Narra Guadalupe:

Me siento en deuda con Isabella, esa mujer se merece el cielo, después de todo lo que hice para separarla de Alexander ella viene y evita que me maten los aliados de Alex, eso no tiene precio, ninguna mujer haría algo así sin buscar algo a cambio y ella lo hizo desinteresadamente.

—¡Isabella! —grito para que escuche que la llamo y se detenga, necesito hablar con ella.

—¿Qué sucede? —me pregunta tratando de sonreír, veo su rostro, sus ojeras por el poco dormir que seguramente tiene pensando en Alexander.

—No tengo palabras para agradecer lo que hiciste, de verdad que ahora viendo tu actuar comprendo que entre nosotras hay muchas diferencias, a pesar de ser parecidas físicamente. Lo digo con toda sinceridad, desde el fondo de mi corazón, finalmente, veo cual es la enorme diferencia entre tu y yo, tu eres buena, eres piadosa y esa característica no la tiene cualquiera, menos rodeada del mundo de la mafia, es difícil encontrar personas así. Jamás podría compararme contigo