En ese momento, Bella tomó la mano de Ricardo, y sintió una especie de chispazo en la piel que recorrió todo su brazos hasta llegar a su corazón…
―¿Sentiste eso…? Tan raro como la primera vez que te toqué… Si eso no es una conexión real, entonces no sé lo que es… ¡Hasta tocarte me da escalofríos! Me pregunto si alguna vez estuviste consciente de nuestra conexión… Podrías llamarme cursi, pero yo estaba segura que nuestra conexión era una conexión de almas… ¡Y, aún lo estoy!»Todos estos años, celebridades iban y venían, personas muy ricas y poderosas, fanáticos y personas que conocía en las cafeterías… Muchas personas pasaron en mi vida, y me di cuenta de que ninguno llenó el vacío que tú, mi chico arrogante y caprichoso, dejaste… Y, ¡no sabes cómo se partió mi alma, cuando te escuché decir que amabas a Rachel…! Mirándote ahí, tratando de construir el amor con ella… Enmendar tu camino y tu personalidad por una mujer… Algo que nunca ví, ni esperé de ti, cuando yo te aceEL AMOR NO ES EGOÍSTAMientras los doctores realizaban los estudios necesarios, los tres amigos de Ricardo esperábamos con ansias en la sala de espera. Yo estaba angustiada, pero esperando lo mejor. Pero Christopher , sentía una tremenda curiosidad por saber lo que había pasado, por lo comenzó a interrogar a Bella en voz baja. —¿Qué fue lo que pasó, Bella? ¿Cómo te diste cuenta de que Ricardo empezó a reaccionar…? —murmuró Christopher ―Bueno… No puedo decir mucho… Hmmm… Solo puedo decirte que estaba hablando con él, sobre lo que podría ser su más profundo dilema y quizás halló la respuesta que estaba buscando… —señaló Bella, mirando que yo no los escuchará, pero volteé a verlos en ese momento.—Pero, ¿qué le estabas diciendo? Sé que eres una científica, pero, ¿cómo supiste cuál era su más profundo dilema? —preguntó Christopher con curiosidad.―Hmmm. Sólo surgió… Hum… ¿Christopher ? ¿Puedo decirte unas palabras a solas? —sugirió Bella, pues notó que yo los miraba con sospechas.
―No nos corresponde a nosotros decirlo, Christopher … Quizás tú y yo, es lo que más quisiéramos, por nuestros sentimientos hacia ellos… Pero sólo ellos dos podrán decirnos lo que en verdad sienten entre sí… Y nosotros debemos acpertarlo, sea lo que sea… —debatió Bella, suspirando por que sabía que era la verdad.—Tienes razón… Toda la razón… ¡Uffff! —suspiró Christopher y se resignó también.―Y, ¿qué harás…? ¿Le dirás a Rachel lo que sientes por ella? Al menos deberías intentarlo… —indagó Bella, animándolo un poco. —¡No lo sé! Estoy tan nervioso y confundido al mismo tiempo… De hecho, tengo una cita con ella en navidad… Podría aprovechar para decírselo… Pero, ¿qué tal si dice que a quien ama es a Ricardo? No sé si podré soportar ese rechazo tan doloroso… —admitió Christopher .―Bueno, no lo sabrás hasta que no se lo digas… Pero quizás, primero tengas que hablar con Rosa, y confesarle que te has enamorado de Rachel… ¿No crees? —sugirió Bella.—Tienes razón, no es justo seguir con e
MÁS CONFUNDIDO QUE NUNCAAl día siguiente, Christopher tenía que irse muy temprano, como siempre. Quería estar puntual en su trabajo. A las 6 de la mañana ya estaba bañado, peinado y perfumado, preparando sus zapatos y su ropa. Desde la ventana, las nubes lucían como cristales en medio del cielo, y los vidrios estaban empañados por el frío afuera. Christopher eligió usar una playera de cuello alto, tipo suéter en color marfil, una bufanda blanca de lana y una chaqueta de gamuza en tono miel. Se veía muy guapo, pero él opinaba diferente…—Ahora me miro al espejo, noto que lucía un poco tierno e ingenuo… Pero quizás eso me ayude a conmover al padre de Rosa… —pensó Christopher .Después, salí de mi habitación y fui a tocar la puerta de mi habitación…—¿Ya estás despierta? Buenos días… —dijo Christopher , tocando a mi puerta.―Sí, Christopher , de hecho acabo de salir de bañarme… Hoy no quiero llegar tarde…—respondí a través de la puerta.—Bueno, buena suerte… Te dejaré un poco de té de
―Hmmm, es un caso muy particular el mío… Tengo la sensación de que soñé que hablaba con ella… Pero me confesaba algo que me está dando vueltas en la cabeza… No sé si fue real o… —recordaba Ricardo.—Quizás no fue un sueño… ¿De qué se trata…? —advirtió Christopher .―Hmmm… No sé cómo decírtelo… La verdad no estoy de humor para pelear… —señaló Ricardo, notablemente preocupado.—¿Pelear? ¿Con quién? —dudó Christopher .―Bueno, contigo… Supongo… —afirmó honestamente Ricardo.—¿Bromeas? ¿Y por qué conmigo? ¿Yo qué tengo que ver? —bromeó Christopher , rascando su nuca, un poco preocupado.―Hmmm… Christopher , ¿puedo hablar tranquilamente contigo sobre… Rachel? —preguntó Ricardo, esperando que Christopher lo comprendiera.—Está bien, hablemos tranquilos… ¿Qué sucede con ella? —admitió Christopher , relajándose al respirar profundo.―No sé si fue un sueño… o Bella lo dijo… o fue verdad… o una revelación… Pero, me gustaría que fueras honesto conmigo… Mientras
―¡¿Qué?! ¡¿Bromeas?! Irte así sería egoísta… ¿No ves que Rachel y yo te necesitamos cerca? Eres la única persona que conozco que siempre acierta en los consejos que nos das… Además, si te vas… ¿Con quién podría hablar de todo? —alertó Ricardo, preocupado y contrariado con la decisión de Bella.―Pero… Ricardo… Es que… Verás… Desde el error que acabamos de cometer… Estoy segura de que… Uhmmm… Cof… Cof… ¡Qué difícil decir esto…! —reconocía Bella con timidez, y Ricardo notó cómo se le subió el rubor a las mejillas.―¿De que aún me amas? —acertó Ricardo con tranquilidad.Tras la pregunta de Ricardo, Bella se puso muy roja e impresionada por la habilidad de Ricardo para deducir sus expresiones… ¡Hasta parecía que le había leído la mente!―¿Cómo lo supiste…? Hmmm… Sí… Exactamente… Por eso es que es tan difícil para mí… —confesó Bella, buscando esquivar la mirada directa con él.―Lo supe porque también pasó lo mismo conmigo… Me di cuenta de cuánto te necesitaba y que más
Aunque Ricardo quería ocultarlo, estaba más feliz que nunca. Se le notaba en la sonrisa y en el brillo de sus ojos… Era un enamoradizo de primera, pero esta vez se le veía un semblante radiante, que hasta los latidos de su corazón podían escucharse fuertemente.—Nada… Nada… Jeje… Por cierto, Bella preguntó cuándo serás dado de alta. Si esta noche duermes bien y sin problemas, serás dado de alta mañana por la mañana. Pero aún necesitarás estar en cama el día de mañana, para que recuperes tus fuerzas… No te preocupes, podrás quedarte en mi apartamento y cenaremos todos juntos pues será Noche Buena… Puedes invitar a Bella, por cierto… —señaló Christopher , motivando a Ricardo.―¿Una cena navideña todos juntos…? Sería algo inolvidable… Uff… Pero no… No creo… Rachel estará ahí y no creo que sea buena idea… Quizás, si ya estoy bien, el día de navidad recompense a Bella… Oye, no quiero que digas ni una palabra de esto a Rachel… Aún no sé a quién de ellas dos amo de verdad… Así que
―Y, ¿bien?... Habla muchacho… ¿Qué te pasa?... ¿Es por tu amigo?... La Dra. Clarisse nos habló este fin de semana y nos contó que el chico había caído en coma… ¿Cómo se encuentra?... A veces creo que te preocupas mucho por él y no creo que sea una buena influencia para ti… —No… no es sobre eso, él ya está bien… Es sobre Rosa y yo… Dr. Goldsmith: Me he dado cuenta de que no estoy enamorado de su hija.El director se quedó mirándolo, sorprendido, unos segundos; pero luego, se echó a reír. ―¡Jajaja! ¿En verdad crees que no me había dado cuenta? ¡Si ni siquiera puedes estar cerca de ella! ¡Estoy seguro que eres el único que no se había dado cuenta!... Pero no te preocupes chico… Ya aprenderás a amarla con el tiempo, así como lo hice yo…—Así como… ¿usted? Pero ella es su hija…―Bien chico… creo que es momento de decirte la verdad… ¡Rosa no es mi hija biológica!... Ella es adoptada. Verás… Mi esposa fue una importante duquesa, y mi familia creyó que ella sería perfecta para darle una pod
Mientras Ricardo miraba con rencor a Rachel y viceversa, el celular de Christopher comenzó a sonar en su habitación y tuvo que ir a contestar. Una vez que Christopher entró a su habitación, Ricardo aprovechó para coquetear con Rachel. Se levantó de su lugar, con el pretexto de ir por unas servilletas, y se paró justo detrás del asiento de Rachel. Luego se acercó hasta su oído y le susurró:―Mira, Rachel… ¿Sabes qué es esto?―¿Ricardo? ¿Qué haces? ¿Una hoja?―Es un muérdago… Significa que debes besarme…―Eso no es un muer…Antes de que terminara la frase, Ricardo ya la estaba besando en la boca. A Rachel casi se le para el corazón… Todo fue tan rápido que ni siquiera ledio tiempo de cerrar los ojos. Cuando menos sedio cuenta, Ricardo ya la estaba mirando con sus sexies ojos, después de haberla besado. ―¿Ricardo?... Pe… pero…―¡Ajá! ¡Ya te habías olvidado de mis besos! Pero no te podías quedar sin tu beso de navidad…