas cuando quieres estar sola. Y justamente así es como quería estar en este preciso momento. Y saben qué? Eso estaba bien para mí antes.Pero ahora ya no puedo decir lo mismo, ya que al parecer era la responsable de que tres criaturas mágicas que según yo en el mundo real no existían, no perdieran sus cabezas y recuperarán sus vidas o lo que sea que deseen. Pero en estos momentos necesitaba yo, no perder la mía y eso era justamente lo que iba a pasar si no me daban un tiempo para procesar todo aquello.Apague el motor del coche y me subí sobre el capot del auto de Sam, que en estos momentos debe seguir babeando alrededor de Damian. Este pensamiento casi me hizo sonreir, tener que lidiar con la arrogancia y la prepotencia de ese gato n
DAMIANOdiaba verla asi, pero sabia que si me acercaba ahora me rechazaria y posiblemente terminara con el trasero quemado, quisiera que me dejara acercarme a ella, y mejor aún quisiera ahora mismo saber como llegar a ella, pero cada vez que lo intento y pienso que estamos avanzando, algo pasá y volvemos al inicio. Estoy malditamente loco por ella, pero no se como decírselo.Escuchó desde afuera de la puerta de su habitación que colocó música y le subio volumen al endiablado aparato, me deslice por la pared al lado de su puerta y lleve mi trasero al piso. Esperaría un poco.Un tipo cantaba algo como: "Cuan fácil seria mostrarme lo que sientes, más que palabras, es todo lo que tienes que hacer para hacerlo real, entonces no tendrías que decir que me amas. Porque yo ya lo sabria".Escuche la puerta abrise y la vi luego sentarse en el piso del otro lado, nos quedamos allí, viéndonos en silencio, mientras la melodía seguía llenando el vacío, Claryssa tenía los ojos enrojecidos, y círculos